Rescatan ADN intacto de una mamut, abriendo la puerta a la «resurrección» de la especie
SOCIEDAD
El hallazgo de «fósiles de cromosomas» por un equipo de científicos con participación española supone un hito para la ciencia. «No solo hemos visto qué genes estaban activos, sino también por qué»
11 jul 2024 . Actualizado a las 18:44 h.¿Se imagina que vuelven los mamuts a la Tierra? Pues aunque parezca ciencia ficción, estamos ya un paso más cerca. Un grupo de investigadores con participación española ha logrado rescatar ADN intacto de una hembra que murió hace 52.000 años en Siberia. El equipo, que cuenta con la participación de científicos del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG) y el de Regulación Genómica (CRG), ambos en Barcelona, ha analizado durante cinco años los restos del animal, que halló el sueco Love Dalén en el 2018 en el permafrost siberiano.
No era la primera vez que se encontraban restos de este animal, extinguido hace solo 3.700 años. Pero lo que fascinó al científico afincado en Cádiz fue que estaban «extraordinariamente bien preservados». «Probablemente es la muestra mejor conservada que me he encontrado», explicó el investigador en la Universidad de Estocolmo. En concreto, lo que se localizó fue una oreja, que inmediatamente fue enviada al laboratorio, donde durante cinco años ha sido sometida a diversos procedimientos que han permitido rescatar ADN intacto.
En esa oreja fosilizada los investigadores se encontraron con un impresionante trozo de genoma. Normalmente se representa como una especie de línea donde hay todo tipo de letras. Y hasta este momento, casi todos los fragmentos rescatados tenían unos cien caracteres. Sin embargo, la oreja de la mamut tiene cientos de millones, tal y como ha detallado el genetista Marc Martí Renom, uno de los líderes del estudio, publicado este jueves en la revista Cell.
La razón de que los cromosomas estuvieran tan bien conservados está en el frío y la desecación sufrida por la oreja. Las células de su piel quedaron atrapadas, lo que impidió que los trozos de ADN se desperdigaran. Al examinar estos cromosomas fósiles, que proceden de la piel del mamut, vieron qué genes estaban activos, lo que se denomina compartimentalización cromosómica, y para la mayoría el estado de actividad coincide con el que los investigadores observaron en la piel de elefantes modernos. Compartían muchas características, entre ellos, los bucles de cromatina, que son importantes por que acercan las secuencias de ADN activadoras a sus objetivos genéticos. «No solo nos muestran qué genes estaban activos, sino también por qué», explicó Martí Renom.
A un paso de volver
Los investigadores han señalado que los cromosomas fósiles «han cambiado las reglas de juego», porque conocer su forma hace posible ensamblar la secuencia completa de ADN de criaturas que se extinguieron. Dado que los cromosomas fósiles pertenecían a un mamut lanudo, una de las primeras cosas que hicieron los investigadores fue determinar el número de cromosomas. «Encontramos que tienen 28 pares de ellos, lo que tiene mucho sentido, porque eso es lo que tienen los elefantes modernos, y son los parientes vivos más cercanos del mamut lanudo», sostiene el coautor principal e investigador del CNAG Juan Antonio Rodríguez.
Esto abre la puerta a una posible «resurrección» de estos animales, un proyecto que ya se anunció en el 2022. Entonces, la empresa Colossal, en cuyo consejo científico asesor están tres coautores del estudio, entre ellos el sueco Love Dalén, buscaba inversores para llevar a cabo esta labor. No se trata de crear fotocopias, si no de sustitutos modificados genéticamente, aseguran los implicados, que tampoco son partidarios de crear ningún parque temático con ellos.