Más preocupación e incertidumbre que optimismo ante la inteligencia artificial

María Viñas Sanmartín
maría viñas REDACCIÓN / AGENCIA

SOCIEDAD

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Uno de cada dos españoles creen que la IA perjudicará el mercado laboral, según el CIS. Hasta el 87 % temen que se use para difundir información errónea y bulos

21 mar 2025 . Actualizado a las 18:24 h.

Los españoles son plenamente conscientes del impacto que tienen en sus vidas los más recientes avances tecnológicos. Pero, ¿qué opinan de este imparable desarrollo? ¿Cuál es su percepción sobre la inteligencia artificial? ¿Qué saben de ella, la usan? El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó este viernes una encuesta que revela que esta capacidad para «pensar» de las máquinas produce entre la población más preocupación e incertidumbre que optimismo y confianza; también, que son muchos los que creen que acarreará más perjuicios que beneficios, sobre todo en el mercado laboral y en la creación artística.

El trabajo —realizado durante el mes de febrero a partir de 4.000 entrevistas a mayores de edad de 1.131 municipios distintos— pone de manifiesto que en nuestro país se asocia el desarrollo tecnológico al progreso, pero también a la deshumanización, a la riqueza y a la dessigualdad, y que la gran mayoría de la población está muy o bastante preocupada por el uso de sus datos por parte de las empresas privadas y las administraciones públicas. Hasta un 90 % de los españoles ven muy o bastante probable que su información personal sea utilizada para fines comerciales y el 85,5 % se sienten vulnerables hasta el punto de creer que tranquilamente podrían ser víctimas de algún fraude. El 76,8 % están muy o bastante de acuerdo con que hay que prohibir la recopilación de estos datos para su venta a terceros, y el 75,8 % no creen que las políticas de privacidad y la información en internet sobre esto sean claras y sencillas. ¿Quién debe asumir la responsabilidad de custodiar toda esta información? En opinión de la mayoría, los Gobiernos, por delante de las empresas que la recopila.

Con respecto a la inteligencia artificial, un significativo 7,6 % de los encuestados reconocieron no haber oído nunca hablar de la capacidad de un robot o un ordenador para crear textos e imágenes, o para programar. Quienes están familiarizados con estas herramientas, conocen sobre todo ChatGPT y los que lo usan suelen hacerlo «varias veces a la semana». A bastante distancia se sitúan otros programas como Microsoft Copilot, Gemini y Perplexity, según los datos del CIS, que reflejan la incomodidad que les causaría a los españoles someterse a una operación médica realizada por un robot —al 34,3 % les resultaría «totalmente incómodo»—, viajar en un coche autónomo —36,6 %— o hablar con una inteligencia artificial, por ejemplo, con un servicio de información o atención al cliente.

Sobre los límites legales, seis de cada diez consultados se alinea con la idea de que la IA debe ser urgentemente regulada. El mismo porcentaje defiende que las empresas y los organismos oficiales tienen que informar cuando utilicen máquinas en lugar de seres humanos. La mitad de la población entiende que poner en funcionamiento normas éticas y garantías jurídicas estrictas al respecto es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta en estos momentos la humanidad. Y un 38 % —más de uno de cada tres encuestados— recelan de estos sistemas en cuestiones de propiedad intelectual: creen que ponen en peligro los derechos de autor.

Hasta el 87 % temen que se use para difundir información errónea y bulos

El 43,5 % de los encuestados por el CIS han oído hablar sobre la ley de inteligencia artificial de la Unión Europea, aprobada el año pasado, mientras que solo un 34,9 % conocen la solicitud que hicieron en el 2023 expertos en esta materia y ejecutivos de la industria para detener su acelerado desarrollo y hacer más pruebas. Hasta un el 87 % de los españoles se muestran muy o bastante convencidos de que la IA puede ser utilizada para difundir información errónea y bulos, un elevado 80,6 % tienen asumido que a través de esta tecnología se pueden cometer delitos o actos ilegales, y un 72,2 % sospechan que provocará mayor desigualdad global.