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El derretimiento de los glaciares acelera el aumento del nivel del mar

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Ventisquero de Queulat, glaciar de Chile.
Ventisquero de Queulat, glaciar de Chile. Javier Martín | EFE

Este suceso está provocando una pérdida cada vez mayor de los recursos regionales de agua dulce

20 feb 2025 . Actualizado a las 09:24 h.

El deshielo de los glaciares de todo el mundo está provocando una pérdida cada vez mayor de los recursos regionales de agua dulce y está provocando un aumento del nivel del mar a un ritmo cada vez mayor, según estimaciones de una comunidad internacional de investigadores dirigida por la Universidad de Zúrich (Suiza). Según publican en Nature, desde el año 2000, los glaciares han estado perdiendo 273.000 millones de toneladas de hielo al año.

Aparte de las capas de hielo continentales de Groenlandia y la Antártida, los glaciares cubrían una superficie de 705.221 kilómetros cuadrados y contenían 121.728 millones de toneladas de hielo a nivel mundial en 2000. Desde entonces, los glaciares han perdido alrededor del 5 % de su hielo a nivel mundial, y, a nivel regional, entre el 2 %, en las islas antárticas y subantárticas, y el 39 %, en Europa central. Anualmente, los glaciares perdieron 273 mil millones de toneladas de hielo, con una aceleración del 36 % en la segunda mitad del período estudiado, del 2012 al 2013, con respecto a la primera (del 2000 al 2011). La pérdida de masa de los glaciares es aproximadamente un 18 % mayor que la pérdida de la capa de hielo de Groenlandia y más del doble que la de la capa de hielo de la Antártida.

Para el nuevo estudio, un equipo internacional de investigación bajo la coordinación del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares (WGMS), con sede en la Universidad de Zúrich (UZH) en Suiza, llevó a cabo el denominado Ejercicio de Intercomparación del Balance de Masa de Glaciares (GlaMBIE). La comunidad de investigadores recopiló, homogeneizó, combinó y analizó los cambios en la masa de los glaciares a partir de diferentes métodos de observación de campo y por satélite. Los investigadores recopilaron 233 estimaciones de los cambios regionales de la masa de los glaciares a partir de unos 450 colaboradores organizados en 35 grupos.

Así, entre 2000 y 2023, la pérdida de masa glaciar global asciende a 6.542 billones de toneladas. Esta pérdida contribuyó al aumento global del nivel del mar en 18 milímetros. Con esto, los glaciares son actualmente el segundo mayor contribuyente al aumento global del nivel del mar, después del calentamiento del océano y antes de las contribuciones de la capa de hielo de Groenlandia, los cambios en el almacenamiento de agua terrestre y la capa de hielo de la Antártida.

Además, el deshielo de los glaciares provoca la pérdida de los recursos de agua dulce de la región. «Para ponerlo en perspectiva, los 273.000 millones de toneladas de hielo perdidas en un solo año equivalen a lo que consume toda la población mundial en 30 años, suponiendo tres litros por persona y día», comenta Zemp.

«Los glaciares son recursos de agua dulce vitales, especialmente para las comunidades locales de Asia Central y los Andes centrales, donde los glaciares dominan la escorrentía durante las estaciones cálidas y secas», agrega la glacióloga de la UZH Inés Dussaillant, que participó en los análisis de GlaMBIE.

«Nuestras observaciones y los últimos estudios de modelización indican que la pérdida de masa glaciar continuará y posiblemente se acelerará hasta finales de este siglo», afirma Samuel Nussbaumer, glaciólogo de la UZH y director del proyecto GlaMBIE. «Esto respalda el llamamiento del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático a adoptar medidas urgentes y concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el calentamiento asociado a ellas, con el fin de limitar el impacto de la pérdida de masa glaciar en los riesgos geológicos locales, la disponibilidad regional de agua dulce y el aumento del nivel del mar a escala mundial», concluye.

Los casquetes polares son un extraño en la historia de la Tierra

Las condiciones frías que han permitido la formación de los casquetes polares son acontecimientos poco frecuentes en la historia de la Tierra y requieren muchos procesos complejos a la vez. Un equipo de científicos dirigido por la Universidad de Leeds investigó por qué la Tierra ha existido en lo que se conoce como un estado de «invernadero» sin casquetes polares durante gran parte de su historia, y por qué las condiciones en las que vivimos ahora son tan extrañas.

Descubrieron que el estado actual de la Tierra, cubierto de hielo, no es típico de la historia del planeta y que solo se logró gracias a una afortunada coincidencia. Se han propuesto muchas ideas para explicar los intervalos fríos conocidos en la historia de la Tierra. Entre ellas se incluyen la disminución de las emisiones de dióxido de carbono de los volcanes, el aumento del almacenamiento de carbono por parte de los bosques o la reacción de este gas con ciertos tipos de rocas.

Los investigadores llevaron a cabo la primera prueba combinada de todos estos procesos de enfriamiento en un nuevo tipo de modelo 3D a largo plazo de la Tierra que se desarrolló por primera vez en la Universidad de Leeds, según ha informado Europa Press. Llegaron a la conclusión de que ningún proceso por sí solo podría provocar estos climas fríos y que, de hecho, el enfriamiento requería los efectos combinados de varios procesos a la vez. Los resultados de su estudio se publicaron el pasado 14 de febrero en Science Advances.

Un nuevo estudio revela cómo la Tierra formó sus casquetes polares.
Un nuevo estudio revela cómo la Tierra formó sus casquetes polares. UNIVERSIDAD DE LEEDS | EUROPAPRESS

Los hallazgos ayudarán a conciliar un debate en la comunidad de las ciencias de la Tierra sobre qué procesos fueron responsables de estos períodos fríos. El autor principal, Andrew Meredith, que llevó a cabo la investigación mientras trabajaba en la Escuela de Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Leeds, dijo que el estudio ayudó a explicar por qué los estados de casquetes de hielo son tan raros.

«Ahora sabemos que la razón por la que vivimos en una Tierra con casquetes polares, en lugar de un planeta sin hielo, se debe a una combinación coincidente de tasas muy bajas de vulcanismo global y continentes altamente dispersos con grandes montañas, que permiten una gran cantidad de lluvia global y, por lo tanto, amplifican las reacciones que eliminan el carbono de la atmósfera», explicó.

El científico asegura que el «mecanismo natural de regulación del clima de la Tierra parece favorecer un mundo cálido y con alto contenido de dióxido de carbono». Además, los investigadores consideran que «esta tendencia general hacia un clima cálido ha ayudado a prevenir devastadoras glaciaciones globales». Estas solo han ocurrido de forma puntual a lo largo de la historia del planeta, lo que «ha ayudado a que la vida continúe prosperando».

Benjamin Mills, profesor de Evolución del Sistema Terrestre en la Escuela de Tierra y Medio Ambiente de Leeds, supervisó el proyecto. Añadió que los resultados de la investigación tenían implicaciones importantes para el calentamiento global y el futuro inmediato: «Hay un mensaje importante, que es que no debemos esperar que la Tierra siempre regrese a un estado frío como lo fue en la era preindustrial».