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Greenpeace, condenada a pagar 600 millones de euros a una petrolera por las protestas contra un oleoducto en EE.UU.

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Activistas de Greenpeace protestan contra el oleoducto Dakota Access en 2018 frente al banco suizo Credit Suisse en Zurich
Activistas de Greenpeace protestan contra el oleoducto Dakota Access en 2018 frente al banco suizo Credit Suisse en Zurich Arnd Wiegmann | REUTERS

La organización ambientalista recurrirá la sentencia, que da la razón a Energy Transfer por unas manifestaciones ocurridas en el 2016

21 mar 2025 . Actualizado a las 09:10 h.

La organización ecologista Greenpeace ha sido condenada este miércoles en Estados Unidos a pagar 660 millones de dólares (unos 605 millones de euros) en daños y perjuicios a la petrolera Energy Transfer después de que un jurado de Dakota del Norte la declarara responsable de difamación por las protestas contra el oleoducto Dakota Access. 

La petrolera, con sede en Dallas, demandó a la ONG por 300 millones de dólares en el 2019, acusando al grupo ambientalista de planificar protestas, difundir información errónea y causarle pérdidas financieras a través de daños a la propiedad. 

El oleoducto, de cerca de 1.900 kilómetros, cruza cuatro estados y ha estado en funcionamiento desde el 2017, a pesar de las protestas derivadas de un cruce bajo el lago Oahe, cerca de una reserva indígena siux. Durante las manifestaciones, que tuvieron lugar entre el 2016 y el 2017, miles de personas acamparon durante meses en la zona argumentando que el oleoducto se estaba construyendo en tierras sagradas y que podía suponer un peligro para el suministro de agua.

Greenpeace recurrirá la sentencia

Greenpeace, de origen canadiense pero con sede en Países Bajos, ha anunciado que apelará el fallo ante el Tribunal Supremo de Dakota del Norte y ha explicado que la indemnización se repartirá entre las filiales estadounidenses (Greenpeace USA y Greenpeace Fund Inc.) y Greenpeace International.

 La directora ejecutiva interina de las filiales estadounidenses, Sushsma Raman, ha expresado que «este caso debería alarmar a todos, sin importar sus inclinaciones políticas». «Forma parte de un renovado esfuerzo por parte de las corporaciones para utilizar nuestros tribunales como arma y silenciar la disidencia», ha declarado. 

Asimismo, el director ejecutivo de Greenpeace International, Mads Christensen, ha señalado que «estamos presenciando un desastroso regreso a las conductas imprudentes que impulsaron la crisis climática, profundizaron el racismo ambiental y priorizaron las ganancias de los combustibles fósiles por encima de la salud pública y un planeta habitable».

Por su parte, la directora ejecutiva de Greenpeace España, Eva Saldaña, ha señalado que se trata de «un momento triste para el activismo y la desobediencia civil». «Pero esta sentencia no es el final de nuestra lucha contra las grandes petroleras», ha añadido.

Por otro lado, el cofundador y presidente de la junta directiva de Energy Transfer, Kelcy Warren —uno de los mayores donantes en la última campaña presidencial del actual mandatario, Donald Trump— aseguró en un vídeo proyectado durante los argumentos finales del jucio que los manifestantes crearon «una narrativa totalmente falsa», según informa The New York Times.

El medio neoyorquino también recoge que uno de los abogados de la empresa, Trey Cox, afirmó durante el juicio que «Greenpeace tomó un asunto local pequeño y desorganizado y lo explotó para cerrar el oleoducto y promover su propia agenda egoísta». 

La ONG presenta una demanda contra Energy Transfer

La organización ecologista ha asegurado que este se trata de un caso de Demanda Estratégica contra la Participación Pública (SLAPP, por sus siglas en inglés), un tipo de litigio civil utilizado por corporaciones, políticos y otros grupos poderosos contra activistas, opositores o periodistas.

En este sentido, la ONG ha recordado que en febrero presentó una demanda contra Energy Transfer en Países Bajos, «haciendo uso por primera vez de la directiva anti-SLAPP». «Nos veremos en los tribunales en Ámsterdam este próximo mes de julio», ha advertido Eva Saldaña antes de hacer hincapié en que «Greenpeace seguirá en primera línea de batalla para lograr la protección de estos derechos fundamentales para todos».