Helena Aldea, pareja de Miki Nadal, ataca con dureza a su exmujer, Carola Escámez: «Maldad huérfana de inteligencia»
SOCIEDAD

La deportista olímpica, y madre de la primera hija del actor, ha respondido furiosa con un largo comunicado a las insinuaciones: «Hablan porque saben que estaré callada por respeto a una menor»
23 ago 2024 . Actualizado a las 19:04 h.La pareja de Miki Nadal, Helena Aldea, y la exmujer del actor, Carola Escámez, están en pie de guerra. Ha sido su novia actual, y madre de su segunda hija, la que ha soltado la primera bomba. Y, sorprendentemente, lo ha hecho en un texto de amor hacia el intérprete, en el que ha elogiado sus cualidades como padre.
La primera alabanza de Aldea hacia Nadal ya deslizaba una crítica implícita hacia la exmujer del actor. «Te conocí haciendo de padre y madre», empieza su publicación en Instagram sobre el cuidado y educación de su primogénita, la hija que tiene en común con Escámez. Poco después, sus acusaciones hacia la ex del actor ya no son tan veladas. «Has lidiado y lidias con situaciones provocadas por una maldad huérfana de inteligencia», ataca así abruptamente a Carola Escámez, mientras sigue defendiendo la actitud del padre de su hija: «Aún así, siempre has sido un caballero con la infinita prioridad de la felicidad de tu hija».
Las buenas palabras de la empresaria hacia Nadal no se acaban de ahí, y lo define como «un padre con mayúsculas» y «un gran ejemplo de cómo tiene que ser un hombre con una mujer». «Un hombre bueno», recalca, como intentando zafarlo de la sentencia que pesó en su contra en el 2019 por vejaciones leves y reiteradas a su exmujer.
Carola Escámez, por supuesto, no tardó en aparecer para enfrentarse a las insinuaciones que se estaba haciendo sobre ella. Aunque habitualmente muy discreta y alejada de los focos, la deportista olímpica compartió unos largos textos en Instagram en los que se defiende de las palabras de Aldea. «Hablan porque saben que siempre guardo silencio, como todos estos años», comenzó diciendo en su comunicado en redes, «porque saben que estaré callada por respeto a una menor y juegan con esa baza».
En su texto, en el que básicamente defiende su actitud al margen de los focos, recuerda a sus seguidores que «quienes hablan públicamente y filtran, son quienes pasan tiempo (poco, por cierto) con mi hija mayor», y lamenta lo que puede oír su primogénita «de esos adultos sin público, en privado, de su madre».
La deportista defiende que, a diferencia de su ex y su actual pareja, ella se dedica a sus «hijas, familia y amigos 24/7», y que ni se defiende ni ataca en redes sociales porque no necesita «tener likes, ni robados posados, ni fama, ni caer mejor o peor». Además, asegura no tener la necesidad de rebatir acusaciones infundadas. «Los que me conocen y me quieren, que son muchos, lo saben», confirma, a diferencia de «quienes hablan así, que se catalogan ellos solos». Y desiste de atacarlos o de hablar de ellos en pro de la la estabilidad de su propia hija. «Se me caería la cara de vergüenza hacer algo de esta forma», lamenta la olímpica, que afirma que tampoco permitiría que nadie de su entorno hablar así de un familiar de su hija.
De paso, Escámez le lanza un deseo envenenado a la actual pareja de Miki Nadal: «Deseo que tenga la misma felicidad que tuve yo en esa relación. Ni más ni menos», ansía. Y también expresa otro anhelo con cierta ironía: «Que el tiempo que esas personas pasan con mi hija sean capaces de ser tan buenas como aparentan ser en redes sociales».
Helena Aldea no ha respondido a las palabras de Escámez, pero sí ha editado mínimamente el post original, añadiendo una acotación a la primera frase de la publicación, esa que decía «Te conocí haciendo de padre y madre». Ahora, matiza entre paréntesis: «como todo padre y toda madre separados durante su custodia».
La separación entre Miki Nadal y Carola Escámez fue tumultuosa. Y estuvo marcada por una batalla legal encarnizada que se consumó con la condena del actor por vejaciones continuadas entre abril y mayo del 2019. Unas grabaciones telefónicas confirmaban que el cómico llamaba a su entonces mujer «apestosa», «mierda», «payasa», «eres un montón de mierda», «patética», «te vas a follar con cualquiera» o «zorra», entre otros calificativos.
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