La ley antitabaco sale a consulta sin mención alguna a la subida de precios

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Aunque Sanidad sigue sin aclararlo, las entidades implicadas dan por hecho que las terrazas de los bares serán objeto de restricciones porque entiende que al margen del tabaco que se consume en ellas sirven como un escaparate que normaliza fumar
Aunque Sanidad sigue sin aclararlo, las entidades implicadas dan por hecho que las terrazas de los bares serán objeto de restricciones porque entiende que al margen del tabaco que se consume en ellas sirven como un escaparate que normaliza fumar Marcos Miguez

El anteproyecto no especifica en que espacios se va a prohibir fumar

18 jul 2024 . Actualizado a las 10:25 h.

El Ministerio de Sanidad sacó este miércoles a consulta pública previa la ley 28/2005 de medidas sanitarias frente al tabaquismo. Al igual que ocurrió en abril con el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo, sale a la luz sin mención alguna a la subida de precios que entidades científicas y asociaciones ven como herramienta ineludible.

Que Sanidad no incluya este punto de manera expresa de momento no significa demasiado porque el texto es simplemente un esbozo de líneas generales que deberá concretarse y enriquecerse con las aportaciones que cualquiera puede hacer desde ayer y hasta el próximo 15 de agosto. Pero las entidades más implicadas en la lucha contra el tabaco se muestran pesimistas, porque el Ministerio de Hacienda, con María Jesús Montero al frente, no ha dado signo alguno de que vaya a transigir con una subida contundente de impuestos que debería dejar la cajetilla en diez euros y equiparar el resto de productos relacionados.

«Me parece lamentable y no lo entiendo porque ella fue consejera de Sanidad en Andalucía. Yo la conocí entonces», se queja Raquel Fernández Megina, presidenta de Nofumadores, una de las asociaciones que está preparando una batería de alegaciones para presentar.

Por lo pronto, el ministerio que encabeza Mónica García justifica la necesidad de reformar la ley porque la reducción del consumo de tabaco se ha estancado y está aumentando el uso de productos relacionados como los vapeadores. También detecta déficits normativos en cuanto a la publicidad y la promoción de estos dispositivos a la que está expuesta la población más joven.

Por eso, Sanidad dice que se hace eco de las demandas de las sociedades científicas para «prevenir el inicio de consumo de tabaco y productos relacionados» y «reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco y productos relacionados en espacios públicos y privados y reducir la huella ecológica». Aunque lo hace con lo que parece poco más que una declaración de intenciones. Señala que la propuesta va en línea con las estrategias del ámbito internacional, que buscan «generaciones libres de tabaco», pero concreta muy poco. Se refiere a la «promoción de espacios saludables y sin humo en ambientes comunitarios y sociales», anuncia «mejoras en el régimen de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco y relacionados» e incluso promete «restricciones en el régimen de venta y consumo de los cigarrillos electrónicos con o sin nicotina y productos a base de hierbas para fumar».

Numerosas demandas

Para Nofumadores este documento es «lo qué se quiere hacer» y entiende que, posteriormente, también se sacará a exposición el proyecto de ley en el que quede reflejado «cómo se va a hacer». Pero, según explica su presidencia, al igual que ya pasó con los influencers, temen que la legislación se quede muy corta. Para Raquel Fernández la ampliación de espacios sin humo resulta vital, particularmente en las terrazas de hostelería «no solo por una cuestión de salud pública, sino educativa». Es necesario alejar de ellas el tabaco «para conseguir esa desnormalización del hábito de fumar». Y no solo eso, propone extender la prohibición a playas, piscinas, parques naturales y, en general, cualquier aglomeración de personas como puede ser un concierto, una cola o la cabalgata de reyes. Incluso hay ciertos ámbitos privados, como las viviendas compartidas, donde ya han detectado conflictos a causas del tabaco porque choca la inviolabilidad del domicilio con el derecho que también tienen los moradores de no respirar el humo de sus vecinos.

La entidad que encabeza Fernández, junto a otras del sector, también incide en acabar con el coladero de los clubes de fumadores y sacar el tabaco de las marquesinas o andenes del transporte público. Apuesta por la equiparación legal de todos los productos relacionados y por restringir los puntos de venta de los vapeadores, con o sin nicotina.