La abundancia de uva en Ribeira Sacra amenaza la estabilidad de precios en la vendimia

AGRICULTURA

El vino en el mercado es mayoritariamente del 2019 y la próxima cosecha podría llegar a siete millones de kilos
15 jun 2021 . Actualizado a las 14:16 h.Pocos productores de Ribeira Sacra, muy pocos, comenzaron a comercializar el vino de la pasada vendimia. La inmensa mayoría todavía están dando salida a la cosecha del 2019, que a escasos meses de la irrupción de la pandemia dejaba en las bodegas 7.256.756 kilos de uva. La mayor vendimia desde la puesta en marcha de la denominación de origen llegó en el peor momento posible, con la demanda del sector de hostelería bajo mínimos como consecuencia de las restricciones por la crisis sanitaria. La situación ahora es otra muy distinta y el mercado en bares y restaurantes repunta paulatinamente, aunque no se sabe si lo suficiente como para digerir otra vendimia histórica que está a poco más de dos meses vista.
Las vides traen uva en abundancia este año en todas las subzonas de la denominación de origen. En algunos viñedos no recuerdan una carga similar desde hace mucho tiempo. Ni en el 2019 ni en el 2011, la otra cosecha en la que se alcanzaron los siete millones de kilos en la Ribeira Sacra. El ritmo de embotellado de los vinos del 2020 todavía es muy lento y entre los viticultores la pregunta parece obligada: ¿habrá mercado para toda esa uva? «A xente ten medo porque moitos non sabemos aínda que vai pasar cos prezos», resume un viticultor.
Alguien podrá objetar que hacer cálculos sobre el volumen de la vendimia a estas alturas es algo parecido a echar las cuentas de la lechera. Las fuentes consultadas, sin embargo, no lo ven así. Siempre existe el riesgo de alguna tormenta inoportuna, pero sus consecuencias suelen ser localizadas. En cuanto a los ataques de hongos en los viñedos, otro de los factores que podrían recortar la cosecha, la fase actual del ciclo de la vid los hace más controlables. «El mildiu es muy difícil de atajar si aparece en la floración. Tal y como está ahora el racimo, se puede tener a raya si se dan los tratamientos oportunos», apunta un técnico.
Al menos hasta ayer, las tormentas no habían causado daños reseñables en ninguna de las zonas vitícolas acogidas a Ribeira Sacra. Calor y lluvias pueden propiciar a partir de ahora ataques de hongos, pero hasta la fecha su incidencia fue prácticamente nula en las viñas. La producción de uva apenas se vio recortada en algunos puntos por las heladas primaverales. Así las cosas, las bodegas asumen que se avecina «unha vendima grande» en la que podrían ponerse en el mercado no menos de los siete millones de kilos del año previo a la pandemia.
Casi quinientos proveedores
En principio, grandes bodegas como Rectoral de Amandi y Ponte da Boga estarían por la labor de mantener el compromiso del pasado año de comprar la uva a todos sus proveedores y con el mismo precio que venían pagando hasta la fecha. La decisión de Rectoral adquiere especial trascendencia: tiene en cartera 450 viticultores que le suministran del orden de dos millones de kilos en las últimas campañas. De momento, no obstante, no todos los cosecheros que abastecen a este bodega recibieron la confirmación de que les vaya a ser recogida la uva.
Con vistas a la próxima vendimia, Rectoral de Amandi llegó a un acuerdo para utilizar provisionalmente unas instalaciones situadas en O Ribeiro que la Consellería de Medio Rural pone a disposición de los grandes grupos para solventar el problema de las existencias de vino acumuladas. Entre las bodegas medianas, Dominio de Bibei y Guímaro avanzaron a sus proveedores que mantendrán los contratos de anteriores campañas.