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«Nalgunhas zonas de Galicia peleámonos a morte pola terra»

M. Cedrón SANTIAGO

AGRICULTURA

PACO RODRÍGUEZ

La falta de superficie y mano de obra, la burocracia o la falta de servicios complican el relevo generacional en el campo. La VIII Reunión Casal de Armán, organizada por el Foro Económico de Galicia, abrió el debate ayer en Santiago sobre un tema fundamental para garantizar la seguridad alimentaria en toda la UE

28 jun 2024 . Actualizado a las 11:46 h.

Antón Chaín iba para Policía Nacional, como sus primos, pero cuando en su casa de A Pastoriza comenzaron a sonar campanas que anunciaban la venta de la explotación familiar, una SAT ubicada en el concello lucense de A Pastoriza participada por dos familias, se plantó y dijo que de eso nada, que no iba a dejar que todo lo que había construido su familia acabara en otras manos: «Cheguei do instituto e díxenlles que eu quería continuar», recuerda. En casa le tomaron la palabra y poco a poco, pagando mes a mes, adquirieron la parte de la otra familia y crearon otra SAT.

Antón, que había acabado el bachillerato, se fue a estudiar un ciclo medio de ganadería a la EFA de Fonteboa y ahora, a sus 22 años, acaba de solicitar la incorporación al tiempo que continúa con sus estudios realizando un ciclo superior en el mismo centro. «Xa me asignaron tutor», dice. Porque desde la convocatoria de este año, técnicos de las oficinas agrarias de la Consellería de Medio Rural asesorarán a quienes hayan solicitado la incorporación.

Como protagonista de uno de los asuntos que más preocupan al campo en toda la UE, el del relevo generacional en el sector agrario, Antón contó su experiencia en la VIII Reunión Casal de Armán, organizada ayer en Santiago por el Foro Económico de Galicia para hablar de un tema que centrará la próxima conferencia Sectorial de Agricultura y que preocupa cada vez más en Bruselas porque de ello depende la soberanía alimentaria de la UE. Y al igual que Tania Rancaño, Marcos Nogueiras, Yolanda Gómez e Ignacio Bellas que, como él, optaron por labrarse un futuro en el campo habló de los retos y oportunidades que se abren en el sector primario gallego.

La rentabilidad

En lo que coincidieron es que no quieren subvenciones, quieren rentabilidad porque la actividad agroganadera tiene futuro, «é rendible». Lo dijo Marcos, que tiene como plan B la plaza de profesor de Física e Química, pero «coa explotación agrícola gaño o doble que como profesor». Aunque es verdad que en algunos sectores las cuentas salen mejor que en otros. Sobre todo por las dificultades para comercializar o transformar algunos productos como la carne de vacuno o caprino, como explicaron Tania y Yolanda.

Pero entonces qué es lo que frena el relevo generacional. Son muchos los factores que están implicados. La falta de tierra y de mano de obra, la burocracia, la falta de servicios en las zonas rurales, el acceso a la vivienda acondicionada o la competencia desleal, no solo de los productos llegados desde terceros países, también la que pueden hacer a los profesionales los apodados «agricultores de fin de semana», el peso de la vocación a la hora de incorporarse....

Y de la falta de tierra, sobre todo en aquellas comarcas donde la actividad agraria y ganadera está en auge, habló Antón: «Nalgunhas zonas de Galicia, como na Terra Chá, peleámonos a morte pola terra». Porque como dijo Marcos Nogueiras, que tiene una explotación de huerta en el concello de Vilar de Santos, de poco valen mecanismos para poner en contacto a propietarios o demandantes de fincas, «porque cando nunha zona con demanda hai algunha parcela libre imos todos a por ela». A todo esto, Ignacio Bellas añadió otro problema, las dificultades para encontrar a los dueños de terrenos susceptibles de arrendar: «Ao mellor tes un terreo no que hai dous eucaliptos e dous carballos e o resto está cheo de xestas, queres alugalo para meter alí as cabras, pero non sabes de quen é», explica esta agricultor y ganadero de San Sadurniño, donde tiene manzanos, cultivos de invernadero, ovejas y miel.

Pero la experiencia de estos jóvenes fue solo una píldora del debate abierto durante la jornada en la que los profesores de la Universidade de Santiago, Edelmiro López Iglesias y Francisco Ónega, dibujaron con datos el problema del relevo generacional. Lo hicieron antes de que los subdirectores xerais de Planificación de Extensión Agraria y de Explotacións Agrarias de a Consellería do Medio Rural, Juan Martínez y Nicasio Mejuto, hablaran de los mecanismos públicos de apoyo a la incorporación de jóvenes o no tan jóvenes. O de que José Manuel Andrade, de la Fundación Juana de Vega, describiera las oportunidades que ofrecen las principales producciones agrarias gallegas; de que Rocío Roxo, de la USC, hablara de los aspectos sociales que influyen a la hora de decidir quedarse o ir al campo; de que Luis García, de la EFA de Fonteboa, hablará de la importancia de la formación; de que Nieves Pérez, de Terractiva comentara los mecanismos de acceso a la tierra o de que José Manuel Vilariño, de Abanca, hablara de financiación y dejara claro que «el sector agroganadero es el que tiene menor índice de morosidad».