María Patiño: «Al principio me costó reírme de mí misma, pero ahora estoy encantada»

j. moreno REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La periodista presenta «Ni que fuéramos Shhh», que este lunes llega en directo a la cadena temática Ten

03 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un período largo de descanso después de su salida de Mediaset, la periodista María Patiño (Ferrol, 52 años) vuelve con fuerza como presentadora de Ni que fuéramos Shhh, la continuación del extinto Sálvame. Tras su estreno digital en YouTube y Twitch a través del canal Quickie, salta a la televisión en abierto a partir de este lunes (en directo de 16 a 19 horas) en la cadena temática Ten.

—¿Cómo afronta este nuevo proyecto?

—Se lo digo a todo el mundo, pero es que es verdad. Con más ilusión que nunca. El ingenio siempre nace de la falta de recursos. Me pasó cuando empecé a trabajar en una agencia, que tenía que trabajar para hacer las preguntas en un tiempo limitado con un personaje que no estaba a tu disposición; o en Socialité, un programa muy pequeño que creció hasta llegar al 18 % de share. Para mí es fundamental sentirme viva, porque todo lo que sea cómodo o fácil me aburre.

—¿No le costó aceptar?

—No me costó nada. Me lo dijeron a través de una videollamada y sin preguntar nada dije que sí. Yo he tenido muy buena suerte en televisión, y quizás he estado mal acostumbrada, pero siempre me han dejado ser yo. Entonces, ahora veo complicado adaptarme en determinadas situaciones que yo veo en la tele. Otra cosa es que me adaptaría como cualquier trabajador. Este tiempo sin trabajar ha sido muy importante para mí. Me he recuperado, porque estaba agotada. Si no me llegan a frenar, creo que hubiese tenido problemas a nivel personal. No había parado desde hace 25 años. Y también quiero ser sincera, este nuevo programa es una inversión de mis jefes y puedo hacer frente a eso gracias al respaldo que tengo tras haber trabajado como una burra tanto tiempo. Ahora mismo mi prioridad no son los beneficios; mi prioridad es contar las cosas como aquí se cuentan y como las cuento yo.

—¿Por qué cree que quizás esa forma de trabajar que defiende no encaja en otros canales?

—No lo sé, pero a lo mejor sí que encajaría. He trabajado con Ana Rosa Quintana, Jaime Cantizano, Inés Ballester... Y siempre he sido yo. A mí lo de los colores blancos, azules o negro... A mí no me han llamado para contar conmigo, entonces tengo la sensación de que mi perfil a lo mejor no encaja, pero es lo que hay.

—En todo este tiempo sin trabajar, ¿qué ha sacado en claro?

—A mí me ha ayudado mucho a tener un radar todavía mucho más agudizado del que tenía. De saber quién me gusta y quién no me gusta. De tener un concepto de la realidad que yo tenía demasiado idealizado de este mundo. De meterme en minas o no que no me compensan. Me ha ayudado una barbaridad, lo digo de verdad. Esto va a sonar fatal, no me alegro de lo que pasó, pero creo que hoy daría hasta las gracias. Me ha ayudado mucho, sobre todo a crecer. Sigo siendo la misma, no hay otra María.

—Confesó haber sido adicta al trabajo y tuvo que pedir ayuda psicológica. ¿Se arrepiente de haber dedicado tanto tiempo a la televisión y menos a la vida personal?

—Es que si me arrepiento, ya está hecho. A mí eso me ha ayudado mucho a crecer profesionalmente. Ha habido veces que, por circunstancias que no vienen a cuento, cinco minutos antes de un programa me han dicho: toma el guion y presenta programas que no son de corazón (Sálvame Fashion Week o Mediafest) ¿Y sabes lo que es para mí coger y mirar a cámara y hacerlo? Pues me quedo con eso, no con el desgaste que sufrí.

—¿Está decepcionada con Mediaset por cómo gestionó la cancelación?

—A lo mejor esto es una cosa muy infantil por mi parte, pero me han dado tantas oportunidades en esa cadena y he crecido tanto profesionalmente... Me he sentido libre. No tengo un sentimiento feo. ¿Lo podían haber hecho de otra manera? Sí, pero a mí no me ha afectado. ¿Les ha afectado a ellos? Lo valorará el público. Tendrán que valorar si a nivel de comunicación les ha compensado o no, pero yo ahí ni quiero entrar y no tengo que pasar factura a nadie.

—En su caso, continuó con «Socialité» hasta finales de año como presentadora. ¿Cómo fue esta etapa en la que le estaban abriendo la puerta de salida de Telecinco?

—Sentía que ya no pintaba. De hecho, creo que fue una buena decisión la que tomaron. Además, agradezco personalmente que me la comunicaran. Fue una decisión acertada. Te sientes en tierra de nadie y, sobre todo, empecé a tener cierta inseguridad.

—Es la reina de los memes en redes sociales. ¿Cómo se los toma?

—Se me acerca muchísima gente joven por eso. Al principio me costó reírme de mí misma. Decía aquello de que solamente doy información, pero ahora estoy encantada.