Por cada niño que nació en Galicia en el 2024 se registraron tres perros

Marta Otero Torres
marta otero LA VOZ

SOCIEDAD

Martina Miser

En un año se legalizaron más de 50.000 nuevos canes, y nacieron unos 15.000 niños

10 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es una de las comunidades con una tasa más alta de perros por habitante. Entre octubre del 2023 y el mismo mes de este año se anotaron en el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía. (Regiac) 53.017 nuevos canes, más de tres por cada niño que nació en el mismo período de tiempo, unos 15.000.

En total, en la comunidad gallega hay legalizados 803.383 perros, gatos, hurones, aves de rapiña y otras mascotas sin especificar, en un registro en el que la cifra más alta con diferencia es la de los perros. Y eso sin contar los que están sin legalizar. Los diez nombres preferidos por quienes tienen canes en Galicia son Luna, Perla, Lúa, Kira, Chispa, Coco, Laika, Linda, Thor y Rex.

Los gatos son el segundo animal más querido como compañía por los gallegos. Hay registrados casi 60.000, una cifra no del todo fiable porque esta especie sí que cuenta con muchos ejemplares viviendo y criando en algunas zonas de forma descontrolada. Cifras ya mucho menores son las de los hurones (627 en toda Galicia), aves de rapiña (1767) y otras mascotas sin especificar (1997). En el último año el número total de mascotas creció en casi 10.0000 ejemplares.

Estos datos se equiparan con los del censo de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC) facilitados a EFE, según los cuales las autonomías con un mayor número de perros por habitante son Galicia (2,5 canes por cada diez humanos), la Comunidad Valenciana (2,4), Andalucía (2,3), Murcia (2,1), Extremadura (2), Baleares (2) y Canarias (1,9). En cambio, las regiones con menos mascotas de esta especie por persona son Cataluña (1,6), Cantabria (1,5), Madrid, (1,4), Castilla-La Mancha (1,2), Navarra (0,7), País Vasco (0,6) y La Rioja (0,3).

En términos absolutos, en España hay 47.307.133 habitantes y 9.280.821 perros. Estos datos son de 2021 ya que el censo más reciente de ANFAAC es de ese año. En todas las comunidades hay más perros que niños. Las cifras sobre el número de menores de catorce años que hay en España (INE) y los datos de ANFAAC reflejan que en todas las comunidades autónomas hay más canes que niños. Según los registros, en la actualidad hay 6.654.130 menores de catorce años y 9.280.821 perros, por lo que hay casi 1,5 animales de esta especie por cada niño.

La alta tasa de perros por habitante en Galicia la convierten en una de las comunidades más «dog friendly» de España. De hecho, en el 2024 la Xunta destinó 125.000 euros en ayudas para sufragar los primeros gastos veterinarios de las personas que se decidieron a adoptar a alguno de los perros y gatos que están en centros de acogida. En total, se calcula que con esta campaña se fomentó la adopción de unos mil animales. La intención del gobierno gallego, según explicó Alfonso Rueda en su día, es que la relación entre los seres humanos y los animales «sea cada vez más estrecha» porque, «una Galicia con más mascotas, con más amor por los animales será una Galicia mejor».

Una de las principales metas en este ámbito del Gobierno gallego es la lucha contra el abandono animal, un objetivo al que contribuyó la Ley de Protección y Bienestar de los Animales de Compañía de Galicia, tras cuya entrada en vigor aumentó en un 17 % el registro de animales en el Regiac.

Mil animales perdidos o abandonados al día en España

 La secretaria de Estado de Derechos Sociales, Rosa Martínez, denunció recientemente que cada día se extravían o se abandonan en España unos mil animales de compañía, «una cifra a todas luces inadmisible» que reafirma que ese problema sigue siendo «una lacra inaceptable en la sociedad española».

Este problema se abordó en el reciente Congreso de Derechos de los Animales organizado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, convocado justo al cumplirse un año desde la entrada en vigor, a finales de septiembre, de la ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, una norma que «no ha sido más que la culminación de un proceso legislativo producido con anterioridad en las comunidades autónomas del país impulsado casi siempre desde la sociedad civil».

«El reto es tan simple como apasionante: cumplir y hacer cumplir las leyes de protección animal para conseguir que el sacrificio cero de animales de compañía, que ya se consagra en muchas de esas leyes, se convierta también dentro de unos años en abandono cero», ha explicado.

«Es bonito pero también esperanzador y muy significativo que hoy en el ministerio responsable del bienestar de los animales de compañía nos encontremos con un objetivo común protectoras, profesionales de la veterinaria, representantes de todos los ámbitos del sector e instituciones públicas». «Esto demuestra que el compromiso de nuestra sociedad contra el abandono es amplio y no deja de crecer», ha asegurado.

Desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, «tenemos el compromiso firme de poner a vuestra disposición todo el apoyo técnico, financiero y administrativo del que podamos disponer», ha destacado la secretaria de Estado dirigiéndose a los presentes en el acto. «La clave es que seamos capaces de coordinarnos para ser más eficaces en este objetivo que sin duda es común y compartido», ha proseguido.

Buena parte de los mil «dramas cotidianos» tras la cifra que desvela el número de animales extraviados o abandonados «son atendidos hoy en día por las entidades protectoras del país, una labor »abnegada«, ha dicho, que »nunca agradeceremos lo suficiente, según la secretaria de Estado. «La inmensa mayoría de la sociedad española considera que los animales también forman parte del núcleo familiar con sus necesidades y sus particularidades»; eso es «precisamente la tenencia responsable, tratar a nuestro animal conforme a su naturaleza, satisfaciendo sus necesidades para que todo lo demás sea disfrute de ese ser sintiente que tantas alegrías nos da».

El problema es la cara «b» de una realidad que también existe aunque está cambiando para mejor; ha manifestado su preocupación ante situaciones en las que las personas «no están a la altura» de una relación adecuada con el animal, o en las que anteponen otras prioridades a las necesidades de los seres que viven bajo su responsabilidad.