La organización Ecos do Sur alerta con motivo del Día Mundial Contra la Trata de Personas de que la agresividad es cada vez mayor por la «pornificación de la realidad»
29 jul 2024 . Actualizado a las 17:51 h.En Galicia, los hombres que recurren a la prostitución son cada vez más jóvenes, más violentos y la normalizan como una alternativa de ocio. Así lo apunta un estudio realizado por la organización Ecos do Sur, con motivo del Día Mundial Contra la Trata de Personas que se celebra este 30 de julio. La investigación recoge datos y testimonios de mujeres explotadas sexualmente en clubes y pisos de Galicia.
El acceso cada vez más temprano a la prostitución y la violencia ejercida al tomar de ejemplo la pornografía amplifican esta problemática ya que, «el cliente joven suele repetir y adquiere un hábito que mantendrá el resto de su vida». De esta manera, se extiende la demanda de prostitución y, por lo tanto, continúa la explotación sexual y la deshumanización de mujeres vulnerables.
Prostitución como rito de iniciación sexual
Desde Ecos do Sur apuntan al descenso progresivo de la edad con la que los hombres acceden a la prostitución. Según explican, la motivación más común es la presión de grupo, acudiendo a un prostíbulo como «rito de paso» al cumplir la mayoría de edad, o para iniciar su vida sexual, en muchas ocasiones acompañados por familiares o amigos.
Una de las mujeres entrevistadas por la organización recordaba que en una ocasión tuvo un chico que iba a cumplir los dieciocho años y su padre lo llevó. «Para mí fue difícil porque pensaba en mi hijo. Fue traumático». Estos chicos que acuden con la mayoría de edad recién cumplida llegan «muy nerviosos, con complejos en sus relaciones y sobre sí mismos, relacionados con los imperativos de la masculinidad tóxica» y, al pagar a estas mujeres, buscan en ellas el rol de «profesoras». En los pisos, la edad incluso se rebaja, con presencia de menores que acuden a estas localizaciones donde el control de la edad es menor.
Este problema se extiende en el tiempo, ya que quienes tienen esta experiencia por primera vez, en la mayoría de casos vuelven. «Los que van por primera vez, repiten, porque van ganando más experiencia. ¡Uy, cómo repiten! El cliente joven repite y después continúa el resto de su vida», explica una de las entrevistadas.
En el estudio, la organización advierte de que existen foros en los que los más «veteranos» tutorizan a los más jóvenes, explicándoles cómo detectar si una mujer está en situación de necesidad para lograr una rebaja en el precio. El tono que impera en estas conversaciones es de desprecio, cosificación y agresividad.
Borrachos, agresivos y con el porno como referencia
Las mujeres entrevistadas apuntan a que estos jóvenes acuden con una actitud de alta exigencia y con agresividad, muchas veces acentuada por el consumo de alcohol o drogas. «Algunos son muy agresivos. Son chavales que andan con la droga, que llegan ya un poco violentos. Sienten que somos un objeto», explica una de ellas. En los últimos años, el consumo de drogas como la cocaína se ha incrementado en Galicia alcanzando un máximo histórico de un 14,1 %, según los datos del Plan Nacional sobre Drogas. Las propias mujeres entrevistadas son testigos de este incremento y apuntan que «comparado con hace diez años, ahora vienen peor. Son más agresivos porque beben y se drogan».
Estas mujeres señalan que estos jóvenes «tienen más fantasías» y «si una mujer no quiere hacer una posición que ellos quieren ya se ponen agresivos. Quieren guerra, están borrachos y generan problemas».
De acuerdo con datos del estudio de la Universidade de Santiago de Compostela, La percepción de la pornografía entre los jóvenes adolescentes en Galicia el 48% de los menores gallegos comienzan a ver pornografía antes de los 12 años. En su informe, Ecos do Sur apunta que «la exposición a contenidos extremos y el consumo compulsivo de pornografía desde edades tempranas están directamente relacionados con la exigencia agresiva y el consumo de prostitución». A falta de educación sexual, la pornografía actúa como referente.
De esta forma, se crea una «pornificación de la realidad», en la que estos jóvenes acuden a la prostitución para satisfacer sus fantasías e intereses sexuales basados en lo que ven en el contenido pornográfico. Una de las entrevistadas explica que ella marca los límites, «pero los jóvenes dicen: "yo pago por esto, tienes que hacer lo que quiero". Entonces yo me salgo». A esto añade que «influyen muchísimo las redes sociales y los vídeos [porno]. Se ponen a buscar y te piden cosas específicas, te dicen yo quiero eso y van con la chica que haga eso». Otra de ellas señala que estos jóvenes «buscan sexo muy libre, como una película porno. Les gusta el vicio sexual. Son viciosos. Piden: "hazme esto, hazme aquello". Yo creo que porque lo ven en las películas».
Explotación de mujeres como alternativa de ocio
Desde Ecos do Sur explican que uno de los problemas del uso de la prostitución por parte de los jóvenes gallegos está en el entender esta como una alternativa de ocio: «Esto les lleva a bloquear completamente la empatía hacia las mujeres en situación de prostitución y a pasar por alto la situación de explotación que viven. Esto se relaciona con sus altos niveles de exigencia hacia ellas».
Las entrevistadas explican que cada vez que hay una celebración o fiesta, aumenta el número de hombres que recurren a la prostitución. «Tuve un caso de un chico que conocí fuera del piso y una vez me dijo: "Uy, si a mí me toca la lotería, lo primero que hago es irme de putas”», señala una de ellas. Con las fiestas de verano, los prostíbulos de la ciudad aumentan su número de clientes y no solo jóvenes. Turistas y mayores también acuden más a prostíbulos en días festivos.
Una campaña para concienciar a los más jóvenes
Desde Ecos do Sur lanzan una campaña para sensibilizar a estos jóvenes que son susceptibles de consumir prostitución. Con el lema, «Se pensas que elas disfrutan, estás delulu!», la organización busca concienciar sobre las consecuencias de la trata de mujeres con fines de explotación sexual.
A través de este vídeo, inspirado en el contenido audiovisual que consume esta generación, desde la organización se dirigen a los jóvenes que acuden por primera vez a la prostitución para invitarles a reflexionar sobre la realidad detrás de la trata.