El Ministerio de Agricultura flexibiliza las condiciones para la importación de esta materia prima destinada a la alimentación animal, planteará en Europa la posibilidad de dar ayudas al sector agroganadero y presentará un paquete de medidas fiscales para los afectados por la sequía
15 mar 2022 . Actualizado a las 09:52 h.La sequía y las consecuencias de la guerra de Ucrania, conflicto que ha contribuido a un encarecimiento todavía mayor de los costes de producción ahogando a las explotaciones agroganaderas, son los dos problemas a los que el Ministerio de Agricultura se ha propuesto buscar una solución en los próximos días. Para combatir la escasez de agua, el Consejo de Ministros aprobará en breve un real decreto que incluirá medidas de ámbito fiscal, social y de liquidez para aliviar la situación que atraviesan algunas cuencas hidrográficas. En cuanto a los problemas que origina el conflicto armado, el ministerio ya publicó una resolución por la que se flexibilizan temporalmente los requisitos específicos para la importación de maíz de Argentina y Brasil.
Esta última medida está destinada a facilitar en España la entrada de materias primas con destino a la alimentación animal que suplan la paralización de las importaciones de Ucrania por la situación de guerra en la que se encuentra este país tras la invasión rusa. La iniciativa se aprueba después de que la Comisión Europea convocara a los Estados miembros a una reunión el pasado 11 de marzo en la que se los autorizó a levantar algunas restricciones técnicas ligadas al límite máximo de residuos, «dentro de la plena garantía y seguridad del comercio agroalimentario».
Esta misma tarde, el ministerio se reunió con la Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos (AECEC) para analizar las medidas de flexibilidad que afectan al maíz procedente de Argentina y Brasil. En ese encuentro, asegura Agricultura, se constató que el maíz procedente de Estados Unidos no presentaba ningún problema a estos efectos, no siendo necesaria ninguna medida excepcional.
Sobre la información suministrada por esta asociación y tras realizar el correspondiente análisis de riesgos en relación a 10 productos fitosanitarios, se llegó a la conclusión de que seis de ellos no presentan problemas en relación con la legislación actual. Para los cuatro restantes, Agricultura acordó establecer un límite superior de acuerdo con el citado análisis de riesgos.
A partir de toda esa información, el ministerio publicó la mencionada resolución, que se aplicará temporalmente para el maíz originario de Brasil y Argentina y para determinados residuos de plaguicidas. Esta medida resuelve los problemas técnicos planteados por el sector importador y ofrece, al mismo tiempo, certidumbre y flexibilidad, sin poner en riesgo la seguridad alimentaria. Así, el sector importador puede comprar maíz para la alimentación animal en los principales países productores del mundo.
Autonomía alimentaria
Sobre la guerra habló también el ministro, Luis Planas, a primera hora de la mañana. Aseguró que lo que está claro es que España tiene un gran nivel de autonomía alimentaria, por lo que el suministro de alimentos está garantizado. Somos el cuarto país exportador de productos agroalimentarios de la UE y el octavo del mundo, con unas cifras que en el 2021 superaron los 60.000 millones de euros. El sector agropecuario sumó un total de 32.500 millones, la renta agraria creció un 2,3 % y el conjunto del sector primario supone ya el 11 % del PIB, añadió Planas.
En cuanto al aceite de girasol, Planas argumentó que las importaciones desde Ucrania no suponían grandes cantidades y que España, en el terreno de las grasas vegetales, no está mal situada porque cuenta con un importante volumen de aceite de oliva en todas sus categorías. Es decir, que se pueden buscar mercados alternativos, pero que no habrá problema de abastecimiento.
Sobre la PAC
El ministro también se mostró de acuerdo con algunos de los cambios propuestos en la Política Agraria Común (PAC) que han solicitado diversas organizaciones agrarias. En este sentido, se está valorando la posibilidad de flexibilizar, de manera transitoria, las condiciones de las rotaciones obligatorias de cosechas y disponer de la posibilidad de sembrar maíz en determinadas condiciones, así como utilizar barbechos o superficies de interés ecológico. Estas decisiones se discutirán en las dos reuniones que habrá esta semana del Comité especial de Agricultura de la UE y del de la Organización Común de Mercados Agrarios.
Otras peticiones que ha recibido el ministro consisten en incrementar los anticipos de las ayudas de la PAC de este año; en la posibilidad de articular ayudas, con una cantidad de hasta un 2 % de los fondos de desarrollo rural no utilizados, con ayudas singulares como se hizo durante la pandemia del covid; y en poder articular ayudas directas a los sectores afectados, si fuera necesario, en base al artículo 219 de la OCM.
El ministro consideró que estas medidas europeas, junto con el plan de choque anunciado por el presidente del Gobierno español, podrán servir para articular un paquete potente de respuesta a los problemas actuales. En su opinión, la misma «energía y determinación que hemos adoptado para imponer sanciones europeas e intentar frenar esta situación injusta debemos aplicarla para dar respuesta a los problemas en el ámbito alimentario».