Al ampliar la fotografía, la fotosfera se revela como lo que es: plasma caliente y brillante en constante movimiento. Lo más llamativo son las manchas solares, más frías y, por tanto, más oscuras
20 nov 2024 . Actualizado a las 16:27 h.Las imágenes que ha conseguido la misión Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA), las de mayor resolución que se han logrado hasta ahora de la superficie visible del Sol, han revelado detalles inéditos de las manchas solares, del «desordenado» campo magnético de la estrella y de su brillante atmósfera exterior conocida como corona. Dadas a conocer este miércoles, fueron captadas por varios instrumentos el 22 de marzo del 2023.
Uno de estos instrumentos —el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI)— toma imágenes en luz visible y, además, mide la dirección del campo magnético y cartografía la velocidad y la dirección a la que se mueven las distintas partes de la superficie. Las mediciones de la fotosfera —la superficie visible del Sol— realizadas por ese artilugio pueden compararse directamente con una nueva imagen de la atmósfera exterior del Sol que se ha obtenido a partir de imágenes de alta resolución recogidas por otro de los instrumentos —el Extreme Ultraviolet Imager (EUI)— el mismo día. Este toma imágenes del Sol en luz ultravioleta.
«El campo magnético del Sol es clave para comprender la naturaleza dinámica de nuestra estrella desde las escalas más pequeñas a las más grandes«, señala Daniel Müller, científico adscrito al proyecto Solar Orbiter, que destaca que los nuevos mapas de alta resolución «muestran la belleza del campo magnético superficial del Sol y sus flujos con gran detalle». Al ampliar la imagen, la superficie del Sol se revela como lo que es: plasma caliente y brillante (gas cargado) que está en constante movimiento.
Casi toda la radiación del Sol se emite desde esta capa, que tiene una temperatura de entre 4.500 y 6.000 grados, y por debajo el plasma caliente y denso se agita en la «zona de convección» de la estrella, como el magma del manto terrestre, precisa la ESA, que señala que, como resultado de este movimiento, la superficie del Sol adquiere un aspecto granuloso.
Lo más llamativo de las nuevas imágenes, según la ESA, son las manchas solares; en la imagen de luz visible, parecen manchas oscuras, o agujeros, en la superficie. Las manchas solares son más frías que su entorno y, por tanto, emiten menos luz. El mapa magnético que ha revelado Solar Orbiter muestra que el campo magnético del Sol se concentra en las regiones de manchas solares. En condiciones normales, la convección desplaza el calor desde el interior del Sol hacia su superficie, pero las partículas cargadas que se ven obligadas a seguir las densas líneas del campo magnético dentro y alrededor de las manchas solares interrumpen este movimiento.
Las imágenes se tomaron cuando el Solar Orbiter se encontraba a menos de 74 millones de kilómetros del Sol; al estar tan cerca de la estrella, cada imagen de alta resolución tomada por esos instrumentos solo cubre una pequeña parte de ella, tal y como recoge la agencia Efe. Para obtener las imágenes del disco completo que se han hecho públicas, todas las instantáneas se unieron como un mosaico. El disco solar tiene un diámetro de casi 8.000 píxeles en los mosaicos completos, lo que revela una cantidad «increíble» de detalles.