
La profesora del departamento de Producción Vegetal de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus Terra, Rosa Romero, detalla los riesgos que entraña el consumo directo, o indirecto, de algunas de las plantas que pueblan el jardín
12 jul 2021 . Actualizado a las 12:59 h.A todos nos gusta tener un jardín lleno de flores, árboles y plantas bonitas que combinen la mayor cantidad de tamaños y colores posibles. A veces incluso llenamos el interior de nuestras casas con plantas decorativas que le aporten ese toque ornamental a nuestros salones o pasillos. Hortensias, adelfas, tejos, hiedras, acebos, azaleas, calas... , queramos o no, se han ido abriendo un hueco en nuestras viviendas y jardines.
Sin embargo, lo que muchos desconocen es que el consumo de muchas de ellas puede llegar a ser tóxicas. Aunque por lo general es muy raro que una persona adulta llegue a ingerirlas, es importante prestar especial atención a los peques de la casa, sobre todo, si son menores de cinco años y a los animales domésticos como los gatos y los perros.
Los síntomas pueden ser muy variados: Desde irritaciones cutáneas, vómitos y dificultades respiratorias o incluso, en el peor de los casos, pueden provocar un estado de coma o la muerte. También es importante el grado de cantidad de ingesta. Lo destaca Rosa Romero, investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela y profesora en el Departamento de Producción Vegetal de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería. Junto a ella, hemos elaborado una pequeña guía de plantas con altos y bajos niveles de toxicidad presentes en nuestros jardines, huertas y casas.
¿Qué plantas de mi jardín pueden ser tóxicas?
Hortensia

Posiblemente las reinas de todo jardín. Su aspecto físico y su amplia gama de colores las convierten en una planta muy apetecible a nivel visual tanto plantada en tierra como expuestas en un jarrón en casa.
Muchos desconocen que sus flores y tallos contienen sustancias cianogénicas que pueden provocar síntomas similares a los ocasionados por el cianuro. Esto no significa que debamos eliminarlas de nuestros jardines, sino que debemos tener mucho cuidado con sus brotes carnosos que pueden ser ingeridos por nuestros animales de compañía y con que los niños pequeños mientras juegan se coman sus flores.
Adelfa

Son muy bonitas con sus vivos colores, pero no podemos obviar que es una de las plantas más venenosas del planeta. Bien sea consumida en pequeñas o grandes dosis. Incluso es necesario tener mucho cuidado a la hora de hacer fuego con su madera para preparar churrasco o cualquier otro tipo de alimentos a la parrilla y a la brasa. Pues, la comida se volvería tóxica y desencadenaría desde problemas digestivos, hasta problemas cardíacos y en casos extremos la muerte. Además, es muy peligrosa para los animales domésticos, pero no os preocupéis mucho, su gran altura dificulta el consumo.
Tejo

Es un árbol bastante común en las fincas caracterizado por sus frutos rojos. Y precisamente, el aro pequeño carnoso que recubre sus semillas es su única parte comestible ya que, el resto del árbol en su conjunto es venenoso para el ser humano. Así que mucho ojo con utilizar su madera para cocinar y con aspirar su humo en una hoguera. Este conocimiento se remonta siglos atrás, en concreto al asedio romano a Numancia, cuando los defensores numantinos vieron que la cosa pintaba fatal frente al invasor y decidieron suicidarse colectivamente tomando una infusión de tejo, evitando entregarse a los romanos.
Hiedra

Crecen por nuestras vallas, muros y fachadas. A parte de atraer y acumular a una gran cantidad de insectos, producen unos pequeños frutos muy parecidos a las moras y a los arándanos (dependiendo de su variedad) que su ingesta es altamente tóxica. Su consumo impide que los glóbulos rojos de la sangre puedan realizar su oxigenación, llegando a provocar vómitos, diarreas, excitación, un coma y la muerte misma. Además, en algunas personas el tacto de sus hojas puede llegar a generar irritaciones cutáneas.
Acibro

Sus ramas son muy decorativas durante las celebraciones navideñas. Al igual que estéticamente sus hojas verdes con tonos amarillos y frutos rojos la vuelven un árbol muy ansiado y querido en nuestros jardines. Precisamente la ingesta de estos frutos es venenosa en personas humanas, al contrario que en aves como el zorzal charlo y el urogallo que los incluyen en sus dietas invernales.
Floripondio o Trompeta de Ángel

Esta planta arrastra consigo una enorme polémica sobre su uso por cómo han sido utilizadas como alucinógenos desde tiempos prácticamente inmemoriales. Además, contiene alcaloides muy tóxicos cuya sobredosis puede derivar en parálisis, psicosis, alucinaciones y también la muerte. Es importante tener en cuenta que todas las partes de la planta son altamente tóxicas.
Azalea o redondera

Constituyen dos plantas de la misma familia conformadas por sustancias tóxicas venenosas para el organismo del ser humano. Como su presencia es bastante común en los jardines tanto particulares, como parques y jardines botánicos, es importante que no se encuentren ubicadas cerca de colmenas porque existe la posibilidad de que la miel sea contaminada por estas toxinas.
Espatifilo o Cuna de Moisés

Es una planta muy habitual en el interior de las casas, su aspecto es muy decorativo y existe un gran abanico de colores para elegir. En un principio para el ser humano no supone una gran amenaza, siempre y cuando se preste especial atención a los niños y mascotas ya que, el consumo de su estambre es perjudicial.
Cala

Al igual que el espatifilo es una planta muy común en los interiores de las casas e incluso en los jardines. Tampoco supone un riesgo para las personas a no ser que su estambre sea ingerido. Así que, una vez más es importante controlar las acciones de los peques y de nuestros animales.
¿Qué puedo hacer en caso de intoxicación?
Lo más importante es actuar de manera rápida y acudir ante la aparición de los primeros síntomas a los servicios de urgencias sanitarias. También, para facilitar el trabajo de los sanitarios deberíamos facilitarles el mismo elemento consumido o uno similar con el fin de evitar cualquier confusión y poder garantizar una rápida actuación. En el caso de los animales, es necesario ponerse en contacto con un veterinario lo más pronto posible.