Nanopartículas gallegas para eliminar las proteínas malas que dañan el corazón

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Maximo Garcia de la Paz

La Fundación ??la Caixa?? financia un proyecto en el que participa la USC para combatir las enfermedades cardíacas

14 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cualquier alteración en el metabolismo del corazón aumenta el riesgo de que se produzca un fallo cardíaco. Y una de estas modificaciones que altera el equilibrio está relacionado con una proteína clave en el mecanismo de detección del oxígeno por parte de las mitocondrias de las células del músculo cardíaco. Inhibirla o silenciar su función en el organismo puede, por lo tanto, resultar clave para evitar un infarto. Al menos esta es la hipótesis que plantea un consorcio científico integrado por investigadores del Cimus de la Universidade de Santiago, liderado por María José Alonso, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto de Ciencia Molecular de la Universidad de Valencia (ICMol) de la Universidad de Valencia.

El proyecto, que tiene como objetivo desarrollar una nueva herramienta terapéutica frente a las enfermedades cardíacas, que son la principal causa de defunción en todo el mundo, ha sido seleccionado ha sido uno de los 29 seleccionados en la actual convocatoria del programa CaixaResearch de Investigación en Salud 2024 promovido por la Fundación ‘‘la Caixa‘‘. Para ello se ha destinado una financiación de 25,7 millones de euros, de los que la iniciativa para tratar las enfermedades cardíacas recibirá 999.920 euros.

La proteína que genera un desequilibrio en el metabolismo de los cardiomiocitos, las células musculares del corazón, había sido identificada previamente por el equipo del CNIO liderado por Guadalupe Sabio. Lo que también se había observado es que cuando su función estaba sobreexpresada se producía un daño cardíaco. De lo que se trata entonces es de eliminarla para inhibir su acción en un contexto de hipoxia cardíaca y de infarto de miocardio.

«Se sabe que cuando ocurre un infarto esta proteína está sobreexpresada, por lo que de lo que se trata es de silenciarla», explica María José Alonso, cuyo equipo en el Cimus de la Universidade de Santiago será el encargado de desarrollar unas nanopartículas con capacidad terapéuticas diseñadas, precisamente, para eliminar la proteína. «Si lo conseguimos —añade Alonso— podríamos reducir el riesgo de infarto de miocardio».

El laboratorio de María José Alonso contribuirá al proyecto mediante el diseño de nanocápsulas biofuncionales capaces de llegar de forma selectiva a las células del tejido cardíaco para impedir la expresión de la proteína anómala.

El equipo gallego ha contribuido al desarrollo de nanopartículas como vehículos de ARN desde principios del 2000, por lo que es uno de los grupos de referencia en este campo a nivel mundial. En la actualidad dispone de plataformas tecnológicas singulares con la capacidad de transportar las moléculas con capacidad terapéutica seleccionadas a diversos tejidos del organismo, con lo que así se consiguen «terapias avanzadas y de precisión».

Los 29 consorcios ganadores del programa CaixaResearch de Investigación en Salud 2024, que superaron una criba de 580 propuestas presentadas, recogieron las ayudas en un acto celebrado en el CaixaForum de Madrid.

El director general adjunto de la Fundación ‘‘la Caixa‘‘, Juan Ramón Fuertes, destacó en el acto que «esta ceremonia pretende ser algo más que el reconocimiento a los proyectos ganadores. Queremos que esta sea una ocasión para que los investigadores conecten entre ellos y para fomentar sinergias científicas y colaboraciones con un objetivo que nos une a todos: construir juntos el futuro de la salud».

De los proyectos ganadores, siete están relacionados con enfermedades infecciosas; seis con oncología; cinco con enfermedades cardiovasculares y metabólicas y otros cinco con neurociencia. Otras seis iniciativas se dirigen al desarrollo de tecnologías.