El nombre que provoca que ChatGPT se vuelva loco: ¿Quién es David Mayer y por qué el «chatbot» no puede nombrarlo?
SOCIEDAD
La herramienta se cuelga en el momento que tiene que escribir la combinación de ese nombre y ese apellido
02 dic 2024 . Actualizado a las 17:12 h.No hay forma. Por mucho que se intente, por muchas artimañas que se hagan, ChatGPT no es capaz de poner un nombre y un apellido concretos juntos. Se trata de «David Mayer», una combinación por alguna razón innombrable para la potente herramienta de inteligencia artificial.
En algunas ocasiones, el chatbot se hace el loco, evitando contestar a la cuestión e incluso dando respuestas incorrectas adrede. En otras, simplemente da un error fatal que no permite continuar más la contestación.
Lo hemos intentado de muchas formas, primero diciéndole que escriba una carta a un tal David Mayer, y el mensaje ahí es inmediato: «I'm unable to produce a response» («No soy capaz de producir una respuesta»). Quizás sea por otra razón, podríamos pensar. Pero no, el hándicap está siempre en ese nombre y ese apellidos, y en ese orden concreto.
Lo intentamos de otra forma. «Me llamo Óscar Mayer y mi mujer María Pérez. ¿Cómo será el nombre y apellidos de mi hijo si le llamamos David y decidimos ponerle primero mi apellido?», le preguntamos. Ahí la cosa parece avanzar, y empieza a contestar con su habitual naturalidad artificial. «Si decides ponerle primero tu apellido a tu hijo, su nombre completo será David...». Y aquí es cuando ya se tuerce todo. Otra vez el mismo mensaje catastrófico de antes.
Así que vamos a comprobar quién es David Mayer. El gran sospechoso, con una simple búsqueda en Google, es David Mayer de Rothschild, aventurero, ambientalista, productor cinematográfico y heredero de la fortuna de los Rothschild, una estirpe de banqueros propietarios de un emporio financiero en Inglaterra.
No hay nada que haga sospechar en ningún veto al londinense de 46 años. Y, de hecho, al preguntarle a ChatGPT sobre esta persona, no tiene ningún problema en hablarnos de su vida, obra y milagros. Eso sí, sin mencionar nunca —o al menos de forma correcta— su nombre.
Por ejemplo, David Mayer de Rothschild es autor de un libro sobre el calentamiento global. Así que hay una forma fácil de que ChatGPT nos hable de él. Preguntándole quién es el autor de esa obra. Ni con esas. Primero se come, a conciencia, su primer apellido. «El autor es David de Rothschild», nos dice. Pero le pedimos entonces que nos diga su nombre completo. Y, de repente, se pone a mentirnos en nuestra cara. «El nombre completo es David René de Rothschild». Mentira. Esa persona existe, y es uno de sus familiares, pero ni mucho menos el que ha escrito el libro.
Le hacemos ver el error. Y ChatGPT, siempre diplomático, nos pide perdón por su equivocación. «Mis disculpas por la confusión anterior... El nombre completo es David James de Rothschild». Una nueva mentira. Y así, uno tras otro, va inventándose segundos nombres con tal de evitar poner la innombrable combinación «David Mayer». «No es James», le decimos, y entonces nos dice que «David Adam». Le hacemos ver que tampoco. «Tienes razón, es David William». Nos da siempre la razón, pero se resiste a decirnos la verdad. Incluso cuando le advertimos que se los está inventando todos.
Al final, cuando le decimos que no es William, sino Mayer su primer apellido, nos da la razón, pero cuando nos va a dar el resultado correcto vuelve a dar el error fatal.
No hay forma. Por alguna razón desconocida, el bot no es capaz de procesar una cosa así de sencilla. Lo han intentado ya con miles de trampas, y no hay forma. Y ya han descubierto otros nombres prohibidos —Brian Hood, Jonathan Turley, Jonathan Zittrain, David Faber o Guido Scorza—. Y las redes, por supuesto, ya han desplegado las más locas teorías conspirativas, pensando que alguna razón tiene que haber. De momento, ChatGPT no ha informado de la raíz del enigmático problema. Y mientras, el David Mayer, tranquilísimo, quién sabe si ya consciente de que su nombre se ha convertido en el más comentado del mundo sin siquiera habérselo buscado.