Sorrizo, el puerto escondido

SOCIEDAD

En la recortada costa de Arteixo se descubre un pequeño escondite de gran valor geológico. Fue lugar de naufragios y de botellas con mensaje. Aquí la playa es la tribuna y el mar el escenario con un marco de rocas.

08 jun 2024 . Actualizado a las 09:37 h.

Hay dos formas de mirar el océano Atlántico. Una es buscar un punto elevado y otear la línea del horizonte libre de marcos, como un lienzo ininterrumpido. Otra es ponerle al mar un telón de rocas y arena, un teatro donde la playa es la tribuna y el agua el escenario. Hay infinitos rincones así en Galicia, de los abiertos y los discretos. Entre los primeros, la playa de Barrañán, el magno arenal de Arteixo donde el viento y las olas oceánicas no toman ni un respiro. Pero a pocos minutos a pie, caminando por el litoral hacia el oeste, se llega a uno de esos teatros naturales, reflexivos, íntimos, donde el oleaje y el viento bajan los decibelios para poder escucharse a uno mismo.

Estamos en Sorrizo, donde nadie emplea el nombre de playa sino que se mantiene el de puerto. Con el buen tiempo aquí las barcas de los residentes se amarran con largas cuerdas desde la orilla para afrontar la temporada de pesca. Es una tradición secular. Este puerto contrasta con el gran muelle exterior de punta Langosteira para grandes cargueros, a 23 kilómetros en carretera desde aquí, pero a unas pocas millas en línea recta a través del mar.

Sorrizo es también una máquina del tiempo, un templo para los geólogos, ya que estamos ante una playa fósil cuya forma de escondite ha facilitado la conservación de los estratos marcados por las alteraciones del nivel del mar durante millones de años.

Sorrizo es un planeta escondido con multitud de interesantes satélites. Si desandamos una parte del camino hacia Barrañán descubrimos el Porto da Bendición, también llamado Salseadoiro das Bestas, donde antiguamente lavaban los caballos. Y si caminamos hacia Caión podemos localizar la cascada de Augacae, un topónimo sincero que vierte directamente al mar.

El historiador local Xabier Maceiras, que celebrará un roteiro en esta zona el 15 de junio, apunta que este entorno era un lugar de pudientes por la cantidad de pazos que aquí se levantaron. Hoy sobrevive el de As Covadas. Maceiras también cita el de Gondreu, de la familia Pombo, que en 1750 se instaló en Nueva Granada, la actual Colombia. De esta saga oriunda de Arteixo nacería en 1833 Rafael Pombo, escritor y uno de los máximos representantes del romanticismo literario.

Este puerto-playa esconde también sus historias de naufragios, como el del Unión, una embarcación que había partido de la vecina Caión (A Laracha) y que se hundió ante estas rocas en mayo de 1933 dejando cinco marineros muertos.

También hay historias bonitas, como la recogida por el propio Maceiras. «En xaneiro do 2011 un neno atopou unha botella cunha mensaxe no interior, era de dúas rapazas francesas que a botaran ao mar cando estaban de visita na Coruña o verán anterior», relata el historiador. El hallazgo valió para que el joven, de nombre Iago, mantuviese contacto con las chicas, una de ellas residente en Las Vegas.

En el haber de Xabier Maceiras hay un significativo descubrimiento: la capilla de San Mamede, levantada en esta costa. «Pero foi destruída e as pedras usáronse para ampliar a igrexa de San Pedro de Sorrizo, é algo moi visible neste templo», afirma.

Este rincón será menos escondido a partir de la próxima semana. El Ayuntamiento de Arteixo abrirá un centro de interpretación para desentrañar las características de este tramo de costa en un moderno edificio ubicado a pocos metros del puerto y que se llamará Mar de Sorrizo.

Una playa fósil

Son visibles los estratos en las paredes que marcan las subidas del mar.

Centro de interpretación

Se inaugurará la próxima semana. Recoge información del entorno.