Un estudio de la Universidad de Cambridge advierte sobre la temperatura durante la próxima estación
19 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A falta de un mes para arranque oficialmente el verano en el hemisferio norte, el tiempo en Galicia no está siendo precisamente estival. Más bien al contrario. Las temperaturas son bajas para la época del año. Por ello, a muchos les sorprenderá que haya una posibilidad real de que la próxima estación pueda ser la más calurosa en 2.000 años. Eso sí, se trata de un pronóstico a nivel global, aunque hace solo unos días el programa científico Copernicus de la Unión Europea informó de que el trimestre junio, julio y agosto será muy cálido en Europa, también en la Península. Esta nueva predicción se apoya en el hecho constatado de que el pasado verano fue el más cálido en dos milenos, según un artículo que acaba de publicarse en la revista Nature.
La ciencia ya había desvelado que la estación veraniega del 2023 fue la más calurosa desde 1850. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Cambridge han conseguido retroceder mucho más atrás gracias a los anillos de los árboles, un testigo natural que no solo permite viajar al pasado, sino que aporta información tan precisa como el clima que había en una determinada época del año. «Cuando se analiza el largo recorrido de la historia, se puede ver lo dramático que ha sido el reciente calentamiento del 2023», explica Ulf Büntgen, del Departamento de Geografía de Cambridge y autor del artículo.
El estudio reconoce el papel que ha desempeñado la influencia de El Niño no solo en las altas temperaturas que se registraron durante el verano, sino en todo el 2023. El valor global superó 1,54 grados la media del período 1850-1900, rebasando por primera vez el límite de seguridad fijado en el Acuerdo de París en 1,5 grados.
Ahora, el Pacífico se encuentra en un proceso de transición hacia la fase fría, pero la inercia de las aguas tan cálidas en el sistema climático mundial todavía permanece. Esto es lo que lleva a pensar que el próximo verano puede ser incluso más caluroso. «En los últimos 60 años, el calentamiento global causado por las emisiones de gases de efecto invernadero está provocando que los fenómenos de El Niño sean más fuertes, lo que da como resultado veranos más calurosos. Se espera que el verano de 2024 vuelva a batir récords de temperatura», sostienen los investigadores.
El Instituto Berkeley de la Tierra, con sede en California, publicó la semana pasada su informe de seguimiento sobre la evolución de la temperatura mundial. «Actualmente estimamos un 62 % de posibilidades de que el 2024 sea más cálido que el 2023. El documento también asegura que la anomalía global de los últimos doce meses asciende a 1,65 grados sobre el período preindustrial.
Verano del año 246
La reconstrucción climática de los últimos 2.000 veranos sitúa la estación del 246 como la más cálida anterior a la era instrumental, cuando el Imperio Romano dominaba en Europa. De hecho, alrededor de ese año comenzó el llamado Período Cálido Romano que se extendió hasta el 450. Sobre aquel suceso se sabe, por ejemplo, que en la Península las temperaturas fueron más altas que las actuales, aunque no a nivel global. La media mundial fue 1,2 grados más fría que la del 2023.
«Muchas de las conversaciones que tenemos sobre el calentamiento global están ligadas a una temperatura de referencia de mediados del siglo XIX , pero ¿por qué es esta la temperatura de referencia?. ¿Qué es normal en el contexto de un clima en constante cambio cuando apenas disponemos de 150 años de mediciones. Solo cuando analizamos las reconstrucciones climáticas podemos poner en contexto el reciente cambio climático antropogénico», apunta Büntgen.
Este viaje en el tiempo también ha permitido confirmar las malas condiciones que hubo en el año 536, que ha pasado a la historia como el «peor año para estar vivo». Se registró el verano más gélido de los últimos dos milenios, 3,93 grados más frío que el del 2023. Una potente erupción volcánica inyectó cenizas en la estratosfera, impidiendo el paso de los rayos solares. El drástico cambio climático generó un intenso período de sequías y hambrunas alrededor del mundo que provocó una de las tres plagas más devastadoras de la historia, la de Justiniano. Empezó en el 541 y que llegó a matar unas diez mil personas cada día. Hasta 590 siguieron sucediéndose algunos brotes que acabaron con la vida del 25 % de la población.