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La lluvia y las altas temperaturas alimentan el maíz

x.r. alvite REDACCIÓN

AGRICULTURA

X.R. alvite

Al contrario de lo ocurrido en la Ribeira Sacra con el viñedo, la climatología de estos días está favoreciendo el crecimiento de este cereal en concellos de gran producción láctea como Mazaricos o Santa Compa

21 jun 2021 . Actualizado a las 10:56 h.

Bien es sabido que nunca llueve a gusto de todo y, mucho menos, en el campo. Si a mediados de la semana pasada una fuerte tormenta echaba a perder más de 70 hectáreas de uva en Chantada, en la otra punta de Galicia, en municipios como Mazaricos o Santa Comba, las lluvias de los últimos días han resultado excelentes para cultivos como el del maíz, mayoritario en la zona. «Esta chuvia está sendo unha auténtica bendición que case se aprecia de un día para outro no moito que medra a pranta. Sobre todo, tendo en conta que chegou acompañada de temperaturas relativamente suaves. De feito, houbo xornadas nas que polo día facía moito calor e de noite chovia. A situación ideal para a planta» explica el ingeniero técnico agrícola, Marcos García, que también extiende estos beneficios al de la lucha contra las plagas. «O crecemento dos últimos días tamén facilita que a gramínea saia pronto da primeira etapa de vida na que é maís vulnerable ao ataque de insectos como a rosquilla que, co calor intenso que se rexistrou, xa empezaba a actuar nalgunhas zonas». 

La rápida evolución de la planta también está resultando determinante en comarcas como Barcala, Ordes o Deza para alejar al jabalí de los cultivos. Sobre todo de muchas fincas que, pocas semanas despues de ser plantadas, debieron ser resembradas tras quedar debastadas por la voracidad del animal. «El quere comer o gran. Asi que, canto máis rápido xermine e saia ao exterior a planta menos posibilidades haberá de que cause tantos danos», apunta un ganadero del municipio de Rois donde los ataques del jabalí afectaron a decenas de hectáreas. 

Se da la circunstancia de que estas buenas condiciones climatológicas se producen en una de las campañas en las que la siembra se ha realizado de forma más temprana lo que, si nada se tuerce, invita a pensar en que será un buen año para los cultivos. Los productores, sin embargo, prefieren mantenerse cautos a tenor de lo ocurrido en campañas como las del 2019 cuando, la fuerte sequía registradas durante el mes de agosto, acabó por echar a perder la que muchos consideraban la mejor cosecha de la historia.

 «Por moi bo que sexa agora, que o é, haberá que ver como ven o resto do verán. O millo é un cultivo moi complicado que precisa de calor e humidade no momento de medrar e de algunha auga no momento da floración que é cando se forma a espiga. Condicións climatolóxicas que non sempre se dan», apuntan desde el departamento técnico de unas principales multinacionales de semillas que operan en la zona desde donde reconocen que, en condiciones normales, Galicia es uno de los mejores lugares del país para el cultivo de este cereal.

 70.000 hectáreas

Si bien no existen hasta el momento cifras oficiales ?en algunas comarcas de Lugo muchas fincas se sembraron ya empezado el mes de junio- se calcula que Galicia volverá a marcar este año un nuevo record de superficie destinada a maiz al superar por primera vez las 70.000 hectáreas. Durante el año pasado la cantidad sembrada se quedó en 68.639 hectáreas de terreno ?dieron lugar a más de 2,2 millones de toneladas de alimento-, lo que representa el 75% de toda la gramínea forrajera cultivada en España. 

Tanto por su elevado valor energético como por su coste razonable _entre dos y tres céntimos por kilo recogido_, el maíz se ha convertido en el principal alimento sobre el que se sustenta la alimentación de las vacas lecheras. Tanto es así que, un animal de alta producción, puede llegar a ingerir cuarenta kilos de ensilado en su ración diaria.