La Comunidad Israelita de Oporto, investigada por corrupción, acusa a António Costa de antisemitismo

SOCIEDAD

«Hay una historia de animosidad contra los judíos», aseguran
10 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La de António Costa es «una historia de animosidad contra los judíos y su comunidad», a la que ha intentado «atacar en su país natal durante su primer mandato como primer ministro», acusó el presidente de la Comunidad Israelita de Oporto (CIP), Gabriel Senderowicz. Lo hizo en el periódico Jewish News Syndicate, después de la publicación del libro ¡El plan! La vida judía bajo amenaza en Europa, un archivo en el que se tilda de antisemita al ex primer ministro socialista y recién nombrado presidente del Consejo Europeo, así como a diversas élites de la sociedad lusa, advirtiendo de que es «vital que los europeos conozcan la verdadera identidad e ideología de Costa y de que el mundo judío comprenda los peligros para sus comunidades en el continente». Varios medios proisraelíes se han hecho eco de esta publicación y de sus declaraciones, según recoge el semanal luso Expresso.
El texto también denuncia la «naturaleza soviética» del Gobierno de Costa frente a los judíos, señalando concretamente al exministro de Exteriores, Augusto Santos Silva, y a la exministra de Justicia, Francisca Van Dunem: «Los socialistas son expertos en situar a los judíos bajo el foco como especuladores, parásitos y mentirosos», se lee en el texto de 75 páginas, en el que se apunta al Ejecutivo de Costa por haber manipulado y controlado la Embajada de Israel. Todo, en referencia a la Operación Puerta Abierta, que en el 2022 llevó a la Policía Judicial a registrar las dependencias de la CIP para esclarecer el proceso de concesión de la nacionalidad portuguesa al oligarca ruso Roman Abrámovich. Entonces, el líder religioso de la organización fue detenido y puesto en libertad, mientras que el abogado y directivo de la institución, Francisco Almeida Garrett, resultó imputado en el marco de un posible caso de corrupción, falsificación documental, blanqueamiento, fraude fiscal y tráfico de influencias. La investigación se había iniciado después de que la CIP certificara más de 40.000 sefardíes (28 diarios de media) entre el 2015 y el 2020, período en el que también recibió cuantiosas donaciones.
Por su parte, el ente homólogo en la capital portuguesa, la Comunidad Israelita de Lisboa, no tardó en reaccionar en sus redes sociales, donde expresó su «deber y obligación de compartir públicamente que en ningún momento sintió, por parte de António Costa, ninguna señal o manifestación concreta de antisemitismo durante el desempeño de sus funciones». De hecho, desde la CIL recuerdan que el pasado 26 de enero el ex primer ministro recibió en su residencia oficial a sus representantes para atender sus peticiones y recuerdan que, «gracias a su apoyo, la Janucá se celebra, año tras año, en la cima del Parque Eduardo VII». Sí puntualizan sus reservas sobre la reciente Ley de la Nacionalidad, que dificulta la naturalización de descendientes de judíos sefardíes, pero señalan que esta norma se modificó «debido a la alarma pública en torno a noticias que referían presuntos abusos en la emisión y concesión de certificados de nacionalidad por parte de una de las Comunidades Judías en Portugal» y que «no lo hicieron por motivación antisemita».