Patrocinado porPatrocinado por

Miguel Crunia, un sumiller gallego entre los 25 mejores del Reino Unido

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Martina Miser

Harpers Magazine valora su apuesta por los vinos atlánticos en Escocia

25 ago 2023 . Actualizado a las 19:53 h.

Si, como dice la canción, hay un gallego en la luna, por qué no lo va a haber también en la lista de los 25 mejores sumilleres del Reino Unido. Su nombre es Miguel Rodríguez Prieto, más conocido en el mundo del vino como Miguel Crunia, es natural de A Coruña y ha sido elegido por la prestigiosa revista especializada Harpers Magazine para ocupar el puesto número 14 en la selección anual que realiza de los mejores profesionales del país. Miguel dirige, junto a su pareja Vera Cebotari, una empresa de distribución y eventos de vino en Escocia, donde apuesta por darle voz a los pequeños artesanos del vino, poniendo énfasis en las regiones emergentes y promocionando los vinos atlánticos. Cuestiones, todas ellas, que han valorado muy positivamente en la prestigiosa publicación.

«La verdad es que no me lo esperaba. Me habían hecho una entrevista, pero habiendo tantos profesionales top...», cuenta desde Edimburgo, donde creó Fion, una empresa que también ofrece servicios de consultoría a la restauración en todo lo relacionado con el servicio del vino. De hecho, su elección como uno de los mejores sumilleres se debe al trabajo realizado en la vinoteca Whiskers, donde trabajó en los últimos meses como sumiller creando un programa de vinos acorde a la filosofía del local y entrenando al equipo de sumilleres de este espacio.

Según Miguel, la selección de la publicación persigue celebrar lo mejor del sector en el Reino Unido, destacando a aquellos profesionales que están a la vanguardia, poniendo el listón muy alto y proporcionando modelos a seguir que sirvan de inspiración a las nuevas generaciones. Para elegir a los integrantes de esta lista, Harpers crea primero un listado de candidatos potenciales a los que entrevista para evaluar no solo su conocimiento del vino, sino otros aspectos que forman parte del día a día del sumiller, como su filosofía y concepto a la hora de elaborar la lista de vinos, los precios y márgenes y las relaciones con los proveedores, entre otras cuestiones. Al finalizar las entrevistas, Harpers pide a los candidatos una copia de su carta de vinos para evaluar la calidad de los mismos y ver que lo afirmado por los sumilleres se corresponde con la realidad.

En Whiskers, Crunia elaboró una cata, que juega con el cliente desde la primera página, pues le invita que tome una decisión de la que dependerá su relación con el vino durante su velada en este local. Así, puede elegir entre dar un paso fuera de los caminos establecidos para conocer nuevas regiones emergentes y variedades de uva poco conocidas, o seguir por el sendereo de la memoria, quedándose en su zona de confort bebiendo grandes vinos de las regiones clásicas. Elija lo que elija, el cliente no se va a encontrar una carta de corte clásico, pues la apuesta de Miguel es canalla, desenfadada y con un punto gamberro. No se divide por zonas o por precios, sino por estilos de vino. La idea es que el cliente pierda el miedo a interactuar con el mundo del vino, desencorsetando la figura del sumiller y eliminando ese lenguaje innecesario con el que no conecta el cliente final. Para ello, cada una de las referencias de vino viene con una pequeña nota que pone en valor por qué dicho vino es especial.

En la selección de vinos de Miguel tiene mucha presencia Galicia. «Aquí los vinos gallegos son muy valorados, quizás más que entre el público local», cuenta. Les gustan los blancos, con su frescura, «porque la gastronomía es muy parecida a la nuestra», sostiene. También los tintos, que no tienen tanta graduación alcohólica como los de otras regiones. De hecho, este sumiller ha puesto en marcha una campaña bautizada Vinos Atlánticos para gente Atlántica. «Escocia es un país al que también baña el océano Atlántico», sostiene. De ahí que las elaboraciones gallegas estén triunfando. Ya no solo hay Rías Baixas en las cartas de los principales restaurantes o en las tiendas especializadas. «Ahora puedes encontrar muchos Ribeira Sacra y se empiezan a ver Monterrei. También O Ribeiro y Valdeorras dan mucho juego», cuenta.