Trigo autóctono para esquivar el efecto de la sequía y producir pan de calidad
AGRICULTURA
Acuña recogió 7.300 kilos de este cereal en su primera cosecha en Lalín
20 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Miguel Pampín cultiva tres hectáreas de terreno en Lalín. Acaba de recoger una cosecha de 7.300 kilos de trigo Caveeiro con la que abastecerá a Panaderías Acuña. Con esta producción, Jacobo y Andrés Acuña elaborarán el pan de montaña y el kilómetro cero, dos variedades de una partida diaria de panes especiales que ofrecen desde hace unos años con un condicionante, que sus ingredientes sean de proximidad. Es su forma de reivindicar Galicia a través de su trabajo.
Con esta primera cosecha ya en su almacén recuerda cuando iniciaron esta aventura en la finca familiar de Vilaboa. Al borde de la N-550 sembró esta variedad para hacer un producto sostenible. «Fue más que nada un acto reivindicativo, pero el principio para seguir creciendo en esa línea», recuerda ahora Andrés, que trae más harina desde Xinzo y desde Melide para sus panes de kilómetro cero y de montaña. La idea es ir incorporando a la barra artesana, la más demandada, un porcentaje cada vez mayor de este trigo. Pero para eso necesitan más terreno.
Autoabastecerse y controlar la producción desde la tierra es una de las tres patas que sostienen el proyecto que hermana Lalín y Pontevedra. A la necesidad de apostar por lo propio y la calidad se unieron los efectos que el cambio climático está dejando en las plantaciones del centro peninsular y que obligan a buscar una alternativa ante la caída de la producción. Buscar alternativas productivas llevaron a la familia Acuña hasta la capital del Deza. Esa es la segunda pata de un proyecto al que se unió Miguel Pampín para cerrar la ecuación. Conoció a través de los medios de comunicación la apuesta de los panderos por los productos de proximidad y se puso en contacto con ellos para ofrecerle su colaboración. Esta es la tercera pata de un proyecto con dni gallego. «Eu traballo terras de veciños que se xubilaron e ían quedar abandonadas. Deste xeito conseguimos tamén que o monte non chegue as casas», explica Pampín. Con su labor ha dado vida a nueve parcelas en la parroquia de Galegos, en Lalín, donde no hay concentración parcelaria y no son válidas para el vacuno. «O rural cada vez está máis despoboado e con isto lle sacamos proveito e evitamos que quede de monte», recalca.
Esta lucha por el rural fue la que llevó a Miguel Pampín a unirse al proyecto que este mes de agosto ha dado la primera cosecha de trigo Caveeiro para Panaderías Acuña. Sembraron en febrero y con las temperaturas que se registraron en la zona durante la primavera y el verano han recogido más de lo esperado y de mayor calidad. Los efectos del cambio climático han beneficiado la producción. «Si en algunas zonas de Castilla antes sacaban por hectárea cerca 2.500 kilos, ahora están bajando a los 1.500», apunta Andrés sobre los efectos que están llevando a los agricultores a potenciar el cultivo de trigo en la provincia.
La idea es seguir creciendo. Ahí necesita el respaldo de Miguel y de buena parte de los vecinos que tengan fincas sin explotar. «En la zona de A Coruña y de Ourense ya hay grandes extensiones de trigo», apunta Acuña, que quiere hacer lo mismo en Pontevedra.