Olvidan a sus hijos de 3 y 5 años en el bus en Valencia y lo persiguen en taxi durante 40 minutos

Alba López / P. V. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Al darse cuenta de que faltaban los niños pararon a un conductor para pedirle que siguiese el rastro del autocar 28

06 ago 2024 . Actualizado a las 22:21 h.

Puede parecer que olvidarse a los niños es algo impensable, pero ocurre más veces de las que parece. Eso es lo que les sucedió a un matrimonio extranjero en Valencia, que se encontraba de turismo con sus hijos de 3 y 5 años y que se llevó un tremendo susto que acabó con una persecución de película por la ciudad.

Viajaban en un autobús urbano y, al llegar a la céntrica calle Colón para visitar el Palacio del Marqués de Dos Aguas, ambos se bajaron sin percatarse de que se habían olvidado a los niños en el bus.

Tardaron unos segundos en darse cuenta e, inmediatamente, pararon un taxi. Subieron y le ordenaron al conductor que siguiera el vehículo en el que iban los niños, con tan mala suerte de que se equivocaron de autobús, lo que retrasó el periplo para recuperar a sus hijos. Los niños siguieron viajando, en principio tranquilos, aunque después de un par de paradas «comenzaron a extrañarse» por no ver a sus padres.

Algunos de los usuarios del autobús alertaron al conductor, quien rápidamente trasladó la comunicación al centro de control y gestión del tráfico de autobuses de EMT Valencia, el conocido como SAE. La compañía municipal de transportes organizó enseguida un operativo, con dos inspectores y un oficial que custodiaron a los menores en el interior del autobús mientras, al mismo tiempo, se alertaba a la Policía Nacional.

40 minutos después, y antes de que los agentes decidieran trasladar a los menores, aparecieron los padres en un taxi detrás del autobús «tremendamente angustiados, pero profundamente agradecidos», señalan desde la EMT. El centro de control de EMT, como ya estaba alertado, avisó de inmediato al conductor del vehículo donde se encontraban los niños de que los padres venían detrás y «se hizo lo imposible por esperarlos» hasta que llegó el feliz reencuentro familiar.