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Las permutas de Friol siguen haciendo furor entre ganaderos: «Ou tes terreo ou non fas nada»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

AGRICULTURA

Félix Barral subraya que solo con una cierta disponibilidad de terreno tiene futuro el trabajo en el campo
Félix Barral subraya que solo con una cierta disponibilidad de terreno tiene futuro el trabajo en el campo CEDIDA

La lista de espera para una tercera fase en el municipio, que aún no se aprobó, incluye tanto terreno como en la segunda parte del proyecto

25 abr 2024 . Actualizado a las 20:03 h.

Las permutas de terreno entre particulares, iniciadas en Friol por iniciativa del Concello y extendidas luego a otros municipios de la provincia de Lugo y del resto de Galicia, no dejan de causar interés entre quienes se dedican a la agricultura o a la ganadería. Prueba de ese interés es que se está a la espera de una tercera fase, de cuya consecución hay fundadas expectativas, y el número de propietarios del municipio interesados es tan amplio como en la segunda, ya acabada.

Entre quienes ya se beneficiaron de esta iniciativa y quienes confían en sumarse en una próxima fase parece haber plena confianza sobre las consecuencias del proceso. «Ou tes terreo ou non fas nada», decía este martes Félix Barral, ganadero friolés cuya familia está interesada en participara en el plan. La primera fase de las permutas se desarrolló solo en Friol, mientras que la segunda se abrió a dos concellos vecinos (Outeiro de Rei y Guntín) que también pertenecen al Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) de la comarca de Lugo, así como a Ordes y a A Estrada.

A la segunda fase se sumaron 109 propietarios de terreno, con una desigual distribución por municipios: hubo 29 de Friol, cinco de Outeiro de Rei 25 de Guntín, 35 de A Estrada y 15 de Ordes. El terreno agrupado supuso un total de 892 hectáreas, también con una desigual presencia de municipios: 279 eran de Friol; 84, de Outeiro de Rei; 226, de Guntín; 233, de A Estrada, y 70, de Ordes. Esa desigualdad se notó también en el número de fincas que aportaron los interesados de cada concello: 530 parcelas en Friol, 85 en Outeiro de Rei, 520 en Guntín, 1.833 en A Estrada y 65 en Ordes.

El alcalde de Friol, José Ángel Santos, prevé reunirse próximamente con responsables de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) para abordar asuntos relacionados con una tercera fase. Uno de ellos tiene que ver con la financiación, y se espera que el citado organismo aporte fondos para continuar con esta iniciativa. Los gastos de la segunda fase sumaron 273.144,69 euros, con una dispar inversión en cada concello (76.240,66 en Friol; 24.066,71 en Outeiro de Rei; 58.067,48 en Guntín; 88.353,55 en A Estrada, y 26.516,29 en Ordes).

El regidor friolés recalcó que el sistema había mostrado ampliamente su valor. «É o axeitado: é rápido e é barato», dijo. Resulta más rápido que una concentración parcelaria porque solo participan los dueños de terreno interesados en juntar fincas, de modo que no hay reclamaciones. El menor coste se explica porque hay menos terreno y no se ejecutan infraestructuras (red de caminos, fundamentalmente) que sí se construyen cuando se lleva a cabo una parcelaria.

 Aunque admitió que solo disponía de datos sobre Friol, Santos se mostró convencido de que en los otros municipios también habría nuevos propietarios dispuestos a ceder unas fincas a cambio de recibir otras. En las parroquias de Xiá, de Nodar y de Condes es donde, explicó el regidor, se ha observado más predisposición para una tercera fase de este proyecto, con más presencia de ganaderos de carne que de leche.

«Se alguén queda no campo, que sexa para traballar e para vivir do traballo»

Félix Barral Miragaya es un ejemplo de los ganaderos que se forman antes de dedicar su trabajo a la ganadería Él, con 39 años, estudió Veterinaria, y ahora trabaja en la explotación familiar, cuyo terreno se reparte fundamentalmente entre Nodar (Friol) y As Negradas. Aunque el sector lácteo ha ido ganando importancia en Friol en los últimos años, la explotación de su familia es de carne, con unas 170 cabezas en total.

Que sea una explotación de carne, en la que el régimen extensivo es lo habitual, refuerza la necesidad de terreno para un correcto manejo de los animales. «Ou tes terreo ou non fas nada», admite Félix Barral. A su familia, explica, no le costó trabajo sumarse a esta iniciativa de las permutas porque el sistema no le resultaba novedoso: «Xa se facían permutas entre veciños», dice. En este caso, a la espera de que se firmen la documentación, se espera agrupar unas cinco o seis hectáreas.

Las fincas estarán cerca de la explotación, algo que resulta importante. «Se tes lonxe o terreo non hai maneira», recalca. De las ventajas, tampoco duda: «Se se pode facer isto de xeito rápido e áxil, con menos cartos, mellor», afirma. También cree que las reticencias a ceder fincas son más bien cosa del pasado. «Sempre queda ese apego ás leiras: a leira de tal sitio, a de tal nome», opina, aunque dándole a esa relación una visión más sentimental que económica.

El no cree que esos vínculos sean eficaces. «Se alguén queda no campo, que sexa para vivir do traballo», proclama.