Dos desconocidos dejan 4.100 euros a un indigente en la puerta de una administración de Málaga

juan cano COLPISA

SOCIEDAD

Se da la circunstancia de que, al día siguiente, esa misma administración repartió cientos de miles de euros en el sorteo de la Lotería Nacional

25 sep 2024 . Actualizado a las 18:17 h.

En esta historia se mezclan el azar, la casualidad y una cadena de buenas personas. Dos desconocidos han dejado un sobre con 4.100 euros, un manuscrito y una postal entre las ropas de un indigente que dormía en el suelo junto a una administración de lotería de Málaga que al día siguiente, en el Sorteo de la Lotería Nacional, repartió cientos de miles de euros al vender un billete completo del primer premio.

Todo ocurrió en la puerta de la administración número 4 de la capital, que se llama La Tribuna en honor a La Tribuna de los Pobres -hasta el nombre encaja en la historia-, lugar donde estuvo más de 50 años hasta que el Ayuntamiento los desalojó por la remodelación de la calle Carretería. De allí se mudaron in extremis, cuando estaban a punto de perder la licencia, a «la esquinita», como llama Patricia Carrillo, su propietaria, al pequeño local que ahora ocupan entre las calles Cisneros y Fernán González.

La tarde del 20 de septiembre, Agustín Giménez, que es marido de Patricia y presidente de la Asociación de Comerciantes Málaga Nuevo Centro, llegó a la administración sobre las cinco de la tarde y encontró en el suelo a un indigente que ya había estado por la mañana en la puerta de su local, solo que esta vez se encontraba dormido y en un profundo estado de embriaguez. Es un hombre mayor, extranjero, de entre 60 y 70 años, que frecuenta el barrio y que tiene un problema de alcoholismo. «No es nada conflictivo», puntualiza Agustín, que es quien contará la historia.

Entonces, un «alma caritativa, una buena persona» se acercó a Agustín para contarle que una pareja había dejado un sobre para él. Según le contó, dos desconocidos, hombre y mujer, se acercaron y dejaron un sobre de color blanco junto al indigente. Luego, se dieron la vuelta y empezaron a alejarse, pero volvieron sobre sus pasos al ver que el hombre no respondía a estímulo alguno y se aseguraron de meterle el sobre en un bolsillo de su ropa.

La persona que alertó a Agustín, y que le pidió mantener el anonimato, le dijo que el sobre parecía contener dinero -«por la esquinita se notaba que había billetes»- y le conminó a hacer algo porque el indigente estaba en tal grado de somnolencia por la borrachera que iba a perderlo o se lo iban a robar. Agustín le preguntó al «buen samaritano» por la pareja y este le dijo que no la conocía ni le sonaba de nada. Simplemente que eran un hombre y una mujer de mediana edad que no llegaron a interactuar con nadie.

El marido de la dueña de la administración llamó a la Policía Local y decidió coger el sobre para evitar que alguien lo sustrajera. Agustín esperó para abrirlo a que llegara la primera patrulla, que levantó acta de la apertura y del depósito del dinero. Dentro había 4.100 euros en efectivo en billetes de 20 y de 50 euros. También encontraron un papel manuscrito con una referencia bíblica que ya no recuerda y una postal que incluía un texto religioso.

Al hombre, que seguía semiinconsciente, lo atendieron los servicios sociales. Se encuentra plenamente identificado y se está en trámites de la entrega del dinero, como pretendían los dos desconocidos que dejaron el sobre. De ellos, en cambio, no se tienen más datos. En la administración de lotería revisaron la videovigilancia por si al menos había captado sus rostros, pero en las imágenes no se les veía por el ángulo de la cámara.

Al día siguiente, Agustín y su mujer abrieron «la esquinita» a las diez de la mañana, aún dándole vueltas a lo que ocurrió la tarde anterior, y cerraron a la una. Apenas 15 minutos después, recibieron una llamada en la que les informaban de que habían vendido un billete completo del primer premio del Sorteo de la Lotería Nacional, que recayó en el número 37.984. No solo repartieron esos 600.000 euros. Su administración también vendió el inmediatamente posterior (85), y los siguientes (86 y 87), que resultaron todos ellos premiados. Una lluvia de dinero que sucedió a la de generosidad.