Las últimas previsiones apuntan que se desviará hacia el norte, pero podría afectar a Galicia de forma indirecta
29 sep 2024 . Actualizado a las 07:53 h.El huracán Isaac continúa situado en medio del Atlántico y apenas se ha movido en las últimas 24 horas. Su evolución sigue siendo muy incierta. Hay una probabilidad algo más elevada de que tome una trayectoria hacia el norte, tal y como informa la Agencia Estatal de Meteorología. «La mayoría de los escenarios se decantan ya por una ruta que no lo acercaría a la Península Ibérica».
Sin embargo, no se puede descartar que afecte a Galicia de forma indirecta como, por ejemplo, enviando una banda de precipitación activa que llegaría a la comunidad en la jornada del martes.
Justo delante de Isaac se encuentra una borrasca que este domingo dejará algunas precipitaciones débiles durante la segunda mitad de la jornada. Sin embargo, debido a la presencia del anticiclón sobre el centro de Europa, se espera una configuración intermedia entre altas y bajas presiones y, además, con viento del sur. Habrá un ascenso térmico generalizado y notable en algunos casos. En las provincias de Ourense y Pontevedra, el termómetro llegará al menos hasta los 26 grados.
La imagen actual del satélite nos permite comprobar visualmente algunas diferencias que hay entre un huracán y una borrasca. La primera que salta a la vista es sobre su apariencia. Isaac tiene un ojo en su centro. Se trata de una región de calma sobre la que orbitan los vientos más fuertes. Estas zonas de calma suelen ser muy traicioneras porque cuando uno siente que está a salvo de repente recibe el impacto de los vientos más potentes.
Por su parte, una borrasca de latitudes medias tiene una estructura larga y estrecha que llamamos frente, de la cual procede habitualmente la precipitación que afecta a la comunidad.
Ambos son ciclones, sistemas de bajas presiones, pero uno es tropical y el otro extratropical. Precisamente su ubicación define cómo nacen y qué necesitan para crecer. Los huracanes aparecen en las regiones tropicales y se alimentan de aguas calientes. Por ello, existe una temporada de huracanes que va de junio a noviembre, cuando la temperatura del mar supera los 27 grados. Por su parte, las borrascas se forman a partir de la interacción de masas de aire cálidas y frías.
También cabe destacar que los huracanes suelen descargar una lluvia de carácter convectivo, con un potencial más torrencial, mientras que las borrascas generan una precipitación frontal, que suele ser sobre todo persistente.
Por último, conviene recordar que en las próximas horas, el huracán Isaac se encontrará con condiciones cada vez más hostiles y experimentará un proceso conocido como extratropicalización. Tras la metamorfosis perderá todas sus características tropicales y se convertirá en una borrasca normal.