Confunden los cadáveres de un hombre y una mujer e incineran al que su familia iba a enterrar

Juan Cano MÁLAGA / COLPISA

SOCIEDAD

Parcemasa, en Málaga
Parcemasa, en Málaga Europa Press

La Junta de Andalucía reconoce el error, que «lamenta profundamente», y abre una investigación para averiguar cómo se produjo

24 oct 2024 . Actualizado a las 10:50 h.

Los dos cadáveres llegaron en paralelo al Instituto de Medicina Legal (IML) de Cádiz, pero en algún punto del proceso las identidades de ambos se intercambiaron y, con ellas, también sus últimas voluntades. Un malagueño que quería ser enterrado terminó siendo incinerado, mientras que los restos de una mujer que debía haber sido cremada casi acaban en Málaga en un velatorio que no era el suyo.

Ante esta situación, la Junta de Andalucía ha abierto un expediente y ha nombrado un instructor para que investigue a fondo dónde y cómo se ha producido el error, así como el responsable del mismo, según han confirmado fuentes de la Consejería de Justicia, que lamentaron «profundamente» la confusión. Entre tanto, el director del IML gaditano ya ha contactado con los familiares para pedirles disculpas.

Los hechos sucedieron entre la provincia de Cádiz, donde se produjo el error, y la de Málaga, que fue donde se destapó el desaguisado. A principios de semana, un hombre cuya familia reside en una localidad malagueña falleció aparentemente por causas naturales en la zona de Barbate. El cadáver fue trasladado al IML de Cádiz para que se le realizara una autopsia, ya que el médico que lo atendió no certificó la causa del óbito.

Paralelamente, se localizó el cuerpo sin vida de una persona mayor que llevaba varios días sin ser vista por sus vecinos. Al entrar en su domicilio, hallaron el cadáver de la mujer, que a juzgar por su estado había fallecido días antes. Como en el caso anterior, se derivó al IML de Cádiz para realizar el examen forense.

Aún no se ha podido aclarar si los cadáveres llegaron al IML con una identificación errónea o fue en el anatómico forense donde intercambiaron sus nombres, aunque todo apunta a esta última hipótesis dado que ni siquiera eran del mismo sexo.

Durante ese proceso, se contactó con la familia de la fallecida, que pidió que contactaran con la funeraria que tenían contratada para que la mujer fuese incinerada, como era su deseo, mientras que los parientes del hombre pidieron que sus restos fuesen trasladados al Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa) para el velatorio y el entierro.

Unos empleados destaparon la confusión

 Se desconoce quién cometió el error y por qué. Pero el caso es que la funeraria que realizó el servicio se llevó al crematorio el cadáver del hombre creyendo que era el de la mujer. Tras incinerarlo, depositaron las cenizas (del finado malagueño) en una urna funeraria para entregársela a la familia de la difunta.

Al mismo tiempo, se avisó a la funeraria del hombre para que recogiese su cadáver en el IML de Cádiz y lo llevaran a Parcemasa, donde familiares y allegados del hombre aguardaban la llegada de sus restos para el velatorio y el entierro. La confusión se destapó cuando los empleados de la funeraria descubrieron que el cadáver que iban a trasladar no era del hombre, sino de una mujer.

Las autoridades, con ayuda de las funerarias implicadas y con la Guardia Civil al mando, se afanaron en deshacer el entuerto. Los agentes retiraron la primera urna con las cenizas del hombre y se la entregaron, por medio de su funeraria, a su familia en Málaga.

Más allá de la confusión, el problema añadido es que sus allegados pretendían velar su cadáver —tenían contratada una tanatosala en Parcemasa— y, al parecer, no iban a incinerar su cadáver, sino que deseaban enterrarlo.

Desde el IML de Cádiz han recordado a todas las funerarias con las que trabajan la necesidad de ajustarse al protocolo establecido para la identificación de cadáveres, que también será revisado para evitar que en el futuro vuelva a repetirse una situación de este tipo.