El Parlamento británico aprueba el proyecto de ley sobre eutanasia en una histórica votación
SOCIEDAD
La propuesta salió adelante en una acalorada votación en la que los diputados tuvieron libertad de voto, aunque todavía quedan meses por delante antes de que la norma sea ratificada de forma definitiva
29 nov 2024 . Actualizado a las 16:36 h.El Parlamento británico ha aprobado por 330 a favor y 275 en contra el proyecto de ley para legalizar la muerte asistida en el país. El histórico acuerdo llegó tras un apasionado debate de más de cinco horas de duración en el que todos los diputados tuvieron libertad de voto. De esta forma se pudo ver como diputados laboristas, que presentaron la propuesta a raíz de una petición popular, rechazaron el proyecto, entre ellos tres ministros, mientras desde el bando de los torys y de los liberales se emitieron votos a favor. En cualquier caso, el acuerdo adoptado en la Cámara de los Comunes es solo un primer paso, ya que todavía queda por delante un largo recorrido parlamentario antes de que la ley de eutanasia sea ratificada.
Fue un intenso, emotivo y acalorado debate en el que los parlamentarios compartieron historias personales, mientras que los que se opusieron al proyecto pidieron una mejor atención al final de la vida. La iniciativa fue presentada por la parlamentaria laborista Kim Leadbeater, que se encontró con un profundo rechazo entre algunos miembros de su partido, entre ellos del ministro de Sanidad. Ante esta situación, el primer ministro, Keir Starmer, abogó por dar libertad de voto y que cada diputado votara en conciencia, además de adelantar que se iba a mantener neutral. Sin embargo, en la votación votó a favor del proyecto.
La ley, cuando sea finalmente ratificada, permitiría a los adultos con enfermedades terminales y a los que les queden solo seis meses de vida solicitar asistencia médica para poner fin a sus vidas. Esto incluye que dos médicos independientes tengan que aprobar la decisión, seguidos por un juez de un tribunal superior, y que la persona tenga que administrarse ella misma los medicamentos. La legislación incluye una pena máxima de 14 años de prisión para cualquiera que coaccione a alguien a solicitar la muerte asistida o a tomar la medicina.
La de este viernes fue la primera vez desde el 2015 en la que los parlamentarios debatieron sobre la muerte asistida. Ese año la propuesta fue rechazada.
Al abrir el debate sobre el tema, la diputada laborista Kim Leadbeater dijo que se trataba de dar a las personas moribundas «una opción, autonomía y dignidad» y afirmó que la ley actual les estaba «fallando». «No estamos hablando de una elección entre la vida o la muerte; estamos hablando de dar a la gente la opción de elegir cómo morir», manifestó Leadbeater durante el debate.
Los preparativos para la votación provocaron fuertes emociones en ambos lados, con la Secretaria de Justicia, Shabana Mahmood, advirtiendo contra una «pendiente resbaladiza de muerte a petición», mientras que el Secretario de Salud, Wes Streeting, expresó su preocupación por la «coacción a personas vulnerables». También admitió su temor a que las personas enfermas terminen sintiéndose «culpables» y quieran terminar con sus propias vidas.
Otros políticos de alto perfil, como el ex primer ministro David Cameron, argumentaron que a las personas que agonizan y enfrentan una muerte inminente se les debería dar la opción de acortar su sufrimiento.
Es un reflejo de que diputados de un mismo partido tenían opiniones opuestas sobre el tema. Así, el diputado conservador Kit Malthouse , uno de los patrocinadores, dijo que la propuesta mejora la situación actual, que es un «espectáculo de terror», por lo que apoyó la medida. Por contra, su compañera de partido, Rebecca Paul, votó no porque el sistema de salud «está demasiado sobrecargado para garantizar la protección de las personas vulnerables». Y son solo uno de los ejemplos de la profunda división que el proyecto de suicidio asistido suscitó en todos los partidos.
La legislación pasará ahora a la etapa de comité para su escrutinio, y los lores también tendrán la oportunidad de expresar sus puntos de vista sobre la medida antes de que potencialmente se convierta en ley. Será un proceso que durará meses.