Jorge Tamayo, delegado de la Aemet en la Comunidad Valenciana: «Las lluvias de la dana son coherentes con una atmósfera más energética por el calentamiento global»
SOCIEDAD
Jorge Tamayo (Barcelona, 1960) lleva 40 años en la Agencia Estatal de Meteorología. Desde el 2007 trabaja como máximo responsable de la delegación valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología. Es una de las personas clave para entender el origen y las dimensiones de una de las diez catástrofes naturales más costosas del mundo en el 2024.
—¿Cuál es su reflexión sobre lo que ha pasado?
—Se ha puesto de manifiesto la gran responsabilidad que tenemos a la hora de emitir avisos con la antelación y la precisión necesaria. También que este desastre perdurará en la memoria de los valencianos.
—¿Qué diferencia esta dana de otras del pasado?
—Las cantidades de agua recogidas en tan poco tiempo, con registros de 770 litros por metro cuadrado en 5 horas y 184 en una hora, que supone un nuevo récord nacional. Además, las lluvias se concentraron en un terreno abrupto y amplio que ocupaba la mitad de la provincia de Valencia y que incluía las cabeceras de los barrancos. Esto provocó lo que la ciencia anglosajona denomina como «flash flood» o inundación repentina.
—Este episodio extremo coincide con el año más cálido desde que hay registros.
—El cambio climático provoca un aumento innegable de la temperatura. Otra cuestión es qué pasa con la precipitación. Todos los indicadores sostienen que la cantidad anual no va a cambiar demasiado, pero sí que va a estar más concentrada. Es decir, aumentarán este tipo de episodios que permiten que en unas pocas horas pueda llover lo que cae en más de un año.
—¿Por qué ocurre?
—Si la temperatura sube, aumenta la energía de la atmósfera porque hay un incremento del vapor de agua que propicia lluvias más torrenciales. Así que lo sucedido es coherente con el calentamiento global.
—Y luego está el Mediterráneo
—Es un factor que siempre ha estado presente, pero cada vez está más caliente. Llevamos varios años consecutivos con valores de récord. En este sentido, hay que destacar que no siempre que hay una dana tenemos lluvias extremas. Se necesitan otras factores. En este evento fue determinante una masa de aire que recorrió todo el Mediterráneo que el pasado octubre estaba más de dos grados por encima de la media y que se cargó de humedad y calor. Cuando interactuó con la dana se produjeron las precipitaciones tan intensas.
—¿Cree que va a cambiar algo?
—Confío en que habrá un antes y un después como ya ocurrió con la riada de la presa de Tous en 1982 o las inundaciones de 1987. El sistema de alerta en los móviles en este tipo de situaciones críticas ha llegado para quedarse, aunque habrá que saber cúando usarlo porque su abuso le restaría sentido.