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Unas plantas muy prolíficas

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite CORRESPONSAL | MAZARICOS

AGRICULTURA

ALVITE

Reportaje | Cosecha poco habitual en Mazaricos El maizal de José Manuel Fernández ha despertado gran expectación en la aldea de Busto, puesto que media docena de ejemplares tienen seis o siete mazorcas

19 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Que la agricultura ha cambiado una barbaridad en los últimos años es algo que a estas alturas ya no se le escapa a nadie. Aún así, la naturaleza no deja de sorprendernos cada día con caprichos que son difíciles de explicar. Y si no que se lo pregunten a José Manuel Fernández Villar, un mazaricano que ha visto cómo en su finca crecían media docena de plantas de maíz con un denominador común: de todas ellas afloraron entre seis y siete espigas, cuando lo habitual es que tengan un máximo de tres mazorcas. Este agricultor reside en la aldea de Busto, y ha seguido muy de cerca el crecimiento de estas plantas, puesto que se encuentran en una finca que posee en las inmediaciones de su vivienda. Las mazorcas, cuatro de ellas de un tamaño considerable y las restantes de inferior calidad, se reparten por todo el tallo de la planta, que curiosamente es de mediano tamaño. De hecho, una de las espigas arranca a escasos cuatro centímetros del suelo. La gramínea pertenece a la variedad Pharaon, algo tendrá que influir el nombre en la excelente cosecha, y ha levantado gran curiosidad entre los vecinos del lugar. De hecho, desde que José Manuel Fernández descubrió que entre las plantas de su finca había varias que destacaban por el elevado número de mazorcas que tenían, hasta su propiedad se han desplazado muchos mazaricanos, con el objetivo de ver in situ los prolíficos ejemplares de maíz. El propietario de la parcela, que posee varias hectáreas de terreno dedicadas en exclusiva al cultivo de gramíneas, valora lo ocurrido como una simple curiosidad, y le resta importancia: «Debeu ser porque o terreo estaba moi abonado, xa que tiramos aquí sempre os restos da comida dos animais, e creo que foi isto o que lle serviu de fertilizante». El agricultor señaló que el resto de las plantas han dado mejores frutos: «Teñen só dúas ou tres espigas, pero de gran tamaño, polo que son máis doadas de ensilar». Pese a ello, Fernández retiró el resto de las plantas de su propiedad, y sólo dejó las que tienen seis mazorcas. Y después de esto, ríanse ustedes de la polémica sobre la manipulación genética de los alimentos. Si va a resultar mejor y más productivo el estiércol que cientos de horas en los laboratorios.