Sustituir una hora de tiempo sentado a la semana por ejercicio físico reduce la mortalidad por todas las causas

redacción LA VOZ

SOCIEDAD

El Instituto de Salud Carlos III siguió a más de 30.000 personas durante seis años para comprobar el beneficio de la actividad física

18 nov 2024 . Actualizado a las 18:03 h.

Sustituir una hora de tiempo sentado a la semana por una hora de ejercicio físico ayudaría a reducir la mortalidad entre la población adulta por todas las causas, según un estudio elaborado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III.

Los resultados, que no se basan en escenarios teóricos sino en datos reales, se han publicado en la revista BMC Public Health, y se han obtenido tras analizar los datos de 30.955 personas de entre 15 y 69 años que participaron en dos Encuestas Nacionales de Salud, realizadas en el 2011 y el 2017.

El autor principal del estudio es Iñaki Galán, del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del ISCIII, y en el trabajo han participado, además de investigadores del Instituto de Salud Carlos III, expertos de la Escuela Nacional de Sanidad (ENS), de la Universidad de Alcalá de Henares, del Ministerio de Sanidad y de la consejería de Sanidad de Murcia.

Los investigadores analizaron los datos de esas encuestas para registrar información sobre el tiempo que permanecían sentadas y la actividad física que realizaban las personas, diferenciando ésta en actividades de intensidad baja, moderada o alta, y esos datos se vincularon con el registro de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística para conocer el estado vital de los participantes.

Finalmente, y mediante diferentes modelos de análisis científico, los investigadores estimaron el riesgo relativo de fallecer al sustituir el sedentarismo (tiempo sentado) por el ejercicio físico. Tras un seguimiento medio a los participantes en el estudio de casi 6 años, se registraron 957 fallecimientos, y los resultados muestran que la sustitución de una hora a la semana de sedentarismo (tiempo sentado) por una hora semanal de actividad física moderada o alta, se asoció a un menor riesgo de mortalidad por todas las causas (un 3,3 % menos de riesgo).

Analizando por causas de muerte, esta reducción fue del 6,7 % en el caso de las enfermedades cardiovasculares y del 3,1 % en cáncer, según ha informado el ISCIII.

Si el tiempo sentado se sustituía por una hora de ejercicio de intensidad baja, el riesgo de mortalidad por todas las causas también se reducía, aunque con una menor magnitud, disminuyendo un 1,6 % el riesgo de fallecer por todas las causas, y de un 2,1 % en el caso del cáncer.

Iñaki Galán ha incidido en que los resultados refuerzan el mensaje de salud pública de que pequeños cambios de los comportamientos sedentarios por la realización de actividad física pueden tener importantes beneficios para la salud.

Además, los resultados pueden servir para introducir una mayor motivación en las personas que por diversas circunstancias no pueden realizar actividad física de intensidad moderada o alta para mejorar su salud, pero que sí puedan sustituir el comportamiento sedentario por actividades de menor intensidad, que, como se observa en el estudio, también reducen el riesgo de fallecimiento