Juana de Vega, la fundación que no deja solos a los emprendedores del rural
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AGRICULTURA
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El 56 % de las empresas asesoradas por esta entidad durante los diez años de historia de su programa de mentorización se hicieron realidad
20 nov 2022 . Actualizado a las 21:54 h.La crisis económica del año 2012 provocó que mucha gente que se quedó entonces sin empleo empezara a mirar al medio rural en busca de oportunidades. Fue entonces cuando la Fundación Juana de Vega decidió poner en marcha un programa para asesorar y ayudar a todos esos nuevos emprendedores. Esa iniciativa cumple hoy diez años con unas cifras de récord. Porque de todos los proyectos que ayudaron a poner en marcha, el 53 % se convirtió en una empresa real y el 92 % de ellas todavía siguen operativas. La entidad mantiene también abierta actualmente una nueva convocatoria de esta plan de apoyo.
«Unha das características dos emprendedores é a soidade coa que se atopan no proceso», cuenta José Manuel Andrade, director de la fundación. Quizás por eso un 93 % de los que participaron en el programa de asesoramiento de la Juana de Vega reconoce que les fue de gran ayuda y le dan una puntuación de 8 sobre 10 a todos los servicios recibidos. «Ás veces, temos unha visión das cousas e non somos capaces de abstraernos. Con este programa dámoslles axuda, pero tamén lles aportamos outra visión das cousas, aportámoslles ideas útiles, que lles axudan a desenvolver os proxectos», añade.
La misma opinión comparten los participantes en este programa. «Fixéronme un estudo de mercado e un programa de negocio», explica Eva Rodríguez, de Granxa Ameixeira. Ella quiere poner en marcha una granja de leche ecológica que venda la lecha fresca directamente a sus vecinos. Y con el programa de la Juana de Vega se dio cuenta de que este es un negocio con futuro, «que hai moitas razóns para que os consumidores merquen produtos ecolóxicos», añade. «Na Juana de Vega axudáronnos a buscar novas liñas de márketing e a focalizar e encauzar a empresa para que se sosteña e poida medrar», explica Juan Veiga, de la bodega Pagos de Brigante, que quiere recuperar el viñedo de la zona de Betanzos. «Este programa cambioume a vida, fixéronme ver as cousas desde outra óptica», reitera Adrián Ventura, que se tuvo que hacer cargo de la empresa de servicios agrarios Ventura Souto cuando su padre falleció.
Cambios en 10 años
A lo largo de estos diez años, el programa de mentorización y apoyo de esta fundación ha ido evolucionando. Se abrió también a empresas que ya estaban en funcionamiento para ayudarlas a consolidarse y a adaptarse a los nuevos tiempos, «para fortalecerse ou facer que se replantexen a súa estratexia», añade Andrade. Y permitió la participación de otro tipo de actividades, como las empresas de base tecnológica, las relacionadas con la bioeconomía, las empresas de servicios y las del sector turístico. Ahora, afronta su undécima edición y sigue contando con una alta demanda de participación.
El director de la Juana de Vega tiene claro que en el medio rural gallego sigue habiendo muchas oportunidades de negocio, sobre todo para los emprendedores. Por ejemplo en el campo de los cultivos de la huerta. «Temos boas características climatolóxicas e edafolóxicas para este tipo de cultivos e temos uns produtos de calidade e saborosos», añade. El ámbito de los pequeños frutos, como las fresas, las frambuesas y los arándanos, es otro en el que también hay espacio para el emprendimiento. «As condicións climáticas e a acidez dos solos permítenos obter producións en épocas nas que non hai oferta deste produto noutros sitios», asegura. Y la planta ornamental también es un sector en el que podría haber negocio, «porque as nosas producións están moi valoradas nos mercados pola rusticidade da planta, que é a capacidade de que se adapte ás condicións climatolóxicas dos países do norte de Europa, que son os principais importadores».
Hay más sectores del rural gallego en los que puede resultar interesante emprender, como el de las plantas aromáticas o el de la producción de castaña. «Hai tamén oportunidade para as empresas de servizos agrarios, pola falta de man de obra que hai no campo, e para os proxectos baseados na tecnoloxía ou na bioeconomía», añade. Hacer que muchas de estas inversiones salgan adelante seguirá siendo una de las tareas de esta fundación que sigue dispuesta a no dejar solos a los emprendedores.
Últimas semanas para inscribirse en la convocatoria de este año y premio al mejor proyecto
Hasta el próximo día 30 está abierto el plazo para que todos los emprendedores interesados se apunten a una nueva edición del programa de apoyo a las empresas agroalimentarias de la Fundación Juana de Vega, que tiene también un apartado para empresas que ya están en marcha y precisan algún tipo de asesoramiento. La novedad de este año es que los participantes podrán optar al primer premio al emprendimiento agroalimentario, que está dotado con un cheque por valor de 3.000 euros.
Este programa de formación y mentorización está orientado a ayudar a los emprendedores en el diseño e implantación de sus proyectos empresariales, pero también a las firmas que ya existen y que precisan abordar proyectos de mejora o expansión. La participación está abierta a iniciativas del sector agroalimentario, forestal, marisquero y pesquero y de la bioeconomía, así como a proyectos de base tecnológica y servicios relacionados con los anteriores. Todos deben desarrollarse en el ámbito geográfico de la comunidad de Galicia.
En la modalidad de emprendimiento podrán participar empresas en proceso de diseño de la idea, de reciente creación o aquellas que se encuentren en proceso de sucesión, así como proyectos para valorizar los activos rurales improductivos. El de consolidación está pensando para firmas que precisan realizar una revisión de su organización, crear un plan de márketing o mejorar su gestión, entre otras cosas. La novedad de este año es que los participantes en la primera de estas modalidades podrán optar al premio al emprendimiento agroalimentario. Este consistirá en un cheque por valor de 3.000 euros que el ganador podrá destinar a sesiones de apoyo con los mentores durante un período de cinco meses.