Otra oveja negra entre los cardenales: Cipriani, sancionado por el papa por un presunto caso de abuso sexual
SOCIEDAD

Al tener ya 81 años, Cipriani no entrará en la Capilla Sixtina para elegir nuevo papa, pero sí se le ha visto en Roma con el resto de purpurados y participa en las reuniones previas. Becciu, el condenado por corrupción, finalmente se echa a un lado y no votará
30 abr 2025 . Actualizado a las 19:32 h.Parece que Giovanni Angelo Becciu, el purpurado condenado por corrupción, no era la única oveja negra del colegio cardenalicio. Con el sardo ya fuera de juego —insistió e insistió en participar en el cónclave, aun habiendo sido despojado de sus derechos por Francisco, hasta que finalmente decidió renunciar—, un nuevo rostro ha acaparado todas las miradas, el de Juan Luis Cipriani, sancionado por el fallecido pontífice por un presunto caso de abuso sexual y que, sin embargo, estos días está acudiendo a las reuniones que celebran en Roma los máximos dirigentes de la Iglesia. El peruano no podrá entrar el próximo 7 de mayo en la Capilla Sixtina, porque tiene más de 80 años —en concreto, 81—, pero sí opinar y debatir en los encuentros previos, en los que normalmente suelen ya tejerse alianzas y dibujarse el perfil del próximo santo padre.
Cipriani, arzobispo emérito de Lima y el primer purpurado de la historia del Opus Dei, fue castigado por el Vaticano con restricciones disciplinarias que incluyen el exilio de su país natal y la prohibición de llevar símbolos cardenalicios y hacer declaraciones públicas, como en su momento concretó la oficina de prensa de la Sana Sede. Sin embargo, fue visto este domingo, con sus paramentos de cardenal, en la basílica de Santa María la Mayor, donde más de un centenar de purpurados fueron a rezar después del sepelio del papa.
Preguntado sobre su presencia en la capital italiana, el portavoz vaticano, Matteo Bruni, admitió que no tenía indicación alguna sobre el tema, pero prometió informarse al respecto. Precisó, eso sí, que no se habían divulgado de forma completa todas las sanciones impuestas al cardenal. En su momento, el Vaticano dijo que se le habían impuesto después de que Cipriani se retirara como jefe de la iglesia peruana, en el 2019, «como resultado de las acusaciones contra él», y que él había aceptado las medidas. La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) corroboró la existencia de las sanciones y agregó que el santo padre había tratado al cardenal Juan Luis Cipriani «con exquisita caridad pastoral» y procedido «uniendo la justicia y la misericordia».
En una carta de respuesta a ese comunicado de la CEP, Cipriani expresó su «sorpresa y dolor» y destacó que se dan «por ciertos unos hechos no probados». Agregó que cuando el nuncio en Perú le transmitió el precepto con el que se le limitaron algunas facultades, él lo firmó declarando por escrito que la acusación de abusos era absolutamente falsa.