
Impex Europa, empresa gallega líder en fabricación y venta de estos productos, elabora una guía de buenas prácticas
22 may 2021 . Actualizado a las 10:29 h.El raticida es uno de esos productos con los que hay que extremar las precauciones, tanto para que su aplicación tenga éxito como para que no cause daños en el entorno. Así que en Impex Europa, la empresa gallega líder en España y Portugal en fabricación y venta de estos productos, han elaborado una guía de buenas prácticas para ayudar, sobre todo, a los profesionales del campo. Y es que los roedores como la rata común, la negra o el ratón doméstico son plagas graves que afectan tanto a explotaciones ganaderas como a la agricultura.
«Cando os anticoagulantes dos raticidas se aplican incorrectamente, hai o risco de aumentar a resistencia dos roedores e de propagar esas resistencias», explican en esta compañía. Por eso apuntan a que para conseguir un control efectivo y duradero de los roedores es preciso realizar una buena planificación.
Los portacebos
Lo primero que hay que tener en cuenta son los portacebos, pues la normativa europea exige que se utilicen con los raticidas. Sirven para proteger al producto de la humedad, el polvo y la lluvia, pero también ofrecen un espacio donde los ratones se siente seguros y se alimentan, evitando de esta forma el consumo del cebo por especies que no son objetivo del raticida, como perros o gatos. Además, siempre que sea posible, los cebos deben estar fijados en el interior del portacebos, para evitar que el animal lo transporte. Existen modelos con cierre de seguridad y soporte y conviene que tengan dos orificios, de forma que permita el libre acceso de los ratones y evite el de otras especies.,
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es que los portacebos deben distribuirse por toda el área a desratizar, dando prioridad al perímetro de la propiedad y a las zonas de mayor probabilidad de paso de los ratones, que suelen caminar pegados a las paredes. «Dispoñer os cebos de forma aleatoria é unha perda de tempo e de diñeiro, xa que os roedores raramente se apartan do seu camiño habitual», añaden en Impex. Además, deben ser colocados con una distancia entre sí de 5 a 10 metros en el caso de una infestación de ratas y de 2 a 5 metros si es de ratón común.
Monitoreo
Es necesario, también, realizar un seguimiento de los cebos. En el caso de los anticoagulantes de segunda generación, donde no llega con una única toma de veneno, se recomiendan pequeñas cantidades con renovaciones cada tres o cuatro días, hasta que se vea que se deja de consumir. La mejor forma de evaluar los resultados de una desratización es monitorear y registrar regularmente los consumos en cada puesto ya que es raro encontrar cadáveres, pues cuando el animal se siente mal se refugia en zonas seguras. En el caso de que no se inicie el consumo del raticida, se debe sustituir el cebo utilizado por otro que sea más atractivo.
Impex también recomienda manipular siempre el material utilizado con guantes, para no trasladarle olores que puedan provocar la desconfianza de los ratones. No se deben mezclar los raticidas con otros productos y tampoco se debe comer, beber o fumar durante su manipulación. Por último, la empresa desaconseja colocar el producto cerca de cursos de agua para evitar la respectiva contaminación.