El edadismo margina a los mayores en el uso y aprovechamiento de la tecnología

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Un proyecto de la UOC intenta revertir la marginación digital de las personas de edad avanzada debido a los prejuicios y la falta de adaptación de los servicios. Solo uno de cada tres mayores de 75 años usa internet en España

12 mar 2025 . Actualizado a las 12:33 h.

El edadismo digital en España se acentúa. Mientras que el uso de la tecnología se vuelve cada vez más primordial para cuestiones de la vida cotidiana como el transporte, la sanidad o las transacciones bancarias, un alto porcentaje de las personas de mayor edad se quedan al margen. Solo uno de cada tres mayores de 75 años usa internet. Según datos del Instituto Nacional de Estadística de España (INE) del 2023, mientras que la implantación de la red es del 100 % entre los más jóvenes, solo el 60 % entre los ciudadanos de 65 a 74 años la utilizan para comunicarse mediante herramientas como WhatsApp. La cifra es aún menor en el caso del uso de servicios bancarios en línea: solo un 7,4 % de los mayores de 75 años hace compras por internet.

Un nuevo proyecto de investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) pretende ayudar a mitigar este problema social, conocido como la brecha digital gris, para equilibrar la desigualdad en el acceso, el uso y el aprovechamiento efectivo de las tecnologías digitales entre las personas mayores. Señala este estudio que con el aumento de la longevidad, una inclusión digital justa en la vejez debe ser un asunto prioritario para no vivir excluidos de una sociedad hiperdigitalizada.

Las causas de esta marginación empiezan por la fuerte presencia de estereotipos y prejuicios relacionados con las personas mayores. El envejecimiento ha sido objeto de discriminación social y la digitalización ha acentuado esta exclusión. Los más mayores se suelen sentir confundidos con el uso de las tecnologías en ámbitos como el transporte público, el pago de impuestos o la sanidad pública. Según investigaciones recientes, es el edadismo, más que la edad cronológica, lo que influye en el hecho de que los productos digitales no estén diseñados para las personas mayores.

A los estigmas y la discriminación impuestos por la sociedad se suman también las limitaciones autoimpuestas por los mayores, ya que el sentimiento de ser demasiado viejo para el mundo digital es uno de los factores que más desincentiva el uso de la tecnología entre este grupo de edad. 

Con estos datos en la mano, el nuevo proyecto de investigación de la UOC #Viejismo, Digital ageism: Ageist stereotypes and the vicious circle of digital exclusion in Spain, pretende combatir la desigualdad digital que afrontan las personas mayores en España identificando los elementos críticos y los estereotipos más interiorizados por una buena parte de la población que fomentan el edadismo digital, con el fin de promover una digitalización justa entre este colectivo.

La investigación está liderada por Mireia Fernández, investigadora del grupo Communication Networks and Social Change (CSNC) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. «Existe un círculo vicioso que perpetúa la exclusión de las personas mayores en el ámbito digital y que está formado por tres elementos: los estereotipos y autoestereotipos, la falta de datos y la inadaptación del diseño», apunta Mireia Fernández-Ardèvol en este informe recogido por la UOC. 

Señala la investigadora que los estereotipos y los autoestereotipos son las suposiciones generalizadas que convierten a estas personas en marginados digitales al dar por supuesto que no les interesa o no pueden aprender a utilizar tecnologías digitales.

A esto se suma la falta de datos detallados sobre la vida digital de los mayores. «Muchos datos disponibles hacen un énfasis excesivo en aspectos sanitarios, lo que fomenta la imagen de estas personas principalmente como pacientes. Esto hace que se obvie su papel como contribuyentes, viajeros y consumidores de servicios culturales», señala la investigadora.

En cuanto a la falta de adaptación, los servicios y los productos digitales a menudo ignoran las necesidades de este grupo de edad y su carácter heterogéneo. «Nuestro objetivo inmediato es abordar estos estereotipos y autoestereotipos como primer paso para mejorar la falta de datos y la inadaptación del diseño con el fin de romper este círculo de discriminación», indica la profesora de la UOC.

El objetivo de #Viejismo es combatir la desigualdad digital en la tercera edad y ayudar a los responsables políticos, al tercer sector y a la industria a ser más justos e inclusivos. Este proyecto está financiado por la Convocatoria Flash para apoyar proyectos de investigación sobre el impacto social de las vidas longevas del Observatorio Social de la Fundación La Caixa. El equipo investigador llevará a cabo una encuesta para identificar los estereotipos de edad asociados a las habilidades digitales con una muestra representativa de 2.000 personas adultas de toda España.