![Manchas en las hojas tras la aplicación de un tratamiento en una viña de Doade](https://img.lavdg.com/sc/wnsFUkpiJgF7BXpknO4MP9_MV1U=/480x/2024/06/20/00121718896921867499339/Foto/M_20240618_132508000.jpg)
La anunciada subida de temperaturas obliga a dar tratamientos cuanto antes por la alta humedad
21 jun 2024 . Actualizado a las 09:46 h.Una aplicación de productos fitosanitarios cada dos semanas. En las viñas de la Ribeira Sacra es la cadencia habitual, aunque se quede corta en otras zonas con mayor pluviometría en los meses previos a la recolección. Los viticultores la conocen como «regla del 15», los días que teóricamente protegen las vides determinados productos frente a los ataques de hongos. Con tiempo soleado tampoco resulta necesario seguirla a rajatabla, pero tal como pinta la meteorología este año ignorarla puede suponer la pérdida de la cosecha. Tras tres días de intensas precipitaciones, la subida de temperaturas que se anuncia al menos a corto plazo dispara el riesgo de ataques de mildiu, black-rot y oídio. Los técnicos advierten de que en los próximos días estará en juego en buena medida el futuro de la vendimia.
«Hai que manter un elevado nivel de vixilancia e, en caso de realizar unha aplicación, utilizar funxicidas con actividade conxunta fronte a black-rot, mildeu e oídio», señala uno de los últimos boletines de avisos la Estación Fitopatolóxica do Areeiro. Aunque sus recomendaciones se realizan en base a la observación de viñedos situados en Rías Baixas, la pluviometría que aconseja el nivel de alerta también afecta al interior de Galicia. Desde el centro de investigación destacan, por otro lado, que en el actual contexto meteorológico resulta imprescindible «manter ben rozada a vexetación baixo as viñas, pois do contrario xérase un ambiente de humidade excesiva e falta de ventilación que favorece os patóxenos».
La elevada humedad genera el caldo de cultivo ideal para que hagan acto de presencia los hongos más destructivos para el viñedo. En cuanto levante el tiempo, la subida de las temperaturas creará las condiciones óptimas para su expansión. Si no se la ataja a tiempo, la infección que delata inicialmente la presencia de manchas marrones o amarillas en las hojas se traslada a los racimos y echa a perder la uva. Después de tres días de intensos chubascos, MeteoGalicia pronostica una subida gradual de las máximas a partir de este viernes. Si se cumplen los pronósticos el domingo se alcanzarán los 30 grados, una temperatura que puede causar estragos con la humedad acumulada si no se tratan a tiempo las viñas.
El nordés ayudó
El tren de borrascas que precedió a las lluvias tormentosas de esta semana ya había generado las condiciones óptimas para un ataque de mildiu que finalmente no se produjo. La explicación que aportan los expertos apunta a las bajas temperaturas diurnas y nocturnas que se registraron entonces al levantar el tiempo. El breve paréntesis de tiempo soleado previo a la llegada del verano trajo además viento del nordés, lo que contribuyó de forma determinante a rebajar las concentraciones de humedad. Hasta la fecha, en la Ribeira Sacra hubo más incidencia de black-rot e incluso de oídio que de mildiu.
Los investigadores conceden una especial importancia a las temperaturas nocturnas a la hora de explicar la especial incidencia del mildiu en algunas cosechas. Cuando las mínimas están entre 11 y 12 grados —como vaticina MeteoGalicia para las noches del viernes al sábado y del sábado al domingo próximo— se dan las condiciones para una mayor expansión del hongo. El calor pone la guinda salvo si se alcanzan máximas por encima de 30 grados, que inhiben el desarrollo de los hongos que atacan al viñedo. Las temperaturas diurnas de los próximos días estarán en una franja favorable para su desarrollo.
Inquietud por las consecuencias del abandono que puedan sufrir algunas viñas
«Empeza a festa, e é cousa de todos». El mensaje lo colgó el pasado 15 de mayo en sus redes sociales el viticultor de Doade Breogán Pereiro. El texto iba acompañado de una foto en la que se apreciaban las primeras manchas de mildiu en las hojas de una vid. Con la alerta animaba a otros cosecheros a estar atentos a la presencia del hongo, ya que los tratamientos fitosanitarios en una viña pueden servir de muy poco si se permite su expansión incontrolada en las de al lado. Este año existe cierta inquietud por el descuido que pueda provocar en algunas parcelas la incertidumbre sobre la compra de uva por parte de las bodegas. «A xente non quere perder o que lle deu tanto traballo, pero empeza a verse algunha viña menos coidada da conta», apunta otro ribereño de la parroquia de Doade.
«Esta sendo un ano moi custoso no económico para os viticultores porque con tanta auga teñen que dar tratamentos seguidos nas viñas», apunta al respecto Carlos Basalo, de Unións Agrarias. Si la cosecha se complica, cabe la posibilidad de que algunos tiren la toalla antes de tiempo para no seguir gastando en productos sin tener asegurada la venta de la uva. De momento la vendimia se presenta abundante, posiblemente con bastante más volumen del que puedan digerir las bodegas.
Las condiciones meteorológicas también incrementaron los costes en la campaña vitícola del pasado año. Al igual que ahora, favorecieron los ataques de hongos e hicieron necesario aplicar tratamientos cada poco tiempo para no perder la cosecha. En producción, si no se tuerce, esta vendimia parece estar por encima de la anterior.