Yurena, cuando Tamara «la mala» llegó a ser una superestrella: «Fui número uno por encima de Madonna, Backstreet Boys y Alejandro Sanz»

Tamara, Ámbar, Yurena… Varios fueron los nombres que adoptó María del Mar Cuena Seisdedos a lo largo de su turbulenta pero brevemente exitosa carrera como cantante, en la que llegó a liderar durante diez semanas consecutivas las listas de éxitos españolas «por encima de Madonna, Backstreet Boys y Alejandro Sanz» y «para fastidio de las discográficas», según ella misma ha explicado en el avance del programa de Telecinco ¡De viernes!

Una superestrella, conocida por canciones virales como No cambié o A por ti en unos años en los que la palabra viralidad se usaba solo para los agentes infecciosos, que vuelve a estar de moda ante el próximo lanzamiento de la serie Superestar, producida por Los Javis y escrita y dirigida por el realizador Nacho Vigalondo, acude al plató de Telecinco para hacer un repaso por su carrera y por su convulsa vida personal. , asegura en una de las declaraciones más impactantes de la previa a la entrevista. También critica la discutible actitud de la prensa del momento contra ella, en unos años donde las cadenas de televisión no tenían el compromiso por la salud mental de la actualidad: «el acoso y derribo que yo he sufrido no lo ha sufrido nadie en este país», lamenta Yurena sobre esa época, en la que tuvo todo tipo de «proposiciones» y también muchos engaños. «Lo mismo que en EE. UU. Se ha hablado mucho de, ‘Me Too', pues yo lo viví y me intenté matar», sentencia.

La televisión de los «frikis»

Crónicas Marcianas fue uno de los grandes artífices de su éxito. El programa de Xavier Sardà era famoso por dar a conocer ciertos personajes curiosos, empezando el fenómeno de los frikis patrios, que llegaron a copar varias secciones del late show. En la época pre-internet, cuando los virales no eran como se conocen hoy en día, el faranduleo nutría esta necesidad humana por la frivolidad más absurda dando voz —y de paso ridiculizando— a estos llamativos personajes. Aunque los frikis propiamente dichos eran, en su mayoría, hombres —Rappel, Pozí, el Padre Apeles, Paco Porras, Tony Genil— Tamara era la que marcaba la excepción, al ser la única mujer de toda esta troupe de famosetes que no utilizaba el reclamo sexual para ganar popularidad.

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P. V.

En un principio se la despreció, llamándola a ella Tamara «la mala» frente a «la buena», que era la cantante de Si nos dejan. Y fue por eso por lo que se acabó cambiando su nombre artístico a Ámbar en primer lugar, aunque también estaba ya pillado, y finalmente a Yurena. Porque, todo sea dicho, a diferencia de la otra cantante, ella no se llamaba Tamara: su nombre real es María del Mar Cuena Seisdedos.

Superestrella musical

Su pasión siempre había sido la música. Su objetivo, ser una superestrella. Nacida en la localidad vizcaína de Santurce en 1969, con 21 años empezó a formarse en canto y se ayudó de un foniatra para reeducar su voz.

Había aparecido en Crónicas Marcianas en el año 2000 como pareja del vidente Paco Porras y quiso aprovechar su paso por el programa nocturno para promocionarse. También, años después, con su otra participación televisiva igual de famosa, su paso por el programa de telerrealidad Hotel Glam, un prototipo de lo que luego sería GH VIP y en el que participaron algunos de esos personajes que rondaban por el faranduleo televisivo del momento.

La estrategia le salió que ni pintada. No cambié se convirtió en todo un hit en España. Deudora del rollo hortera que había surgido en España en la Movida madrileña, con una base de dance pop facilón y a dúo con el que era el músico más destacado de ese movimiento friki, Leonardo Dantés, la canción no tardó en volverse un fenómeno de masas. No miente Yurena cuando dice: «Fui número uno por encima de Madonna, Backstreet Boys y Alejandro Sanz». El maxisencillo, en el que incluía tanto esta canción como su otro single, A por ti —que había compuesto ya anteriormente— consiguió liderar las listas de ventas de música en España durante nada menos que diez semanas consecutivas. «Para fastidio de las discográficas, la número uno era yo», dice en el avance del programa de Telecinco.

Y no fue su único hito. Ahora puede parecer insólito para muchos que no han vivido en esa época, y lejano para quienes sí, pero uno de los negocios de ese momento eran los politonos para poner como sintonía de móvil, que se descargaban enviando un código a través de SMS a números de teléfono anunciados a todas horas en televisión. No cambié fue todo un éxito en ese sentido, y llegó a cuadruplicar, en Terra Mobile, al siguiente más solicitado, la famosa banda sonora de Misión Imposible.

No sería raro, entonces, que solo un año después Tamara estuviera sacando ya su primer álbum de estudio, Superestar (sí, escrito así tal cual), precisamente lo que da nombre a la serie de Netflix que preparan Nacho Vigalondo y Los Javis.

El disco, con 14 temas, contó con la producción de músicos de la talla de Nacho Canut o Carlos Berlanga, y fue el único que sacó con su primer nombre artístico. Tras intentar ponerse Ámbar, que ya estaba registrado, acabó siendo, definitivamente, Yurena. Y ya con ese nombre lanza un nuevo maxisencillo con dos temas y dos remixes. 

