Veterinarios gallegos se movilizan este miércoles a Madrid para reclamar la retirada de la ley que limita el uso de fármacos

I. Castro-Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Concentración de veterinarios frente al Ministerio de Agricultura el pasado febrero.
Concentración de veterinarios frente al Ministerio de Agricultura el pasado febrero. ADRIÁN BAÚLDE

La manifestación en la capital, a la que asistirán profesionales de toda España, comenzará a las 10.00 horas en frente del Ministerio de Agricultura

10 mar 2025 . Actualizado a las 16:56 h.

Los veterinarios gallegos, que llevan semanas reclamando la derogación de la normativa que consideran «un sinsentido», en palabras del veterinario Jorge Díaz, de la Clínica Valdocel de Betanzos, se movilizan este miércoles a Madrid para una manifestación en frente del Ministerio de Agricultura que se realizará a partir de las 10.00 horas. Esta estará centrada en la capital, pero los veterinarios irán a la huelga en toda España, asegurando unos servicios mínimos. «Por supuesto que se van a mantener las urgencias», exclama Jorge Díaz, que es también uno de los especialistas que esta promoviendo la movilización desde Galicia.

Desde los colegios de veterinarios de todo el país se fletarán autobuses para asistir a la marcha, desde diversos puntos del territorio nacional, tan y como asegura la veterinaria Marta Castelo, de la clínica Guayacán de A Coruña, que indica que «se espera una gran afluencia de gente». Los colectivos llegarán desde lugares como «la zona de Valencia, el Mediterráneo, Barcelona, Andalucía o el norte también», afirma Díaz. 

También se realizarán simultáneamente concentraciones en otras ciudades, a la que asistirán los profesionales que no se puedan desplazar y todas las personas y dueños de animales que estén afectados por la normativa. «Las manifestaciones son de toda la gente interesada, tanto veterinarios como gente que esté preocupada por la situación actual de la medicina veterinaria», añade Díaz. En Galicia la realizará en frente de la Delegación del Gobierno en A Coruña, de 9.30 a 10.30 de la mañana.

A nivel nacional, la petición es que se derogue el Real Decreto 666/2023, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios. Los profesionales consideran que la estructura de distribución y dispensación de medicamentos veterinarios destinados a mascotas «no está pensada para este sector en concreto», apuntan desde el colectivo, lo que explican que provoca desabastecimiento de fármacos y «dificultad para que los cuidadores consigan el tratamiento prescrito».

Además, exigen que se retire el sistema de comunicación Presvet, por el cual el Ministerio de Agricultura recoge información de la prescripción de antibióticos en animales. Es una medida cuyo objetivo es llevar un control, a nivel europeo, de este tipo de medicamentos. Pero los veterinarios lo consideran inoperante, ya que «eso ya se está haciendo por medio de la distribución», a través de los datos que tienen que compartir las distribuidoras, explica Jorge Díaz, que exclama sobre el este sistema que les reporta «un trabajo que hasta cierto punto es imposible de hacer». Por ello, el colectivo describe que encarece los gastos veterinarios, por un aumento de la burocracia y la exigencia de «pruebas no necesarias», además de hacer que disminuya el tiempo de consulta y que «desaparezca la libertad de prescripción del profesional clínico».

También consideran que el IVA de 21 % aplicado a la medicina veterinaria es un «lujo» que encarece los servicios a animales. Por lo que reclaman que si esta rama está considerada como sanidad, se aplique «el IVA cero que nos correspondía».

Los veterinarios llevan semanas manifestándose, pero no ha visto «ningún tipo de avance» con respecto a sus demandas, clama Díaz. «Algún político a lo mejor hizo alguna declaración puntual, pero no hubo realmente un acercamiento», añade el veterinario, que destaca también que precisamente la respuesta que han encontrado a sus reclamaciones ha sido negativa, «un feedback culpabilizador, como si nosotros estuviésemos negando una regulación», cuando, asegura, lo único que quieren es mejorar el bienestar animal y de las personas que los cuidan.

