Uno de cada cuatro médicos está «quemado» y eso agrava el riesgo de que cometa errores

La Voz MADRID / EFE

SOCIEDAD

Manifestación en el centro de Barcelona convocada por el sindicato Infermeres de Catalunya para reivindicar condiciones de trabajo dignas
Manifestación en el centro de Barcelona convocada por el sindicato Infermeres de Catalunya para reivindicar condiciones de trabajo dignas Quique García | EFE

Las incapacidades temporales entre los sanitarios llegaron al 9 % al acabar la pandemia

28 may 2024 . Actualizado a las 19:44 h.

El burnout o síndrome del quemado por desgaste profesional, que afecta a uno de cada cuatro médicos españoles y puede llegar al 40 % de los profesionales de algunos servicios como las ucis, incrementa exponencialmente las bajas laborales, lo que puede conducir a «un mayor riesgo de mala calidad en la atención y a errores clínicos».

Es la principal conclusión del cuarto y último bloque del Informe bienal de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) 2024, «Salud y bienestar del personal sanitario: condiciones de empleo y de trabajo más allá de la pandemia», en el que analiza la problemática de salud laboral del personal sanitario en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

Según sus autores, detrás del burnout, entre otros problemas de salud mental de los profesionales sanitarios españoles, están sus condiciones laborales, como las largas jornadas de trabajo o los turnos rotatorios y nocturnos.

Actualmente, alrededor de 1,3 millones de personas (el 70% de ellas mujeres, que se han duplicado desde 2008) trabajan en actividades sanitarias en España, lo que supone el 10 % de la población activa.

Las organizaciones sanitarias, especialmente los hospitales, son lugares de trabajo «de enorme complejidad», con condiciones que «se han precarizado», especialmente las ocupaciones más jerarquizadas, lo que los expone a numerosos riesgos laborales, fundamentalmente ergonómicos y psicosociales.

«Esto provoca frecuentes trastornos musculoesqueléticos y mentales» y una alta prevalencia de burnout. Según el estudio «Prevalencia del síndrome de burnout en médicos que trabajan en España: revisión sistemática y metaanálisis», este desgaste afecta a uno de cada cuatro médicos, aunque puede llegar hasta el 40 % en el personal de algunos servicios como los de cuidados intensivos.

La pandemia, y sus consecuencias en los últimos 3 años, «ha tensionado de forma extrema al sistema sanitario», que se ha traducido en una alta frecuencia de incapacidades temporales, que han alcanzado el 9 % tras la crisis sanitaria.

Y ello ha creado «tensiones insostenibles en la gestión de las personas que deben prestar la asistencia sanitaria», lo que puede conducir a «un mayor riesgo de mala calidad en la atención y a errores clínicos» que podría tener consecuencias negativas en la seguridad al paciente.

En este contexto, las mujeres suman las desigualdades laborales, ocupando puestos «peor remunerados y de menor prestigio»: según la OMS, ocupan el 90 % de los puestos de técnicas auxiliares de enfermería, mientras que solo suponen el 65 % de los médicos y el 25 % de los puestos directivos.

Asimismo, tienen menos probabilidades de estar a tiempo completo y más probabilidad de recibir salarios más bajos, a lo que se añade «una doble carga de trabajo» al tener que compaginar su empleo con las tareas domésticas y de cuidados.

«La pandemia del covid-19 ha puesto en evidencia la resiliencia del personal sanitario», argumentan los autores, que piden, no obstante, «no olvidar la necesidad de tener, sobre todo, organizaciones resilientes», con capacidad para «anticipar, prepararse, responder y adaptarse a cambios acelerados y a interrupciones repentinas, presentes y futuras».

Advierten que las crisis sanitarias seguirán sucediendo, como la actual provocada por la emergencia climática, «ahora muy visible con los efectos de las olas de calor sobre el exceso de mortalidad», y donde la capacidad de respuesta del personal sanitario «será de nuevo esencial para apoyar las políticas públicas de mitigación, adaptación y compensación».

Para mejorar las condiciones de estos trabajadores, los investigadores proponen la creación de un Observatorio sobre las Condiciones de Trabajo, Empleo y Salud del personal sanitario en el SNS, que recoja de manera continua y sistemática toda la información sobre las experiencias que van desarrollando las organizaciones sanitarias en materia de salud laboral.