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El Congreso aprueba definitivamente la ley contra el desperdicio alimentario

La Voz

SOCIEDAD

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Los bares y restaurantes deberán ofrecer la posibilidad de llevar a casa comida o bebida envasada que no haya sido consumida

20 mar 2025 . Actualizado a las 13:50 h.

El Congreso de los Diputados ha concluido este jueves la tramitación en las Cortes de la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y del Desperdicio Alimentario, que ya puede publicarse y entrar en vigor. Los diputados han terminado la tramitación parlamentaria de la ley con una votación que también saca adelante la modificación de la representatividad agraria —en contra del Senado— y otra enmienda para reclamar que el lobo deje de ser especie protegida al norte del Duero, esta última aprobada en la Cámara Alta e impulsada por el PP.

El Gobierno presentó por primera vez la ley contra el desperdicio alimentario la pasada legislatura, pero su avance se vio truncado por las elecciones generales del 2023. Con 19 artículos y varias disposiciones adicionales, la norma busca prevenir y reducir el desperdicio de los alimentos por parte de todos los agentes de la cadena. La Unión Europea cifra en 60 millones las toneladas de residuos alimentarios que se generan en su territorio anualmente. Se calcula que un 40 % se concentra en el consumidor y otro tanto en la transformación y fabricación, siendo del 15 % en la restauración y del 5 % en la distribución.

La ley parte de la asunción de que no es suficiente con medidas de concienciación, de que es necesario acompañarlas de reformas estructurales en la cadena de elaboración, transformación y suministro de productos alimentarios. Así, establece una jerarquía de prioridades de solución. Aquellos excedentes cuya generación no se haya logrado prevenir deberán ser donados o distribuidos para consumo humano; en su defecto, se dedicarán a la alimentación animal y a la fabricación de piensos. Y en defecto de todas las anteriores, se emplearán como subproductos en otra industria y en última instancia. «En última instancia, ya como residuos, se dedicarán al reciclado y, en particular, a la obtención de compost y digerido de máxima calidad para su uso en los suelos con el objetivo de producir un beneficio a los mismos, y, cuando no sea posible lo anterior, para la valorización energética mediante la obtención de biogás o de combustibles».

La norma también estipula que la restauración deberá ofrecer la posibilidad de llevar a casa comida o bebida envasada que no haya sido consumida, sin coste adicionalsalvo en los formatos de servicio de bufé libre o similares donde la disponibilidad de comida no está limitada. Además, se insta a los establecimientos de comercio al por menor a disponer de líneas de venta con productos feos, imperfectos o poco estéticos; a promover el consumo de los productos de temporada, los de proximidad, los ecológicos y los ambientalmente sostenibles y a incorporar y mejorar la información sobre el aprovechamiento de los alimentos.

La ley incluye la obligación de todos los agentes de disponer de un plan de aplicación para la prevención de las pérdidas de desperdicio, una medida de la que quedan excluidas las microempresas y las pequeñas explotaciones agrarias.