España, en déficit ecológico

j. a. gonzález MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Alejandro Martínez Vélez | EUROPA PRESS

La fecha se ha adelantado cinco días en comparación con los datos del 2023

21 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Oficial: España entra en números rojos. Números rojos ecológicos, exactamente. Desde este lunes 20 de mayo, el país ha consumido todos los recursos naturales que le corresponden para este año. Esto significa que entra en «déficit ecológico» y lo hace cinco días antes que en el 2023. El año pasado, el día que pasó a deber recursos naturales fue el 25 de mayo.

 «El sistema actual es totalmente inviable para sostener la vida en la Tierra», lamenta Adriana Espinosa, responsable de Recursos Naturales y Residuos de Amigos de la Tierra. La fecha la fija la organización Global Footprint Network dividiendo la biocapacidad del planeta, es decir la cantidad de recursos ecológicos que el planeta es capaz de generar cada ejercicio a través de las Cuentas Nacionales de Huella y Biocapacidad de la Universidad de York, entre la demanda de estos recursos por parte de la humanidad. Un resultado que, finalmente, se multiplica por el número de días de cada año.

El año pasado, la Tierra entró en números rojos ecológicos el 2 de agosto, este año la fecha se conocerá el próximo día 5 junio. Sin embargo, los países desarrollados llegan a este límite mucho antes de conocer la fecha global. Pero el caso de España no es el más grave. La Unión Europea consumió todos sus recursos el pasado 3 de mayo. «Es de vital importancia limitar el uso indiscriminado de materiales y energía para adecuarnos a la capacidad que nuestro planeta tiene para regenerarse», advierte Espinosa.

Según esta organización ecologista, la cantidad de combustibles fósiles, biomasa y minerales utilizados por los países de la Unión Europea duplica los límites que «pueden considerarse seguros y sostenibles». Además señalan que el modelo actual es un sistema injusto y desigual: mientras que los 1.200 millones de personas más pobres son tan solo responsables de un 1% del consumo mundial, los mil millones de personas más ricas consumen el 72%.

«La crisis ecológica y social actual no admite medidas cosméticas. La Unión Europea debe abandonar ya el dogma del crecimiento ilimitado», destaca Espinosa. «Lo utópico es creer que podemos seguir consumiendo al ritmo actual sin que haya consecuencias sociales y ambientales desastrosas».