Un estudio de BBVA Research sitúa a Galicia entre las comunidades más beneficiadas por el turismo a causa del cambio climático

redacción REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Una escena de este verano de la playa de Silgar en Sanxenxo, que ya es un referente turístico nacional
Una escena de este verano de la playa de Silgar en Sanxenxo, que ya es un referente turístico nacional Lavandeira | EFE

Los destinos tradicionales del sur perderán visitantes a medida que avance el calentamiento

20 sep 2024 . Actualizado a las 18:42 h.

Que Galicia se está convirtiendo en un refugio climático es algo que ya se viene observando en los últimos años, aunque todavía a pequeña escala. Pero sí podrá convertirse a finales de siglo, al igual que las comunidades del cantábrico, en un referente turístico a medida que los efectos del cambio climático sean cada vez más pronunciados. Mientras que los destinos tradicionales del sur e islas irán perdiendo su tirón de cara al 2100, con una reducción anual que en el caso de las Baleares podría situarse en un 27 % de media anual y en 60 % en verano, los territorios del norte verán cómo aumenta la demanda de visitantes, especialmente en temporada alta.

El mayor incremento de la demanda está previsto en Asturias, con casi un 7 % más; seguido de Cantabria, Lugo, A Coruña, Guipúzcoa, Vizcaya y Pontevedra, con porcentajes muy similares. mientras que en las provincias costeras gallegas —A Coruña, Lugo y Pontevedra— el aumento ronda entre el 5 % y el 6 %.

Estas conclusiones se recogen en un estudio de BBVA Research que ha analizado el impacto del cambio climático en la demanda turística de España. A nivel general, la investigación dibuja tres escenarios de pérdida de visitantes. En uno de cero emisiones netas a la atmósfera, el impacto del cambio climático sobre el turismo será mínimo, con un descenso de un 0,3 %. Por contra, si las emisiones futuras de dióxido de carbono son de bajas a moderadas, compatible con un aumento de la temperatura de 2,8 grados en el 2100 con respecto a los valores preindustriales, la disminución sería de un 0,6 %. Sin embargo, en una proyección de calentamiento severo, con un incremento de la temperatura de 4,8 grados, la reducción de la demanda será significativa, con una reducción neta del 7 %.

El Mediterráneo, la costa sur y las islas Baleares podrían presentar los «efectos más pronunciados» en estos escenarios climáticos, con una reducción de la demanda turística en verano de un 60 % y una «recuperación parcial en otoño» en el escenario más severo.

Según el estudio, las variaciones de los impactos del cambio climático —aumento de temperaturas y descenso de precipitaciones— constituyen un desafío para el sector turístico español, que aporta el 11,6 % del PIB a la economía, sobre todo para destinos tradicionales en el sur y área mediterránea.

El aumento de temperaturas y la falta de precipitaciones también podrían suponer cambios en el patrón estacional y geográfico del turismo en España, que presenta un pico en verano y una alta concentración en el turismo extranjero que busca sol y playa.

Los economistas subrayan el «efecto negativo» de la mayor frecuencia de los eventos climáticos extremos en el descenso de la demanda turística hacia esos destinos tradicionales y atractivos, un sector que además supuso el 9,3 % del empleo total en el año 2022.

La primavera sustituirá al verano para viajar

 

 

El estudio de BBVA Research considera que el cambio climático se convertirá en un factor determinante de la distribución estacional y geográfica de la demanda turística en España. De hecho también apunta a un cambio en las preferencias a la hora de elegir las vacaciones. El verano ya no será la época más demandada, sino que la más propicia será la primavera.

«Para mitigar los efectos adversos, la industria turística debe adaptarse promoviendo los viajes fuera de temporada alta, desarrollando infraestructuras sostenibles y diversificando las atracciones más allá del turismo de playa para garantizar la resiliencia a largo plazo del sector turístico español», apuntan los economistas de BBVA Research.