El Arzobispado de Burgos recurrirá a la Justicia si las monjas excomulgadas no abandonan el convento de Belorado

La Voz REDACCION / AGENCIAS

SOCIEDAD

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y la secretaria de la Federación de las Hermanas Clarisas de Ntra. Sra. de Aránzazu, Carmen Ruiz.
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y la secretaria de la Federación de las Hermanas Clarisas de Ntra. Sra. de Aránzazu, Carmen Ruiz. Tomás Alonso | Europa Press

La institución religiosa no ha establecido un plazo y «tendrán paciencia, pero llega un momento en el que la paciencia tiene que transformase en acciones»

24 jun 2024 . Actualizado a las 16:47 h.

El Arzobispado de Burgos iniciará acciones legales si las diez «exmonjas clarisas» de Belorado y Orduña excomulgadas el sábado no abandonan voluntariamente el monasterio, para lo que les ha concedido un plazo «prudencial» que no ha concretado.

El arzobispo Mario Iceta, como comisario pontificio y representante legal de los conventos de Belorado, Orduña y Derio de las Clarisas, ha explicado que una vez excomulgadas y expulsadas de la vida consagrada, las diez exmonjas «no tienen derecho legal a permanecer en los monasterios, por lo que deben marcharse».

Iceta acompañado por la secretaria de la Federación de Hermanas Clarisas de Nuestra Señora Aránzazu, Carmen Ruiz; el vicario judicial de la archidiócesis, Miguel Gómez y Rodrigo Saiz, director del Departamento de Asuntos Jurídicos del Arzobispado, ha explicado en una rueda de prensa las acciones próximas que tomará su institución.

«Se les envió una comunicación aclarando la situación», aseguraba Iceta, aunque cree que saben perfectamente que si salen de la Iglesia deben abandonar los monasterios pues son bienes eclesiásticos que pertenecen a las comunidades. El arzobispo ha insistido en que llevarán de un modo «tranquilo y sereno» el requerimiento de salida del convento, y les darán un «plazo prudencial», pues no quieren actuar de un modo precipitado.

«Esperemos que ellas se den cuenta de que al no ser religiosas no pueden permanecer en el monasterio», ha insistido, y barajan esperar hasta los primeros días de julio, pero sin un plazo aún establecido. Iceta ha señalado que «tendrán paciencia, pero llega un momento en el que la paciencia tiene que transformase en acciones» y repitió en varias ocasiones en que se verá «cómo fluyen los acontecimientos» para tomar futuras decisiones.

Menos paciencia va a tener el arzobispo con el falso obispo Pablo de Rojas, excomulgado en el 2019 y fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apóstoli, y el también falso cura José Ceacero, al que ya se les requirió formalmente que abandonaran el monasterio y continúan allí de forma «fehaciente y contumaz».

«Va a haber una diferencia grande entre las hermanas y estos dos», ha apuntado Iceta, pues tras cuatro semanas sin atender los requerimientos del arzobispo, serán los servicios jurídicos los que les instarán judicialmente a que se marchen.

Mario Iceta ha asegurado que solucionar de forma pacífica y extrajudicial el conflicto que han generado ante su salida «libre y personal» de la Iglesia católica, depende de ellas, al tiempo que no reconoce la comisión que han nombrado las exreligiosas para mediar, formada por un despacho de abogados de Santander.

«Siempre se va a actuar de modo pacífico. Si se avienen a la ley, adelante; si no, un juez tendrá que hacer que prevalezca la ley», ha alertado.

De ahí que «de no producirse una salida voluntaria en fechas próximas, los servicios jurídicos no tendrán más remedio que iniciar las acciones legales a las que haya lugar», ha insistido, pues solo la Santa Sede puede alterar la naturaleza eclesiástica de unos monasterios que llevan seis siglos al servicio de las clarisas «y así tienen que seguir».

La prioridad de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu es la situación de las hermanas más mayores, la previsión es atender a estas hermanas en el mismo Monasterio de Belorado, desplazando a algunas monjas procedentes de otros conventos de la Federación.

Fachada del convento de Belorado en el que permanecen las clarisas con el falso obispo Pablo de Rojas.
Fachada del convento de Belorado en el que permanecen las clarisas con el falso obispo Pablo de Rojas. Iratxe Rodríguez | EFE

Sin liquidez en las cuentas

Como comisario pontificio, el arzobispo Mario Iceta ha asumido el control total del monasterio en términos religiosos, patrimoniales y económicos y, en estos últimos, pese que todavía tiene una «visión muy incompleta porque faltan muchas piezas del puzle», sí que han detectado que las cuentas intervenidas tienen un «saldo muy limitado».

En la comparecencia se ha explicado que el pasado sábado, 22 de junio, se requirió a la exabadesa Laura García toda la información económica necesaria para el sostenimiento de la vida ordinaria en el monasterio y el cumplimiento de las obligaciones laborales, tributarias y fiscales que afectan a los monasterios.

No se han detectado movimientos anómalos, ni creen que se hayan producido, ha matizado Iceta, pero solo han encontrado un saldo de 6.000 euros, insuficiente para hacer frente a los pagos ordinarios, por lo que será necesario inyectar liquidez a través de las cuentas de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu.

Mario Iceta ha recordado que la excomunión es reversible, siempre y cuando las exmonjas pidan perdón y realicen todo el trámite para volver a la Iglesia católica.

El Arzobispado no pierde la esperanza y mantiene las manos tendidas: «las esperamos y rezamos por ellas, pero la legalidad es la legalidad», ha apuntado.