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Un gigante en miniatura: el diablo negro avistado en Tenerife cabía en una palma de la mano

La Voz

SOCIEDAD

El diablo negro se deja ver en Tenerife
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El ejemplar, de solo seis centímetros, fue observado a plena luz del día en aguas poco profundas, un hecho muy poco común para esta especie

12 feb 2025 . Actualizado a las 17:40 h.

El pasado 26 de enero, cerca de la costa de playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora, se produjo un avistamiento inédito. Jamás un diablo negro —o rape abisal— adulto había sido visto a plena luz del día. Mucho menos cerca de la superficie y a solo dos kilómetros de la costa. Fue la ONG Condrik Tenerife, especializada en la investigación y conservación de tiburones y rayas en Canarias, quienes observaron el pez. En concreto, fue la bióloga Laia Valor: «Lo vimos cuando ya volvíamos a puerto. Pasamos a su lado y vi algo negro que no parecía plástico ni nada, me pareció extraño. Tras verlo, pasamos un par de horas con él».

El vídeo del diablo negro, cuyo nombre científico es Melanocetus johnsonii cuya traducción quiere decir monstruo marino negro, se hizo viral rápidamente. Su aspecto es ampliamente conocido, a pesar de que los avistamientos hayan sido siempre contados. Su piel oscura, dientes afilados y el señuelo bioluminiscente, lo ha convertido en un icono del terror de las profundidades. Su imagen ha sido recreada en películas como Buscando a Nemo (2003) y videojuegos de terror submarino. Sin embargo, en este caso el pez ha sorprendido por su tamaño real. Aunque en el vídeo pudiese parecer un ejemplar de gran envergadura, lo cierto es que medía solo 6 centímetros. Y el tamaño máximo que pueden llegar a alcanzar son apenas 18.

Se estudiarán las causas de su muerte

El ejemplar avistado en Tenerife era una hembra adulta que murió horas después de ser visita Los biólogos marinos de la ONG Condrik cogieron al pez como si fuese una muestra en una balsa con agua y lo trasladaron al Museo de la Naturaleza y Arqueología (Muna) de Santa Cruz de Tenerife.

«Es una especie legendaria que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida», explicaron desde la organización. «Se trata de un verdadero depredador de las profundidades que habita en el fondo marino entre los 200 y los 2.000 metros de profundidad y que utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes a modo de cebo para atraer a sus presas», añaden. Por ahora, se desconocen las causas de que estuviese nadando tan cerca de la costa y a plena luz del día. «No tenemos nada claro, pero no es normal. Es un avistamiento muy puntual y esporádico. No podemos decir que no pasa nunca, aunque si pasase a mayor escala estos avistamientos ocurrirían más veces, pero sí podemos decir que podría ser la primera vez que se le graba así», añade. Ahora, el Muna analizará las causas de su muerte.