Su siguiente álbum de estudio llegaría, en el 2016, con un título igual de maximalista que su primer trabajo. Si antes optaba a ser una superstar, ahora ya apuntaba más alto, a todo el planeta, con Around the World, con 12 pistas cantadas en inglés y sonido muy discotequero.

En medio de esas épocas, y también ahora, Yurena ha vivido varias épocas de parón, que, según ella, le sirvieron para proteger su voz. «Para poder ser cantante; solo para conseguir un sueño que me ha costado muy caro», dice.

Pero no solo por eso. La vida de Tamara ha estado marcada también por varios episodios, a nivel personal, que le han hecho caer en una depresión al borde del suicidio.

Víctima de la televisión más cruel

Si algo no tenía la televisión de los primeros 2000 era concienciación sobre las consecuencias hacia la salud mental de sus estrategias. La generación friki surgida de programas como Crónicas Marcianas o Esta noche cruzamos el Mississippi se basaba, de hecho, en la ridiculización sin escrúpulos de ciertos personajes marginales en aras de entretener a la audiencia a costa de todo. «El acoso y derribo que yo he sufrido no lo ha sufrido nadie en este país», declara Yurena al programa ¡De Viernes!, y confiesa que ella también ha vivido lo equivalente al MeToo: «Yo lo viví y me intenté matar».

No es menos cierto que, sin ese fenómeno, Yurena no habría llegado a las cotas de popularidad que consiguió. Se dio a conocer primero como pareja de Paco Porras, un vidente que, supuestamente, podía leer el futuro en las frutas y las verduras. La cantante llegó a revelar que estaba embarazada de él y, tiempo después, contó que había perdido al bebé. Pero la relación entre ambos no era buena, y la tensión se palpaba allí donde coincidían. En el programa de Xavier Sardà, él le tiró un plátano a ella. Y semanas después, en pleno directo en otro programa de Antena 3, acabaron protagonizando una lucha vegetal después de que él la criticase como cantante. Ella le lanzó un perejil y él se lo devolvió lanzándole un nabo. Y en ese momento, Tamara explotó.

Entre frutas y verduras llegaría uno de sus grandes enfrentamientos con la prensa. Ella y dos de sus grandes compañeros, Tony Genil y Leonardo Dantés, acudieron a la inauguración de una frutería en el barrio madrileño de Vallecas. La prensa estaba allí, pero, por supuesto, no para cubrir la noticia con respeto, sino para buscar una oportunidad de ridiculizarlos. Los reporteros iban a hacer daño a todos ellos. A Yurena le preguntaron si no le daba vergüenza que salieran en televisión riéndose de ella, y a Leonardo Dantés lo acusaron de aprovecharse del estrellato de la cantante, provocando de paso momentos de gran tensión.

Entre las personas que la solían acompañar a todas partes estaba también su madre, Margarita Seisdedos, que se acabó convirtiendo, muy a su pesar, en otro personaje más de la televisión de esos días. Una mujer protectora con su hija, que siempre la defendía con uñas y dientes y que no entendía las burlas y las provocaciones que sufría Yurena cada vez que salía a la calle o iba a un plató por parte de quienes habían sido sus compañeros de troupe y también por las personas anónimas —iban a conciertos y actos públicos a tirarle huevos—. Tal era su obsesión por la protección que llegó a llevar con ella un ladrillo en el bolso, por si tenía que atacar en el momento menos pensado. Un rocambolesco momento, cuando mostró el contundente objeto ante los reporteros, que quedó para la posteridad en la historia de la televisión española. «¿Alguien vio que mi madre llevara un ladrillo en el bolso? Mi madre dio su vida por mí», expresa entre lágrimas Yurena en el avance del programa de Telecinco, antes de decir la más impactante declaración: «Mataron a mi madre».

Margarita Seisdedos fallecería a los 91 años de edad como consecuencia del severo alzhéimer y párkinson que sufría y después de meses entrando y saliendo del hospital. «Hoy mi vida ha estallado por los aires en millones de pedazos imposibles de recomponer. Mi alma y mi corazón se han partido en millones de trozos. Hoy me siento morir. Mi luz, mi Estrella, mi vida, mi ángel, mi reina, mi aliento, eso has sido para mi mamá, desde que nací hasta tu último aliento», expresó Yurena en redes en ese momento, «has sido la mejor mamá del mundo».

«Superestar», la serie sobre su vida: «Se hace justicia por fin»

El nuevo proyecto de Los Javis, que estará escrito y dirigido por Nacho Vigalondo, llevará el título de Superestar, y seguirá de cerca la convulsa vida de Yurena. La serie, producida por Javier Calvo y Javier Ambrossi y que verá la luz en Netflix, estará protagonizada por Ingrid García-Jonsson en el papel protagonista; Rocío Ibáñez como Margarita Seisdedos; Carlos Areces como Paco Porras, Secun de la Rosa como Leonardo Dantés o Pepón Nieto como Tony Genil, entre otros.

Para Yurena, esta serie es «un sueño hecho realidad» y considera que servirá para hacer «justicia por fin» después de años de mentiras y medias verdades contadas sobre ella. «Toda la verdad y muchísimos detalles que nadie conoce sobre mí», comenta la artista sobre la producción, que ha dedicado a su madre.

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