La influencer italiana evita la palabra divorcio pero reconoce que el matrimonio vive «una situación un poco más fuerte» que en ocasiones anteriores
04 mar 2024 . Actualizado a las 13:15 h.El pasado 22 de febrero, Vanity Fair Italia anunciaba que Chiara Ferragni y Fedez se separaban. Tras siete años de matrimonio, la revista italiana aseguraba incluso cuando habría comenzado a deteriorarse seriamente la relación: en el festival de San Remo del año pasado. «Desde San Remo, la historia de amor entre los dos se había deteriorado pero la influencer había pospuesto cualquier decisión para permanecer cerca de su marido enfermo. Sin embargo, cuando se encontró en dificultades, Fedez fue menos generoso y la acusó de que sus problemas legales también estaban teniendo efectos negativos en su negocio. Un juego de recriminaciones en el que Fedez subió el tono del conflicto mientras intentaba mantener la situación bajo control. Luego el rapero huyó a Miami con su asistente y finalmente abandonó la casa».
Sin ninguna confirmación oficial por parte de la pareja, empezaron las especulaciones. Ferragni fue la primera en reconocer que las cosas en el matrimonio no iban bien: «Durante estas últimas semanas, él no ha estado conmigo muchos fines de semana. Pero sigue siendo mi marido...», decía en una entrevista al Corriere della Sera la pasada semana. Este domingo, la influencer italiana de 36 años dio un paso más, al confirmar que el matrimonio atraviesa «una crisis fuerte».
Sentada en el plató del programa Che Tempo Che Fa del Canal 9, Ferragni se ha sincerado, por primera vez, sobre la relación actual con el padre de sus hijos. «Fedez y yo hemos hablado. Somos dos adultos que nos amamos. No es que vayamos a terminar de la noche a la mañana. Estamos en una crisis, ya las hemos tenido en el pasado. Aunque esta es una situación un poco más fuerte», reconocía. Ante la insistencia del presentador, Fabio Fazio, sobre si se trataba solo de una separación temporal, Chiara no quiso responder de forma rotunda: «A ver, no sé... Ya veremos».
En esta misma línea, la empresaria aseguraba que detrás de su divorcio no hay ninguna estrategia en busca de ruido mediático: «Se piensa que detrás de cada uno de mis movimientos hay un grupo de expertos y que soy un estratega, pero esto es real y no es una estrategia». Ferragni quiso dejar claro que lo que comparte en sus redes sociales no es su vida al completo: «Tampoco lo desvelo todo. He publicado mucho porque no hay diferencia entre el mundo virtual y la vida, pero esa es solo una pequeña parte de mi día a día. No cuento otras cosas, pero lo que ves ahí es auténtico», aseguraba.
Otra parte de la entrevista giró entorno al llamado «Pandoro Gate», por el que la influencer fue multada con más de un millón de euros por publicidad engañosa. Dos de sus sociedades fueron sancionadas por dar a entender a los consumidores que la compra de un dulce tradicional navideño de la marca Balocco, que llevaba el nombre de Ferragni, contribuirían a una donación al Hospital Regina Margherita de Turín. Pero resultó falso. En realidad, la donación en cuestión era de 50.000 euros y ya había sido realizada por Balocco meses antes, mientras que las empresas vinculadas a Chiara Ferragni recaudaron más de un millón de euros gracias a esta iniciativa.
«Han sido dos meses y medio muy duros en los que me vi en el centro de una ola de odio. Se podría pensar que alguien como yo estaría preparada, pero nadie te prepara para la violencia de esos ataques», ha dicho sobre las críticas recibidas. Sobre el Pandoro Gate, la influencer mantiene que «había hecho una obra de caridad de buena fe». Y añadió: «Si algunas personas no lo entendieron así, significa que las cosas deberían haberse explicado mejor».