Los medicamentos de uso hospitalario, un problema en Galicia

Posteriormente, este domingo se llevará a cabo otra manifestación específica para los veterinarios gallegos, en la que reclamarán de forma más concreta que se modifique el Decreto 30/2024, polo que se establecen os procedementos e os controis para a subministración de medicamentos de uso exclusivamente hospitalario a profesionais da veterinaria. Se realizará a las 11.30 en Santiago, saliendo de la Alameda, y desde el colectivo de especialistas piden que «todo el mundo colabore» en ella.

A través de esta normativa de la Xunta, en vigor desde el año pasado, los veterinarios gallegos, en palabras de Jorge Díaz, reclaman que se está dificultando la atención de los casos de urgencia, debido a que los profesionales tienen una mayor dificultar para acceder a los medicamentos necesarios para los mismos, como antibióticos intravenosos o  medicamentos de resucitación.

Díaz reclama que el decreto impide a las clínicas «tenerlos, o ni siquiera mantenerlos» en ellas. Y tampoco a las farmacias, que solo tienen permitido pedirlos cuando los solicita un veterinario. Esto para el veterinario retrasa enormemente el tratamiento del animal, «los cual, lo que nos está prohibiendo hacer urgencias», exclama.

También explican desde el colectivo en Galicia que otra normativa les está impidiendo utilizar medicamentos de control del dolor, «concretamente, por ejemplo, estupefacientes y opiáceos», detalla Díaz. Se trata del Decreto 171/2018, por el que se regula la autorización de depósitos especiales de medicamentos estupefacientes veterinarios para su uso clínico en establecimientos veterinarios. El veterinario añade que «nos han dificultado tanto la labor que, por ejemplo, para una cirugía de rutina, tenemos que hacer una serie de maniobras previas para conseguir estos medicamentos».

El decreto establece que el objetivo de sus medidas es controlar en mayor medida el uso de estos medicamentos y de los residuos derivados de los mismos, pero Díaz exclama que «en realidad lo que han conseguido es un menor control».

«La normativa ahora nos ha quitado totalmente el criterio de libre prescripción», declara Marta Castelo, con 30 años a sus espaldas dedicándose a la profesión. La veterinaria considera que la ley «pretende que todo se reduzca a que saquemos un prospecto de un medicamento y tengamos que prescribir, según nos dice ese prospecto, en dosis, en tiempo, en animales que nos permiten. Con lo cual limita muchísimo nuestra actuación clínica».

Y a además indica que otro problema añadido es que «si nos salimos de esas obligaciones, es cuando empiezan las sanciones». Castelo admite que «por ahora no se están poniendo multas», que pueden ir desde 60.000 euros a los 1,2 millones por incumplir dichos criterios de prescripción establecidos. Sin embargo, asegura que lo que más le afecta a los especialistas en salud animal es «la inseguridad de saber si estas haciendo bien algo en lo que llevas años trabajando y si vas a tener una sanción». «¿Quién puede asumir una suma económica de este nivel en un centro veterinario?», se pregunta.

Las farmacéuticas, disconformes con las manifestaciones

Vicente Jairo Álvarez Fernández, presidente de la Asociación de farmacéuticos para el buen uso del medicamento animal (Asfarvet), asegura que «la ley aumenta el control de la medicación veterinaria», debido a que profesionales ya tenían prohibida «la venta de medicamentos». Por ello, el farmacéutico gallego ha mostrado su disconformidad con las últimas manifestaciones de diferentes asociaciones y patronales veterinarias.

«Todas las leyes del medicamento desde 1990 han establecido incompatibilidades entre prescriptor y dispensador. El veterinario nunca ha podido vender medicación. La ley solo permite ceder medicación en casos de urgencia», ha añadido el presidente de Asfarvet.

Álvarez Fernández ha sentenciado que «la ley está para ser respetada, y más aún cuando está en juego la salud pública». El farmacéutico explica como «las bacterias resistentes a los antibióticos representan un problema por el que todos los años mueren miles de personas en todo el mundo». Describe que en el uso de los antibióticos para la salud humana «ya hay un control total», pero que los veterinarios pueden prescribir antibióticos de segunda línea sin necesidad de hacer antibiogramas.

Por ello, el farmacéutico insiste en que es «absolutamente normal que toda la farmacología que se prescriba desde la profesión veterinaria se registre administrativamente».