El director de orquesta Juanjo Mena anuncia que tiene alzhéimer con 59 años: «Es la partitura más difícil de mi vida»

César Coca MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El director de orquesta alavés Juanjo Mena en una imagen de archivo
El director de orquesta alavés Juanjo Mena en una imagen de archivo

El artista vasco, premio nacional en el 2016, confía en que a partir de ahora la música sea para él «la mejor terapia»

24 ene 2025 . Actualizado a las 16:47 h.

El director alavés Juanjo Mena ha anunciado que padece alzhéimer. El músico, que cumplió 59 años el pasado septiembre, explica en un vídeo que ha sido objeto de numerosas y exhaustivas pruebas médicas durante meses, que han conducido a ese diagnóstico. «La noticia es complicada de digerir y aún estamos en ese proceso de asimilación», reconoce, antes de recordar que este problema de salud no ha sido óbice para que siguiera dirigiendo a algunas de las formaciones más importantes del mundo mientras asumía el contratiempo más inesperado.

Con un tono sereno, de pie en el jardín de su casa de Legutiano, Mena grabó una mañana de hace dos semanas ese vídeo en el que informa de que los síntomas que padece «son propios de una etapa incipiente» de la enfermedad. Un mal que en su caso ha aparecido a una edad inusualmente temprana. En España se diagnostican cada año 40.000 nuevos casos, pero solo un 10% de ellos en personas de menos de 65 años.

En su intervención, realizada en castellano con el añadido de subtítulos en inglés, el director alavés repasa los conciertos más relevantes de los últimos meses; es decir, una etapa en la que ya estaba sometiéndose a distintas pruebas y en la que albergaba la sospecha de cuál podía ser su mal. Ahí quedan sus conciertos del pasado septiembre con la Filarmónica de Berlín, y más tarde en Baltimore, Venecia y Dallas y con la Euskadiko Orkestra, para terminar el año con la Orquesta del Teatro Real de Madrid y la Novena de Beethoven en los atriles. Todavía la pasada semana se puso al frente de la Nacional de España en un par de conciertos en el Euskalduna de Bilbao. En el programa de estos últimos estaban Mahler y Falla: el último Romanticismo y la música española, dos ámbitos que junto a los compositores franceses de finales del siglo XIX y comienzos del XX son sus grandes especialidades.

«He dirigido muchas partituras complejas en mi vida y la partitura que me toca ahora interpretar es, seguro, la más difícil de todas», admite. Pero, «con la ayuda de mi familia, mis amigos y los médicos voy a poder tomar todos los medios para tratar de frenar el avance de la enfermedad y que lo que hagamos sea de verdad efectivo». Mena es consciente de que ninguno de los retos superados desde que en 1997 fue seleccionado por el Gobierno vasco para formar la Joven Orquesta de Euskal Herria puede compararse a esto.

El director alavés manifiesta su intención de seguir trabajando y mantener el rumbo que ha guiado siempre su carrera: paso a paso, consolidando cada avance, sin buscar atajos. Para ello, se apoyará en los mismos fundamentos de todos estos años: la música y la familia, que se van a «convertir a partir de ahora en la mejor terapia, en el mejor tratamiento para afrontar el futuro». «Tengo mucha fuerza y ánimo de sobra para seguir adelante», asegura en otro momento de su intervención. Si, como confesó en una entrevista a este periódico, ya hace tiempo que había aprendido a decir 'no' por difícil que le resultara, en esta nueva etapa de su vida y su carrera será mucho más estricto en eso. La razón es que deberá descansar más. «El descanso me viene bien», explica.

Contará además con una baza a su favor: esa música que ha sido «su pasión», el motor que «ahora más que nunca activa mis neuronas y hace que funcionen mejor». El intérprete, premio Nacional de Música en el 2016, Medalla de Oro de Álava en 2017 e Hijo Predilecto de Vitoria en 2018, lanza también un mensaje de esperanza que de alguna manera puede ser extensivo a todos quienes han sido diagnosticados con una de las enfermedades más crueles. «Trabajaré si cabe más duro aún para que nos sigamos viendo en las salas de concierto. Ese es mi objetivo y esa es mi esperanza».

Mena ha dirigido a buena parte de las mejores orquestas del mundo, y con varias de ellas ha tenido lazos muy profundos. En primer lugar, la Sinfónica de Bilbao, que lideró durante nueve años, y la Filarmónica de la BBC de Mánchester, de la que fue titular siete temporadas. También ha sido director principal invitado de la Filarmónica de Bergen, la orquesta del Teatro Carlo Felice de Génova y la Nacional de España. En EE. UU. ha empuñado la batuta en varias ocasiones antes las orquestas de Nueva York, Chicago, Los Ángeles y Boston, entre otras. En Europa, la Gewandhaus, la de la Radio de Baviera, la Filarmónica de Londres, la Tonhalle de Zúrich y muchas más.

Entre sus próximas citas figuran dos conciertos muy especiales para él: el próximo 5 de febrero dirigirá una Novena de Beethoven en Valencia en homenaje a los afectados por la riada, y ya en abril se pondrá al frente de la Filarmónica de Nueva York, con Daphnis y Chloé de Ravel en los atriles y una primera obra de Puts con Renée Fleming como solista.

Durante estos últimos meses, ha estado muy apoyado por su familia, su agente y un pequeño grupo de amigos que le han acompañado en los momentos difíciles de las pruebas y el diagnóstico. A todos ellos se refiere en el vídeo, que concluye de una forma que no sorprenderá a nadie que conozca a Juanjo Mena: dando las gracias. Lo hace mirando de frente a la cámara, como si quisiera hacerlas llegar a cada uno de quienes vean el vídeo: «Como siempre, gracias por vuestra atención y apoyo continuo. Cuidaos mucho y hasta pronto».