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Reserva de la biosfera: un aval que no se aplica en Lugo pero sí en A Coruña

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

AGRICULTURA

MANUEL

Productores de Mariñas Coruñesas tienen un sello del que aún carecen Terras do Miño, Oscos-Eo y Ancares

05 mar 2020 . Actualizado a las 09:24 h.

Que haya un sello de origen para productos producidos o elaborados en una reserva de la biosfera puede ser un apoyo o una cuestión pendiente. Si, por ejemplo, se circula por la N-VI o por la A-6, un tramo de pocos kilómetros puede marcar la separación entre una y otra situación: la Reserva da Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo cuenta con esa etiqueta, mientras que Terras do Miño no la tiene, situación que también se da en los otros territorios con parte de su superficie en Lugo -Oscos-Eo e Terras do Burón y Ancares Lucenses e Montes de Cervantes, Navia e Becerreá e Ancares Leoneses-.

Disponer de esa etiqueta parece un aval para quien coloca en el mercado sus productos indicando su procedencia de una reserva, de igual modo que los que podrían tenerla ven en esa herramienta un modo de lograr mejor presencia en el mercado.

 LA EXPERIENCIA

«A xente quere saber de onde vén o produto». Manuel Vázquez tiene en Abegondo un negocio de hortalizas, aunque algunas de las fincas incorporadas recientemente están en el municipio de Arteixo. Kiwis y fresas llegan a tiendas y a distribuidores que venden a tiendas con la etiqueta de la Reserva da Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, lo que tiene sus consecuencias. Su mercado está sobre todo en clientes de A Coruña, aunque también, en un pequeño porcentaje, en Lugo.

 «A xente quere saber de onde vén o produto», afirma Vázquez, que destaca el creciente auge del valor del kilómetro cero, concepto que señala la cercanía entre el lugar de producción y el de venta. Para el consumidor, dice, la etiqueta no supone un mayor precio y sí, por el contrario, una garantía de que el producto tiene calidad y un origen cercano. «Todo o que sexa promoción é positivo», asegura.

 LA EXPECTATIVA

«Unha etiqueta axuda, sen dubidalo». Tania Pazos está al frente de una panadería en la parroquia friolense de Ousá. En ese lugar el pan no solo tiene una gran tradición sino también presente: por un lado, protagoniza, con el queso, una conocida y concurrida feria anual en la capital del municipio; por otro, se ha comentado alguna vez, aunque sin avances firmes por ahora, la posibilidad de gestionar algún sello de calidad para el producto.

 Que la Reserva da Biosfera Terras do Miño, en la que está situado Friol, contase con una etiqueta para productos agroalimentarios sería, en su opinión, un aval: «Unha etiqueta axuda, sen dubidalo», dice. También reconoce que los productos con una elaboración cuidada tienen hoy una notable aceptación: cita como ejemplo que su panadería tiene los domingos clientes que compran pan para varios días porque valoran la calidad del que se fabrica en Ousá.

«Todo o que sexa promoción é positivo». José Luis López preside la Indicación Xeográfica Protexida Pemento de Mougán, que se produce en Guntín, cuyo territorio pertenece a Terras do Miño. «Todo o que sexa promoción é positivo», asegura López, que intuye que una etiqueta como la creada en Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo ayudaría al producto.

 En esa reserva coruñesa, como ya explicó ayer este periódico, la pertenencia a una IXP o a una Denominación de Orixe no excluye el uso de la etiqueta de la reserva de la biosfera. Por otro lado, López percibe en los consumidores un interés por los productos sanos que no decrecerá: cree que ese es el rumbo del futuro y que se potenciará la línea ecológica.

«Todo o que sexa dar valor engadido sempre é bo». Manuel Cancio -productor de vino de Negueira de Muñiz, municipio situado en la Reserva da Biosfera Oscos-Eo e Terras de Burón- recalca que una etiqueta sería beneficiosa viendo los logros en territorios donde la hay. «Todo o que sexa dar valor engadido sempre é bo», sostiene Cancio. En esa zona se realizó alguna gestión para que el vino lograse una IXP, aunque sin logros hasta ahora.

 En esa reserva hay siete municipios gallegos -Ribadeo, Trabada, A Pontenova, Ribeira de Piquín, Baleira, A Fonsagrada, Negueira de Muñiz- y siete del occidente asturiano -Castropol, Vegadeo, Taramundi, San Tirso de Abres, Villanueva de Oscos, Santa Eulalia de Oscos y San Martín de Oscos-.