El ministro Planas subraya en Londres que el Reino Unido es un mercado importante, que además crece
11 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Pequeñas cooperativas del sector agroalimentario español que antes exportaban al Reino Unido cargas de 50 o 100 kilos tienen ahora que enviar contenedores con mucho más volumen, para compensar los costes administrativos en los controles aduaneros. Ese es un ejemplo de las consecuencias del brexit, que sin embargo no ha quebrado el flujo de exportaciones.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, afirmó en Londres que, desde el brexit, el sector «ha conseguido no solo mantener sino incrementar el valor de lo que vendemos y también el volumen». «El Reino Unido es un mercado importante, el primer destino de las exportaciones agroalimentarias fuera de la Unión Europea», remachó. Las cifras son llamativas. El sector vende a importadores británicos 4.820 millones de euros anuales, con el vino, cítricos, hortalizas, frutos rojos y aceite de oliva, en ese orden de ventas. El 82% de las lechugas que se consumen en el Reino Unido son españolas; el 25% de las hortalizas; el 55% de las fresas, el 15% de la fruta. Las importaciones españolas desde el Reino Unido, fundamentalmente bebidas, suman 971 millones. Las exportaciones globales del sector español son de 72.000 millones.
El ministro Planas se entrevistó con su colega británico, Steve Reed. Antes del encuentro, describió las relaciones con los gobiernos británicos como fluidas para «solucionar problemas puntuales». El ministro español iba pedir a Reed que los cambios que pueda introducir su Gobierno fuera de la UE sean anunciados con la suficiente antelación.
Las exportaciones del sector son de 72.000 millones
El establecimiento de controles sanitarios y fitosanitarios en las aduanas de Dover ha generado una larga saga de anuncios y rectificaciones desde la confirmación del brexit y finalmente se instalaron los controles el 30 de abril con un anuncio de tres meses de antelación. Empresas británicas- importadores y transportistas- están expresando malestar por su funcionamiento.
La actualización del acuerdo sobre la pesca firmado en la Navidad de 2020 reavivará la negociación de más difícil resolución en la diplomacia del Tratado de Comercio y Cooperación. La renovación ha de cumplirse en junio de 2026 y en diciembre se celebrará en Bruselas un consejo monográfico dedicado a la pesca. El ministro Planas cree que la negociación será complicada con Noruega. Los problemas en los controles entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte y las cargas y los obstáculos aduaneros desaparecerían, o se reducirían considerablemente, si el Reino Unido buscase un acuerdo sanitario similar al que la UE tiene con Suiza. Pero, aunque los responsables laboristas prometían un acuerdo genérico en la negociación, las voces actuales son ambiguas. El ministro Planas, que se entrevistó con directivos de restaurantes españoles en Londres y cerró un simposio con importadores británicos, se mostró partidario de facilitar las relaciones con la economía británica, pero advirtió de que una negociación de ese tipo es responsabilidad de las instituciones comunitarias.