Las cosechas de hortalizas empezarán a prepararse próximamente

x. m. p.

El invierno se va acabando y se acerca el momento de empezar a preparar cultivos. Cierto es que, por ahora, se trata de cultivos de invernadero, que por lo general formarán parte de huertos para consumo propio, aunque sin descartar la venta de pequeños excedentes. En un mercado como el que se celebró ayer en Vilalba, esa demanda era notable.

Mientras tanto, el final del invierno y la proximidad de la primavera origina algo parecido a un choque de sabores: se venden ya hortalizas para ensaladas, pero también para caldos o revueltos, en tanto que el interés por productos cárnicos demuestra que la temporada alta de cocidos se alarga varias semanas.

 Variedades de lechuga

Una docena de plantas de lechuga podía comprarse ayer por dos euros. A ese precio las vendía María Jesús Villalba, que acudió con mercancía de Mondoñedo al mercado de la capital de A Terra Chá. La lechuga que ofrecía era de varias clases -rizada, lisa y hoja de roble-, y por ahora toda se cosechará en invernadero. Por tres euros, podían comprarse también una docena de plantas de brécol u otras tantas de coliflor.

También hay demanda de plantas de coles (a diez euros el centenar), de repollo (a 12 euros) y de cebolla (ocho euros). Otra planta que empieza a venderse para cultivar es el pimiento, en distintas variedades (morrón e italiano, entre otros): la docena de plantas se vendía a cuatro euros.

 Hortalizas

El interés por puerros y por repollos aún se mantiene a estas alturas del año: en ambos casos, ayer el precio era de 0,50 euros la pieza. Los amantes de las ensaladas frías ya tenían lechugas, que se vendían a 0,60 euros la unidad. También había calabazas, a un euro el kilo.

Chorizos, oreja y tocino

«Aún se hacen cocidos», comentaba la vendedora Marisa Gallego, de Rábade. Prueba de ello es el interés por los chorizos (un euro la unidad), las orejas (un kilo se vendía a 4,90 euros) y el tocino (el kilo costaba 7,90 euros). Si se quiere continuar el menú con un postre contundente, un kilo de queso de oveja costaba 12,90.