Victoria Luengo: «Le escribí a Juan Gómez-Jurado y le dije que si había serie me gustaría hacer el personaje de 'Reina Roja'»
SOCIEDAD

La actriz encarna a Antonia Scott, un personaje con un coeficiente intelectual de 242
11 mar 2024 . Actualizado a las 15:51 h.La de Victoria Luengo (Palma de Mallorca, 33 años), flamante Premio Princesa de Girona Arte 2024, puede parecer una carrera meteórica, pero no hay en su trayectoria un golpe de suerte, sino un trabajo constante y concienzudo a la hora de encarnar todo tipo de personajes femeninos desde la verdad. Deslumbró a los espectadores como la agente Laia Urquijo en la miniserie Antidisturbios (Rodrigo Sorogoyen, 2020), se ganó una nominación al Goya a mejor actriz por vestir a Helena en Suro (Mikel Gurrea, 2022) y, sobre las tablas de los escenarios de media España, continúa maravillando al público en el montaje teatral Prima Facie, un monólogo en el que interpreta a una abogada encargada de defender a violadores que ya le ha granjeado un Fotogramas de Plata. En Reina Roja, adaptación del bestseller de Juan Gómez-Jurado, que acaba de desembarcar en Prime Video, da vida a Antonia Scott, la mujer más inteligente del planeta, con un coeficiente intelectual de 242. Ella y el policía Jon Gutiérrez formarán, a regañadientes, pareja para tratar de dar caza a Ezequiel, un asesino que tiene secuestrada a la hija de un importante empresario español.
—Su nombre y el de su compañero de reparto, Hovik Keuchkerian, estuvieron siempre encima de la mesa para dar vida a Antonia y a Jon. ¿Qué le sedujo del proyecto?
—Pues fueron varias razones. Para empezar, es una cosa muy poco habitual entrar en un proyecto que tiene toda esa visibilidad y esa expectación previas. Creo que era una oportunidad bonita para trabajar en algo grande y un reto. Después me gustó el personaje, una mujer compleja, poco convencional y que tiene algo como de cómic. Me parecía muy difícil e interesante. Por último me gustó la idea de grabar cosas de acción, de permitirme, como actriz, acercarme a un universo no tan realista, que no tuviera tanto que ver con la verdad y con una cosa más intimista, que es lo que estoy acostumbrada a hacer en Suro, en Antidisturbios, en Prima Facie... Todo está muy ligado a la verdad, al realismo, a la oscuridad, y esto me pareció más luminoso, había comedia.
—¿Se había zambullido ya en el universo de Juan Gómez-Jurado o fue a raíz del proyecto?
—Fue a raíz del mismo. O sea, yo la primera vez que me leí un libro suyo fue porque me contactó mucha gente a través de las redes sociales diciéndome que me parecía a Antonia Scott y yo no sabía quién era [ríe]. Al final le escribí a Juan y le dije: «Oye, todo el mundo me compara con esta señora. Yo no sé quién es. No te conozco tampoco, pero voy a leerme los libros a ver de qué me están hablando». Y ahí fue cuando empecé a descubrir el proyecto y la novela. Cuando la terminé, le escribí a Juan y le dije que me parecía que el personaje era muy chulo y que realmente si existiera la posibilidad del producto audiovisual sería genial hacerlo. Entonces, me lo ofreció.
—Antonia es un personaje muy querido, con millones de seguidores en medio mundo. ¿Siente el peso de la responsabilidad?
—No... a ver, en un lugar sí que lo sentí, pero no pensé mucho en ello, la verdad. Creí que si yo me hacía responsable y pensaba mucho en ello, se iba a convertir más en un peso que en algo para disfrutar. Es imposible gustarle a todo el mundo, no voy a llegar a eso por mucho que me empeñe, así que decidí soltar esa presión y no poner el foco ahí.
—Decía antes que le ha permitido rodar acción y con un croma detrás. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido del proceso?
—Darme cuenta cómo el equipo de VFX [efectos visuales] ha acabado mi trabajo. La mitad de mi trabajo lo han hecho ellos, poniéndome todos esos efectos que han logrado que mi trabajo sea mejor. Y luego me sorprendió también lo que se tarda en rodar estas cosas. Yo no sabía que había que dedicar un plano para cada vez que hay que hacer un efecto. Se necesita mucha paciencia y mucha precisión.
—¿Cómo se preparó para encarnar un personaje tan distinto?
—Pues me puse como reto alejarme del cliché de lo que yo tenía en la cabeza que era una persona inteligente e intentar acercarme realmente a lo que significa tener altas capacidades, vivirlo y entender lo que era y ver cómo estas personas conviven con su día a día. A partir de ahí, pues hablé mucho con Juan, entendiendo qué es lo que quería enseñar de Antonia. Una vez entendí todo eso, hice mi propuesta.
—¿Llegó a hablar con personas con este tipo de capacidades?
—Sí, hablé con dos personas y me ayudaron mucho. Les estoy muy agradecida y de hecho les cogí ciertas cosas como gestos o algunas cosas que me sirvieron para construir el personaje mejor.

«Las mujeres inteligentes me parecen fascinantes»
La actriz Victoria Luengo se mete en el papel de Antonia Scott, una mujer que se muestra especialmente encerrada en sí misma y poco emocional, más hierática, especialmente en las primeras escenas.
—Dar vida a alguien que transmite menos emociones, ¿es más fácil o más difícil?
—Pues depende. Hay veces que diría que es más difícil porque las emociones que tienes que gestionar son más complicadas, pero por otro lado también hay una parte fácil, al tener unos rasgos tan marcados, como tener un ancla, algo a lo que agarrarse siempre, y eso facilita mantenerte en el personaje y no perderlo.
—En la ficción aceptan la inteligencia de Scott. ¿Por qué cree que se ha tratado siempre así? ¿Cree que está cambiando?
—A lo mejor las mujeres inteligentes antes daban más miedo, pero yo lo que noto ahora es que una mujer inteligente despierta muchas sospechas y comentarios como de «uy, ¿esta persona qué querrá?». Como si detrás de la inteligencia femenina tuviera que haber un propósito o un objetivo, como si la inteligencia femenina sirviera en concreto para llegar a algo, ¿sabes? Yo espero que sí, que esa idea esté cambiando. A mí las mujeres inteligentes me parecen fascinantes y entiendo que mucha más gente lo debe pensar así [ríe].
—La ficción se ha estrenado simultáneamente en más de 240 países y territorios, ¿está preparada para la fama?
—Bueno, a ver, estoy concienciada de que puede ocurrir, pero tampoco estoy preocupada porque hay muchas cosas que piensas que van a ocurrir y después nunca ocurren. Eso me ha pasado un montón de veces, que las expectativas no se cumplen. Así que estoy concienciada, pero también calmada, observando qué pasa. Intento no anticiparme a las cosas.
—¿Le preocuparía encadenarse a un personaje durante cuatro o cinco temporadas?
—No, no me preocupa en absoluto porque creo que como actriz estoy trabajando en un abanico de registros bastante amplio.